A admirar La Habana como un artista a su musa y a soñar rodeado de las más sublimes armonías, nos conduce la lírica del cantautor cubano Gerardo Alfonso, quien celebra hoy un nuevo año de vida.
Creador de dos ritmos musicales: el Guayasón y el O´changa, el intérprete se muestra heredero la obra de sus coterráneos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, y de los brasileños Caetano Veloso, Gilberto Gil y Milton Nascimento.
Ingresó en el Movimiento de la Nueva Trova en el año 1980, desde entonces ha desarrollado una labor artística que trasciende las fronteras del género y lo coloca como uno de los compositores más versionados en el universo sonoro de su país.
Abrazado a su guitarra, amiga de viajes y melodías, compuso Sábanas blancas y Son los sueños todavía, la primera forma parte de importantes antologías de la música cubana en diferentes sitios del mundo e incluida en documentales europeos realizados a esta urbe.
Son los sueños todavía es considera por los especialistas como una de las obra más trascendentales dedicadas a Ernesto «Che» Guevara. Por la belleza y profundidad de sus textos, inspira a movimientos revolucionarios en diversas regiones del planeta.
La pieza, con elevado valor histórico, rindió homenaje al aniversario 30 de la caída en combate del Guerrillero Heroico, también forma parte de numerosas antologías y producciones cinematográficas sobre su vida y obra.
Alfonso ha conquistado múltiples reconocimientos como la Distinción por la Cultura, la Orden Alejo Carpentier y la Giraldilla de La Habana, además de premios Cubadisco en cada una de sus ediciones. En tanto su creatividad se extiende a la televisión y al cine de la isla caribeña.
Ha dedicado años de su vida a rescatar valores culturales y a compartir su virtuosismo con los jóvenes en escuelas de música en Cuba.
Trasladó su musicalidad a importantes eventos en Alemania, Francia, Italia, España, Chile, Venezuela, Argentina, Turquía y otras naciones donde muestran solidaridad con el pueblo cubano.
Prestigian su carrera dos obras literarias: «Son los sueños todavía», autobiografía donde narra su trayectoria artística, y «Sábanas blancas y otras canciones. Antología 1980-2012», en el que aparece una selección de temas dedicados a la ciudad que lo vio nacer.
Sobre esa dama antigua expresó en una entrevista: Yo amo a La Habana, a mi familia, a mis hijos y a mi esposa. Antes de tenerlos a ellos, ya sentía nostalgia por mi ciudad.
Inspiración esta para un homenaje musical, a la altura de un artista que abraza corazones con solo entonar: Habana, si mis ojos te abandonaran, si la vida me desterrara a un rincón de la tierra. Yo te juro que voy a morirme de amor y de ganas, de andar tus calles, tus barrios y tus lugares…