Lesbia Vent Dumois

Lesbia siempre está en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba: de un pasillo al otro, pendiente de cada detalle, preocupada por todos, absolutamente todos. A Lesbia Vent Dumois se le quiere de gratis porque ha dedicado su vida entera al arte, a sus amigos y a Cuba.

Estudió pintura, dibujo, escultura, después litografía y pedagogía. Si tiene que elegir, lo prefiere todo.  “Descubrí que el arte era mi verdadera vocación. Es mi manera de expresarme: con la pintura, en el dibujo o haciendo grabados. Esculturas he hecho pocas. Pedagogía porque siempre te ayuda. Me gusta estar cerca de la gente y si yo sé algo y tú quieres aprenderlo, me satisface enseñártelo. Me fascina también la comunicación que trae intrínseca el magisterio”.

Precisamente, sobre todas las cosas, ama crear. Es fanática a las manualidades y aunque no le gusta, también ha tenido que lidiar con la burocracia. “No creo tampoco que entorpezca, sino que hay veces que aspectos burocráticos son necesarios para organizarte y tener cierto orden desde el punto de vista laboral”.

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-¿Cómo reacciona cuando todas las miradas están puestas en usted?

“Normal. No sé porque me miran”.

-¿Cómo la definen otras personas?

“Hace poco hicieron un libro sobre mi trayectoria y me sorprendieron algunos adjetivos que me describen, comunes para mucha gente. Que soy una persona amable; puede ser. Otro tema reiterativo es que me visto bien y me definen como alguien responsable en cada tarea que hago”.

-¿Cómo se define usted?

“Soy sincera. Creo en los amigos y no me gustan los que tienen doble carácter. Me entrego a las personas en las que confío y quiero”.

-¿Cuál es la decisión o proyecto que tomado y del que se sienta más orgullosa?

“Estudiar arte y ejercer por completo esta profesión. Sobre todo, dedicarme a lo que hago con responsabilidad, sabiendo que es una carrera que se asume desde muchos puntos de vista. No es una labor que depende de ti, sino de cómo lo aprecian los demás. Influye también tu responsabilidad ante esa obra, que tiene un carácter más que dual porque depende del tema que desarrolles, de cómo lo hagas, dónde, por qué y a quien se lo expones; qué haces después con ese producto”.

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Lesbia Vent Dumois. Foto:Ismael Francisco/ Cubadebate

-¿Por qué las artes plásticas?

"Por el interés de mis padres en que mi hermana y yo ocupáramos el tiempo libre. Recuerdo a una maestra que tuvimos de segundo hasta cuarto grado que nos enseñó a dibujar en una lámina.

"En un primer momento pensé que no era mi vocación porque me gustaba la arquitectura. Mi madre era modista y siempre hacía manualidades. La veía  dibujar los bordados y pintar los planos de la ropa. Mi padre era ebanista y también dibujaba cuando tallaba la madera. Todo eso fue influyendo en mí.

"Hice casi tres carreras juntas. Estaba en la escuela primaria superior, lo que hoy se llama secundaria básica, séptimo y octavo grado. Después matriculé en el  bachillerato y se creó en Santa Clara la Escuela de Artes Plásticas. Allí se daban las clases por las noches.

"Mis padres nos inscribieron y empezamos a aprender dibujo. Te ponían unas piezas o cualquier otro modelo y te enseñaban qué hacer con eso. Cómo dibujar al lápiz, a la tinta.  Ese fue el fomento para la creación de la Escuela de Artes Plásticas en Santa Clara, que llama Leopoldo Romañach, uno de los pintores paisajistas más importantes de Cuba".

-Después que termina en esa escuela, ¿hacia dónde se dirige?

“Aunque parezca una cosa gigantesca y absurda, allí estuve casi seis años. En esa escuela se estudiaba pintura y dibujo, generalmente cuatro años, y se daba escultura y dibujo, en igual período de tiempo.

“Terminé en la Escuela Normal de Maestros porque no pude estudiar arquitectura que era lo que realmente me gustaba. Después fui a hacer oposiciones para ser maestra, no de enseñanza común como se decía en aquella época a los que enseñaban a leer y escribir, sino para impartir Artes Plásticas en la escuela primaria superior.

“Primero fui a las pruebas en una escuela en Matanzas y, como quedé en segundo lugar, no alcancé una plaza. Luego fui maestra y secretaria en la escuela Eduardo Chibas desde el año 55 hasta el 60”.

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-¿Cuál es el fallo más grande que ha cometido?

“A lo mejor he cometido muchos y no soy consciente de ellos”.

-¿Qué le gustaría hacer que no esté haciendo ahora mismo?

“Ir a Villa Clara. Encontrarme con amigos y familia que esta pandemia me ha impedido ver”.

-¿Cómo le gustaría que la recuerden cuando ya no esté?

“Como alguien que se llevó muy bien con muchas personas. Que respetó a todos a su alrededor”.

-¿Cuál es su mayor defecto?

“Hay veces que soy soberbia”.

-¿Y virtud?

“Me considero una persona honesta”.

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Lesbia Vent Dumois. Foto:Ismael Francisco/ Cubadebate

Lesbia Vent Dumois es la presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de la Uneac. Llegó a esta organización desde su fundación en 1960.

“Cuando vengo para La Habana a trabajar era miembro de la Asociación de Grabadores de Cuba, una agrupación que presidía el que fue después mi compañero de vida, el grabador Carmelo González”. Allí no solo hacían obras de tipo artístico, sino también que tenían vínculo con diferentes instituciones en el resto del continente.

“Tras crearse la Uneac, después de las Palabras a los Intelectuales de Fidel, se conforma primero un comité gestor donde entra Carmelo, que no era todavía mi compañero, pero si mi maestro. Entonces, me pongo a ayudar a ese comité. Después participo en el Primer Congreso de la Uneac, y por accidente, no porque fui elegida, cuando se crea la Asociación de Artistas de la Plástica, que presidía en ese momento Mariano Rodríguez,  me piden hacer las actas de las reuniones. A partir de ese momento pase a ser secretaria de ese gremio de artistas y pertenecí a su Ejecutivo desde el año 61 hasta el 69”.

Gracias a esta organización, Lesbia se ha movido constantemente en el mundo de la creación y ha consolidado vínculos con artistas cubanos y extranjeros. “Fomenté amistades fuertes que se han mantenido hasta ahora. Ha sido un periodo de enseñanza”.

Para la también Premio Nacional de las Artes Plásticas 2019, la exposición más icónica de toda su trayectoria ha sido la que acaba de hacer, Memorias, una exhibición motivada por el reconocimiento a la obra de la vida. “La última muestra supone más conciencia en tu proceso creativo”.

Si preguntas cuál es la que más trabajo le ha costado hacer, recuerda una expo que hizo en Las Tunas en la década del 90’.

“Siempre que sales de tu provincia te entraña más trabajo por el traslado, el dejar las obras, toparse con otra manera de hacer la museografía Pero, no porque me cueste más trabajo la disfrutas menos, tanto las personales como las colectivas, que se gozan más gracias a ese enfrentamiento con la obra de otros artistas”.

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 -¿Qué prefiere hacer en su tiempo libre?

“Leer. Me gusta mucho. También el cine, pero en pantalla grande”.

-¿Cuál es su mayor sueño?

“No tengo grandes ni mayores sueños. Pero si los tuviera, estarían vinculados con el futuro de este país. Que podamos lograr entre todos lo que nos propondremos”.

-¿A qué le tiene miedo?

“A los ratones. Les tengo pánico”.

-Si llegara una persona nueva a su vida, ¿qué hace para llegar a conocerla mejor?

“Tener contacto directo con ella. No guiarme por lo que me puedan contar sino conocerla de primera mano”.

-Si todo despareciera y pudiera rescatar una sola cosa, ¿qué sería?

“La familia”.

-Si pudiera comenzar de cero, ¿qué cambiaría?

“No sé. Vivo satisfecha con la forma en que viví”.

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Lesbia Vent Dumois. Foto:Ismael Francisco/ Cubadebate

-¿Qué significa la creación para Lesbia Vent?

“La creación es el desarrollo de lo que tú llevas dentro, de lo que eres consciente y quieres realizar. Es el resumen de una trayectoria; la búsqueda de cosas. Y a la larga, querer lograr la realización de eso que tienes en el pensamiento.

“La creación en un acto de trasladar lo que tú piensas y comunicárselo a los demás. Los artistas no trabajamos para nosotros, sino para otros”.

-¿Qué rasgo le impregna Lesbia a su obra?

“Trabajo con la cotidianidad porque amo el mundo que me rodea. Todas mis  búsquedas están en lo cotidiano, en mis experiencias o en lo que viven otras personas. Me interesa mucho el expresionismo, una de las tendencias del arte contemporáneo. Es la reinterpretación de la de la cotidianidad y cómo tú transformas la naturaleza y la conviertes en arte”.

-¿Qué significa la curaduría?

“Ha sido la manera y la forma en que le he dedicado tiempo de mi vida a trabajar con la obra de otros. Entenderla. Estudiarla. No hay curaduría sin investigación. Me apasiona desde un punto de vista de la creación personal.

“Me gusta la búsqueda para lograr cosas. Me interesa investigar para curar la obra de los demás, porque tienes que conocer que ha hecho antes, saber el mundo en que se mueve ese artista, cuáles son sus gustos. Después el reto está en cómo tú ordenas el resultado de su creación”.

-Cuando proyecta una exposición, ¿qué sello le impregna en la curaduría?

“La claridad en el mensaje”.

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 -¿Qué consejo le daría a su versión de hace 20 años?

“Hace 20 años estaba trabajando como loca en la Casa de las Américas. El consejo sería seguir trabajando con el arte, con la obra de muchas personalidades que me nutrieron”.

-¿Cuáles son sus principios y valores sagrados?

“La honestidad, la verdad y la confianza. No dudar en gratuidad”.

-¿Qué es aquello por lo cual moriría?

“Sin ser demagoga, porque no lo soy, moriría por esta Patria que quiero y por la que estoy dispuesta a darlo todo”.

-¿Alguna vez se ha propuesto una meta que no haya podido cumplir?

“Muchas veces. Cuando se hace arte reiteradamente te pones metas largas y no siempre las logras, por muchos aspectos. Hasta por cosas banales”.

-¿Ha pensado alguna vez en tomarse un año sabático?

“No. Nunca. Aquí jamás he cogido vacaciones”.

-Al terminar esta entrevista, ¿qué tres cosas debería llevarme de usted?

“Que he dicho la verdad y sobre todo que sea útil lo que he contado”.

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Lesbia Vent Dumois. Foto:Ismael Francisco/ Cubadebate

Lesbia no cree en las musas, ni en la palabra inspiración. Entiende de la madurez de una idea, procesarla, imaginar cómo la va a realizar. “Me gusta hacer bocetos de la obra, pensar en el proceso de la realización. Es algo que va madurando hasta que esa pieza llega al final, y en ese proceso vas pensando en cómo lograr que diga más de lo que tú quieres expresar”.

Sus principales paradigmas son Víctor Manuel, Eduardo Abela y Carlos Enrique por la autenticidad de cada uno dentro de la pintura cubana. “Sigo el impresionismo de Antonia Eiríz, porque responde al realismo crítico, una tendencia que me interesa mucho”.

Llevar a la par familia trabajo no ha sido difícil, aunque la artista confiesa que uno de sus “defectos” es que se entrega mucho a su profesión. Pero, siempre ha contado con la comprensión de todas las personas que la rodean.

Las artes plásticas le han regalado a Lesbia muchas cosas: amigos, conocimientos, la práctica artística, el conocimiento técnico, relaciones con cubanos y con extranjeros, saber de interioridades de museos y galerías. “Me ha llenado la vida. ¿Qué me ha quitado?, tiempo para otras cosas como estar con la familia que no vive cerca. No obstante, me ha dado mucho más de lo que me ha quitado”.

En video, entrevista a Lesbia Vent Dumois