”Es un acierto notable del Ministerio de Cultura (Mincult) identificar nuestro Premio con el nombre del maestro José Antonio Fernández de Castro (La Habana, 18 de enero de 1887-30 de julio de 1951). Él se distinguió por su vasta cultura, compromiso con la verdad, la justicia social, aportó ideas y pensamientos que hoy tienen plena vigencia. Sobre todo estimuló el ejercicio de pensar la cultura con un enfoque analítico, siempre valorativo. Aprender de su poderosa huella enriquece nuestro quehacer desde el punto de visto ético, estético, humanista. Lo hemos recordado en la Comisión Educación, Cultura y Sociedad de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) que da continuidad a los propósitos y acciones planteados en el noveno congreso de la organización”.
Así expresó la Doctora en Ciencias sobre Arte en la Universidad de las Artes (Instituto Superior de Arte), Sahily Tabares Hernández (La Habana, 12 de octubre de 1957), colega especializada en temas culturales en la revista Bohemia, Radio Progreso y diferentes espacios televisivos, quien en 2019 recibió el Premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro, cuya presente convocatoria está próxima a cerrar como parte de las celebraciones del Mincult por el Día de la Pensa Cubana (14 de marzo), motivo por el cual conversamos con esta experimentada profesional acreedora de numerosos premios y miembro de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac.
Sahily, con más de 30 años en el ejercicio activo del periodismo cultural, preside desde hace varias décadas el Círculo de Cultura en la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) y es profesora de periodismo cultural en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (FCOM). Al valorar la práctica actual de la crítica artística y literaria en la prensa cubana aseguró que este “es un ejercicio en profundidad que suelo hacer con mis estudiantes de la carrera de Periodismo en la Facultad de Comunicación. Mediante la asignatura optativa Crítica cultural analizamos textos disímiles, en ellos prevalece, en ocasiones, el acercamiento meramente impresionista sustentado en me gusta o no me gusta, yo creo o me parece.
“Falta —agregó— la intervención imprescindible al objeto de estudio desde disciplinas como la estética, dramaturgia, la semiótica, la psicología, la antropología, entre otras. La reflexión y la crítica profesionales no son una práctica sistemática, y no se mantienen, en términos cuantitativos y a menudo cualitativos, al nivel de las necesidades de los públicos.
“También en la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual de la Universidad de las Artes (Instituto Superior de Arte) convocaremos a la Maestría Arte y Cultura de la Comunicación Audiovisual, la coordina el doctor Pedro A. Hernández Herrera. Nuestro claustro ha pensado detenidamente cómo ofrecer herramientas a los maestrantes para que se preparen en el ejercicio de la crítica cultural sobre la radio, el cine y la televisión. Para mí, el proceso de doctorado en Ciencias sobre Arte fue decisivo, agradezco a los profesores Mario Masvidal, Rafael Acosta de Arriba, Eduardo Morales, Norma Gálvez, Pedro A. Hernández, Manuel Hernández Corujo, Elina F. Hernández, y a otros, su empeño y dedicación”, precisó.
Laureada con la Distinción por la Cultura Nacional, Sahily precisó: “Somos conscientes de la guerra cultural y del proyecto de subversión específico contra Cuba, de todos los elementos nocivos para la inteligencia, para nuestros valores, para nuestra identidad, que caracterizan a la industria hegemónica del entretenimiento, por esto nuestra batalla exige profundizar en la conciencia, en el tejido espiritual, moral de cada individuo, en su comprensión de quién es, qué aspira para su país y para la humanidad”.
Según Tabares Hernández, el Premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro es un reconocimiento al desarrollo profesional de los colegas. Hay que estudiar, estudiar, estudiar, leer, ampliar el universo cognoscitivo para merecerlo. Nunca pensemos que hemos llegado y lo sabemos todo. El conocimiento es infinito y así debe ser nuestra necesidad de aprehenderlo. No se transmite por ósmosis, requiere dedicación, disciplina, cientificidad. La cultura revolucionaria cubana exige unidad entre todas las fuerzas para animar una conciencia crítica, sensible y participante”, dijo la prestigiosa periodista, cuyo extenso currículo incluye, además, su participación en conferencias y talleres en universidades de República Dominicana y en la sede universitaria municipal del Cerro.
Sobre la obra de Fernández de Castro —tal vez aun insuficientemente conocida y estudiada por las nuevas generaciones de profesionales del sector—, destacado periodista, escritor, diplomático y aficionado a la investigación histórica, quien dirigió la página literaria del Diario de la Marina (1927-1929), desde la cual fue un gran animador de la literatura de vanguardia, Sahily opina que “hay que seguir profundizando en su proteica prosa rica en análisis, visión, poesía, advertencia”.
Además de los espacios de diálogo y construcción colectiva, propiciados por el Círculo de Cultura de la Upec, la reconocida colega apuntó que a estos “debemos agregar el espacio Moviendo los caracoles que convocamos desde la sección de crítica e investigación de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac. Soy la vicepresidenta de esta sección, le puedo asegurar que son estrechas las alianzas entre la Upec, el Mincult y la Uneac. Promover el diálogo y la activa participación en los debates es una máxima que defendemos a partir del establecimiento de las jerarquías. No lo olvidemos, toda cultura se reconstruye y se dinamiza desde la contemporaneidad”.
Fundadora del periódico Bastión, órgano oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias creado en el año 1987, además de desempeñarse en el rotativo Granma. Asimismo ha participado como jurado en el Premio Caracol de la Uneac, el concurso 26 de julio de la Upec, y en varios certámenes del Ministerio de Cultura; en tanto es autora de diversos libros sobre ensayo, crítica y periodismo relacionados con el arte, la cultura y la historia y durante muchos compartió su vida con el destacado fotorreportero cubano Jorge Valiente López (La Habana, 23 de abril de 1936- 9 de diciembre de 2019), con quien intervino, como coautora, en varios de sus numerosos volúmenes, entre los que sobresalen Cien imágenes de la Revolución cubana, Fidel es un país, Habana mía, y más recientemente Alicia y las maravillas del Ballet. Sobre esa unión enfatizó: “Más que recuerdos atesoro una permanencia infinita de la existencia en común. El maestro Jorge Valiente me enseñó a ver, comprender la vida en imágenes. Nos unen lazos infinitos de amor y entrega total”.