La Habana, 7 abr (Prensa Latina) Las empresas de alta tecnología en Cuba tienen un carácter estratégico para el país por su alto impacto en la economía y en la sociedad, afirmó hoy un funcionario estatal.
Al intervenir en el espacio radiotelevisado Mesa Redonda, el viceministro del Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente José Fidel Santana explicó que estas entidades trabajan basadas 'en el eje de la ciencia, tecnología e innovación'.
Cualquier empresa puede transitar hacia esa condición siempre que cumpla una serie de requisitos, uno de los principales lograr el ciclo completo que va desde la innovación a la comercialización, señaló.
Se trata de desarrollar la ciencia aplicada con resultados tangibles para la economía, y parte de las ganancias deberán ser empleadas en la investigación. 'No se trata de hacer ciencia por hacerla, hay que tener logros', dijo Santana.
El Centro de Investigaciones de Genética y Biotecnología (CIGB) es uno de los ejemplos de empresa de alta tecnología, comentó Santana, quien precisó que existen otras cuatro entidades con esa condición en el país.
Gerardo Guillén, director del CIGB, explicó que el trabajo del ente avala la condición antes mencionada, y prueba de ello es que el 25 por ciento de sus productos son exportados.
De los mil 445 trabajadores, casi 400 están vinculados a la investigación y el 56 por ciento posee categoría científica y tecnológica, mientras el 47 por ciento tiene grado científico como máster o doctor.
Actualmente el CIGB cuenta con mil 300 patentes, 81 de ellas en inversión y 71 en fase internacional, puntualizó Guillén.
Las patentes de los productos del CIGB tienen presencia en Estados Unidos, Japón y países de Europa, América Latina y Asia, destacó.
Por su parte, Tamara Lobaina, directora del Centro Nacional de Biopreparados, explicó que la empresa cierra el ciclo investigación, desarrollo, producción y comercialización de medios de cultivos para la microbiología como el Cromocen, Hemocen y un medio de transportación de virus.
También cuenta con medios de cultivos para la biotecnología vegetal como el Vitrocen, el Antianémico Trofin y el inmunomodulador Biomodulina T, así como productos para el diagnóstico y la inmunoterapia Valergen, mencionó la especialista.
Cualquier empresa puede transitar hacia esa condición siempre que cumpla una serie de requisitos, uno de los principales lograr el ciclo completo que va desde la innovación a la comercialización, señaló.
Se trata de desarrollar la ciencia aplicada con resultados tangibles para la economía, y parte de las ganancias deberán ser empleadas en la investigación. 'No se trata de hacer ciencia por hacerla, hay que tener logros', dijo Santana.
El Centro de Investigaciones de Genética y Biotecnología (CIGB) es uno de los ejemplos de empresa de alta tecnología, comentó Santana, quien precisó que existen otras cuatro entidades con esa condición en el país.
De los mil 445 trabajadores, casi 400 están vinculados a la investigación y el 56 por ciento posee categoría científica y tecnológica, mientras el 47 por ciento tiene grado científico como máster o doctor.
Actualmente el CIGB cuenta con mil 300 patentes, 81 de ellas en inversión y 71 en fase internacional, puntualizó Guillén.
Las patentes de los productos del CIGB tienen presencia en Estados Unidos, Japón y países de Europa, América Latina y Asia, destacó.
También cuenta con medios de cultivos para la biotecnología vegetal como el Vitrocen, el Antianémico Trofin y el inmunomodulador Biomodulina T, así como productos para el diagnóstico y la inmunoterapia Valergen, mencionó la especialista.