Disfrutar el café requiere, además de un excelente sabor, de una buena taza, meta a la que se dedica cada día el proyecto Barro sin berro, donde se unen entrega y creatividad para dar forma a esta y otras piezas para disfrute del público, apostando por el emprendimiento local como vía de desarrollo.
Surgido en 2003, en el artemiseño municipio de San Antonio de los Baños, este colectivo como miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y de la sucursal Artemisa-Mayabeque del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), se dedica a la elaboración manual de productos de artesanía utilitaria que destacan por su calidad y diseños.
El origen en una tacita de café
Jorge Armando Acosta, uno de los fundadores del proyecto, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que todo comenzó cuando junto a su esposa e hija fabricaron tacitas de café, en un pequeño horno en su patio, que luego vendían a personas interesadas.
Después, refirió, se conforma el equipo formalmente y empezaron a comercializar esos artículos amparados en las disposiciones de la ACAA que como creadores inscritos les permite vender esas pequeñas obras de arte, donde combinan la manufactura artesanal con llamativas decoraciones y las cuales han ido, poco a poco, ganando la aceptación del público.
Barro sin berro debe su nombre, aclaró el entrevistado, al desenfado y satisfacción con los que estos creadores trabajan ese material para la realización de piezas de humor volumétrico, ganadoras en eventos convocados por el Museo del Humor de San Antonio de los Baños.
Un proceso que premia la paciencia y dedicación
Zoraida Posada González, esposa de Jorge Armando y también fundadora, señaló que el trabajo con el barro, como otros procesos artísticos, requiere de paciencia y dedicación para convertir elementos naturales en tazas, jarras y dulceras, algunos de sus géneros más demandados.
Al juntar cantidades específicas de arcilla, caolín y feldespato en una mezcla formulada por la familia se logra una masa, la cual se coloca en moldes de yeso y tras varios procesos adquiere una dureza media que posibilita dar forma al material, eliminar imperfecciones, aplicar la técnica del vidriado que emplean para darle brillo, decorarlo utilizando varios métodos y hornearlo para darle una buena consistencia final, añadió.
Luego, puntualizó Posada González, eliminan los artículos con alguna imperfección, clasifican de acuerdo con el modelo, emparejan los de un mismo juego y empaquetan para su comercialización, como resultado de valiosas relaciones establecidas con la Empresa de Recuperación de Materias Primas (ERMP) de Mayabeque, donde adquieren viejas cajas de cartón que utilizan para distribuir los productos a sus clientes.
Un proyecto también para la comunidad
Maday Acosta Posada, hija de Jorge y Zoraida, y también creadora de Barro sin berro, comentó que otra importante faceta del proyecto es su aporte a la comunidad, pues emplea a pobladores de San Antonio de los Baños e interactúa con los niños de algunas escuelas.
El intercambio con los escolares, precisó, permite a los más pequeños aprender un poco del trabajo con este material a partir de la creación de sus propias piezas en forma de lozas que luego se decoran y colocan en las escuelas para su disfrute, el de las familias y la comunidad.
Para Maday, que aprendió este arte de su abuelo y padres y hoy lo comparte con su hermano, esposo y dos hijas pequeñas, la interacción con los niños resulta una de las partes más gratificantes de su ajetreada vida, pues le brinda la oportunidad de compartir con los más pequeños la alegría de realizar ese primer modelado.
Con vistas hacia el futuro
Acosta Posada refirió a la ACN que actualmente se vende gran volumen de estos artículos en la red de tiendas de Artex de Artemisa, Mayabeque y La Habana, Cimex Artemisa, Comercial Lauros y a cuentapropistas que las adquieren a través del FCBC.
Precisó que cumplir con esos compromisos requiere de una visión empresarial que prevé ampliar la línea de trabajo mediante la contratación de más personal y la compra de dispositivos en desuso para convertirlos en el equipamiento necesario para elaborar las piezas.
Apuntó que también aprovechan las oportunidades brindadas por el Estado para la compra estable de las materias primas en yacimientos nacionales a través del FCBC, se plantean expandir el área de confección y buscan un espacio propio para atender a la población.
Los resultados de Barro sin berro demuestran que los proyectos de emprendimiento local bien organizados y ejecutados son capaces de brindar beneficios al país, al crear nuevos puestos de trabajo y sustituir la importación de artesanía utilitaria de calidad y buen gusto, demandados por el público, aprovechando los recursos de la Isla y la creatividad de los artistas cubanos.
Por ese motivo mereció el Gran Premio del Foro Económico Productivo de Artemisa 2021, efectuado recientemente.