El dramaturgo cubano Nelson César Dorremocea Udaeta o, sencillamente, Nelson Dorr, cumple hoy 84 años de edad en medio de un reconocimiento del público y de la crítica por sus más de cuatro décadas trabajo escénico.
Nacido en esta capital en 1939, Dorr sobresale por su maestría en la realización de teatro musical y desde joven su máxima ilusión era dirigir en las tablas.
Graduado en la prestigiosa escuela de San Alejandro, su primera experiencia como director teatral fue la puesta en escena de “Las pericas”, encaminándose hacia el escenario donde se inició como actor en el Teatro Universitario.
En aquel entonces Dorr apostó por la obra “La peste viene de Melos”, del argentino Osvaldo Dragún.
Creó un nuevo grupo teatral, bajo el nombre de Conjunto de Los Trece, hasta que en 1961 halló su verdadero camino en el Conjunto Dramático Nacional, en el cual laboró como asistente del director Néstor Raimondi, también de Argentina.
El dueto realizador-asistente entre Dorr y Raimondi en las obras de teatro “La madre” y “Vassa Yelieznova”, lo llevó a compartir con buena parte de los más grandes talentos de ese momento.
También desarrolló actividades teatrales en diferentes centros donde montó escenas de “La ramera respetuosa”, del eminente escritor, novelista, dramaturgo y filósofo francés Jean Paul Sartre.
Realizó además, la puesta en escena de la farsa francesa “La jaula y varios títulos de su hermano, el dramaturgo Nicolás Dorr.
Desde su debut como director hasta la fecha Nelson se presentó en los escenarios con más de cien títulos correspondientes a una variedad de géneros y formatos, como el monólogo, la ópera, el teatro musical.
También desde sus inicios representó a autores de todas las épocas y latitudes, entre ellos, Virgilio Piñera, Abelardo Estorino y Alberto Pedro Torriente, de los cubanos, mientras, Brecht, Cesaire, Shakespeare y una larga lista de dramaturgos universales incluidos su catálogo.
Hasta la actualidad tiene más de 90 puestas en escena y es guionista de cine, ballet y danza.
Aparecen como sus espectáculos más recordados “Tosca” (Luigi Illica, Giuseppe Giacosa y Giacomo Puccini, 1965), “La tragedia del Rey Cristóbal” (Aimé Cesaire, 1966) y “La verdadera historia de Pedro Navaja” (Pablo Cabrera y Rubén Blades, 1992 y 2006).
Otras de sus obras son “El pagador de promesas”, “Madame Butterfly”, “La fierecilla domada” y “La corte del faraón”.
Dorr es conocido como el padre del teatro cubano revolucionario y sus conocimientos los ha trasmitido a alumnos de varios países, como España, Italia, Rusia y Libia.
Entre sus más altos reconocimientos está el Premio Nacional de Teatro 2011.