Hernán Rivera asegura que él es el desierto; ese que se halla al norte de Chile y que protagoniza la mayoría de sus novelas.
“Estas no son arrugas, es la cartografía del desierto”, dice al auditorio mientras se señala la cara.
La Sala Abelardo Estorino del Ministerio de Cultura acogió en la tarde del 14 de febrero al poeta y novelista chileno Hernán Rivera Letelier, en la charla “Instrucciones para llegar desde la nada al Premio Nacional de Literatura”; encuentro en el que estuvo presente también la Embajadora de Chile en Cuba, Patricia Esquenazi Marín.
El Premio Nacional de Literatura de Chile 2022, ofreció un repaso de su vida desde sus primeros años y juventud, en el que narró además sus andanzas durante la Revolución de las Flores en su país y cómo empezó a escribir poesía entonces: sin saber siquiera que escribía metáforas.
La lectura de minicuentos y poemas por el propio autor, complementó las anécdotas de la tarde, las cuales llenaron la sala de risas en más de una ocasión.
En su intervención, el desierto de Atacama y las oficinas salitreras resaltaron, así como el eje central recurrente que son dentro de su obra narrativa, por formar parte inseparable de las raíces del escritor.
“Cuando hablo del desierto, estoy hablando de mi viejo, que murió de silicosis; estoy hablando de la gente que murió en las masacres, de las injusticias sociales, laborales y morales contra los trabajadores de la Pampa; estoy hablando casi de otro planeta, donde la soledad y el silencio aplastan como la pata de un elefante”, refirió al respecto del escenario protagónico de la gran mayoría de su obra publicada.
El encuentro—en el marco de la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana— fue transmitido en streaming y contó con el poeta chileno Patricio Rojas como moderador. También sirvió como espacio para que Hernán Rivera comentara el por qué del profundo afecto que tiene hacia Cuba, país que dijo sentir tan cerca como el suyo propio y al que le place venir siempre que halla la oportunidad.
Dijo además que actualmente está en proceso de reescribir dos novelas cortas, que nacieron durante la pandemia: Balada para John Kennedy y Quémame los ojos. Al finalizar, obsequió y firmó para algunos de los presentes su tercera novela, Fatamorgana de amor con banda de música, propuesta de Ediciones La Luz en la FILH 2023.