El Ballet Nacional de Cuba (BNC) se presenta hoy en Costa Rica en la cuarta actuación de su historia en este país centroamericano, tras bailar aquí antes en la década de los 60’, en 2007 y en 2023.
Las presentaciones, sábado y domingo, de la reconocida agrupación antillana comprenderán el clásico de Roland Petit Suite Carmen, basado en la novela del francés Prosper Mérimée, sobre la que Georges Bizet hizo una adaptación y luego el cubano Alberto Alonso creó un libreto para el Teatro Bolshoi, que terminó por imponerse, dado su atractivo y calidad, comentaron especialistas.
El repertorio para los ticos del BNC comprende otras novedosas entregas en el capitalino Teatro Popular Melico Salazar, encabezadas por Dionaea, un montaje danzario del coreógrafo ya fallecido Gustavo Herrera, con melodías de Heitor Villa-Lobos.
Dicho ballet, mediante el cual son los bailarines varones quienes asumen un gran protagonismo –según la directora del BNC, Viengsay Valdés- “nos permite mostrar la gran versatilidad que caracteriza a la compañía”.
La escena del centro cultural tico, que honra al tenor del mismo nombre (1887-1950), presentará también el solo Muto, de Alberto Méndez, musicalizado por Edvard Grieg; y el pas de deux El corsario, en versión de Alicia Alonso sobre la pieza original de Marius Petipa y partitura de Riccardo Drigo.
El elenco, integrado, además, por las primeras figuras Sadaise Arencibia, Anette Delgado, Dani Hernández, Grettel Morejón, y Yankiel Vázquez, y bailarines en ascenso como Ányelo Montero, Estefanía Hernández, Gabriela Druyet y Jorge Guerra, ofrecerá interpretaciones que revelan el virtuosismo de la agrupación.
Los costarricenses centran su atención en la obra Carmen Suite, que, según la directora del BNC “permite a las bailarinas demostrar su sensualidad”.
Ese será uno de los grandes atractivos para el público nacional transmitido por esa obra, junto a su alto componente teatral, que la convierte en algo muy especial para el espectador, declaró la también bailarina en entrevista desde La Habana con el local Semanario Universidad.
“Carmen Suite –subrayó la primera bailarina- tiene mucha vigencia en la actualidad. En la versión nuestra se hicieron algunos cambios, pero la forma en que la interpretamos le concede una manera propia. Es una obra muy redonda, una carta de triunfo para nuestro ballet”.
Por esa teatralidad que caracteriza a la pieza, devenida en clásico de la compañía, aunque no fue creada para ella, Valdés considera que “atrapa desde el comienzo al espectador y ya no lo suelta hasta el final”.