La Habana, 17 abr. - La maître de Ballet Ramona de Saá Bello, notable figura cubana de la Pedagogía de la danza en el mundo contemporáneo, falleció hoy en las primeras horas de la madrugada a la edad de 84 años.
Reconocida internacionalmente por sus enseñanzas en esta expresión danzaria, de Saá Bello fue discípula de Alicia Alonso y por mucho tiempo directora de la Escuela Nacional de Ballet (ENB) Fernando Alonso, además, profesora adjunta del Instituto Superior de Arte (ISA) y Metodóloga del Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEArt).
De Sáa Bello fue una de las más prominentes y multifacéticas personalidades del Arte de la Danza en Cuba y su obra fundamenta sólidamente al movimiento creativo y pedagógico de esta manifestación artística.
La maestra mereció en el año 2000 el título de Doctora Honoris Causa en Arte y Premio Nacional de Enseñanza Artística en 2002, como reconocimiento a su trayectoria la cual la vincularon a 45 años con la enseñanza del ballet en Cuba.
El legado de la maestra Ramona de Saá va más allá de lo artístico y es que por su ejemplo de entrega, fortaleza moral, ética, sencillez y altruismo, se ganó el respeto y la admiración de todos en el área desempeñada.
Sobre su experiencia en las aulas, la bailarina expresó en una ocasión: «La he mantenido siempre, asuma la responsabilidad que asuma, porque noto que cuando imparto una clase aprendo. En cada una trato de pedirle algo nuevo a mis estudiantes e intento trabajar con sus individualidades; cada uno poniendo de manifiesto las características que forman parte de su carácter en el baile».
Nacida en La Habana el 23 de julio de 1939, de Saá Bello fue forjadora del actual sistema de enseñanza de la Danza en Cuba. realizó sus estudios en la Academia Alicia Alonso y bailarina fundadora del Ballet Nacional de Cuba, convirtiéndose en una de sus principales figuras junto a Loipa Araujo, Mirta Plá, Josefina Méndez, Aurora Bosch y Margarita de Saa.
Bajo la dirección de Fernando Alonso fundó la Escuela de Ballet en la cual se formaron las nuevas promociones de bailarines cubanos.
También fue promotora y fundadora de la carrera de Arte Danzario del ISA, dirigió la labor de elaboración de los primeros planes y programas de estudio del perfil de ballet fungiendo como su primera profesora en Metodología de la Enseñanza de esta manifestación.
Al crearse el Ministerio de Cultura la promovieron a Metodóloga Nacional de la Dirección de Enseñanza Artística (actual CNEArt).
Desde su intensa labor como pedagoga y conferencista a nivel nacional e internacional, de Saá no dejó de impartir clases en la ENB.
Desarrolló su actividad en países como Argentina, Bulgaria, Bolivia, Brasil, Ecuador, Italia, México, Perú, España y Venezuela; fue miembro de la Comisión de Carrera de Arte Danzario y del Consejo Científico de esta alta casa de estudios.
Llevó a cabalidad la comprensión de las ideas de Alicia y Fernando Alonso y su capacidad para emprender la práctica de estos principios constituyó lo más notable de su labor.
Se refirió en una ocasión su responsabilidad con la labor de trasmitir el legado que dejaron los grandes maestros.
Por la labor pedagógica que desempeñó recibió múltiples reconocimientos, entre ellos, las distinciones Raúl Gómez García (del Sindicato de Trabajadores de la Cultura), la condecoración por la Educación Cubana, por la Cultura Nacional.
Las medallas Jesús Menéndez, José Tey y Alejo Carpentier (2001); los diplomas de Fundadora de la Escuela Nacional de Arte, y al Mérito Pedagógico por el Ministerio de Cultura.
Se le otorgaron, además, los Premios Nacional de Danza (2006) y Nacional de Enseñanza Artística (2002).
Por decisión de la familia, los restos de la pedagoga de Saá Bello serán cremados.