A través de la campaña promocional de su 43 edición, el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano apuesta hoy por el regreso a las salas y refrenda el valor del séptimo arte desde la gran pantalla.
Bajo el eslogan Cine a lo grande, el evento acontecerá del 1 al 11 de diciembre próximo, período en el cual retomará su formato tradicional luego de dos años marcado por el impacto de la Covid-19 y varios ajustes en su calendario de proyecciones y actividades colaterales.
En esta ocasión la imagen y campaña de comunicación diseñadas por Nelson Ponce y Raúl Valdés (Raupa), aluden al valor de la gran pantalla en un contexto marcado por el consumo de audiovisuales en dispositivos móviles, al tiempo que establece un paralelismo entre la vida cotidiana y los filmes.
Cine a lo grande, ilustra el camino que queríamos recorrer en cuánto a la visualidad, con un cartel que se define como la transición de un celular o tablet hacia los proyectores, explicó Raupa desde la sede oficial del evento, en esta capital.
Asimismo, apuntó que la actual campaña fusiona diferentes formatos desde un mismo punto de vista, en aras de ver las cosas en perspectiva, evocar el espacio interior del cine, las costumbres y medidas necesarias para disfrutar de las películas sin interrupciones.
Por su parte, Ponce destacó la relevancia del proyecto que siempre constituye un reto, pues «el festival es uno de los eventos de mayor tradición en Cuba» y en cada edición la campaña intenta generar polémica y encender la chispa de la curiosidad.
Con la campaña de comunicación, es nuestra intención que el cine latinoamericano e internacional sea parte de la vida de los espectadores, quienes lo consumen durante todo el año por disímiles dispositivos, pero para diciembre el Festival los invita a disfrutarlo en la conocida como la pantalla grande, señalaron los organizadores.
Fundado el 3 de diciembre de 1979 por el cineasta cubano Alfredo Guevara y con la presencia de más de 600 realizadores, el certamen concede como máxima distinción el Gran Premio Coral, el cual simboliza los grandes arrecifes del Mar Caribe.
Calificado por el realizador venezolano Carlos Azpúrua como “un faro de luz incalculable”, el festival constituye una plataforma para aquellas producciones que por lo general no forman parte del cine comercial, por lo cual ha evolucionado hasta convertirse en uno de los eventos más importantes del cine de Latinoamérica.