La Habana.- Cientos de veces la vimos salir al círculo de lanzamiento, descargar toda su energía al lanzar el martillo y luego sonreír con un buen resultado…
También lloró cuando algo no salió bien o se incumplió el sueño… Así recordamos a Yipsi Moreno, una de las tantas mujeres que engrandecen el movimiento deportivo cubano.
Yipsi es un ejemplo más allá de los premios alcanzados, más allá de campeona olímpica y mundial. Se ha convertido en la primera mujer comisionada nacional de atletismo, integra el Consejo de Estado de la República de Cuba y vive orgullosa de su condición de madre del pequeño Abdel.
«Las mujeres hemos logrado muchos espacios en Cuba y seguir avanzando es nuestra manera de contribuir a lo que queremos como país», asegura convocada por JIT a opinar en medio de otra celebración por el Día Internacional de la Mujer.
«Ser deportista en Cuba es una manera de aportar a la sociedad que la Revolución tiene como ideal», confiesa con certeza por formar parte de eso. «Son ideas que defendemos desde todos los espacios. Por ejemplo, el parlamento se ha trazado esa meta de buscar la igualdad, de que las mujeres realicen cualquier tipo de trabajo mientras tengan la capacidad y el deseo de hacerlo», agrega.
Reina olímpica del martillo en Beijing 2008 y tres veces campeona mundial, Yipsi brilló en todos los escenarios competitivos y ahora se empeña en hacerlo desde sus nuevas funciones, porque se sabe en condiciones de aportar experiencias y ayudar a que los resultados sean mejores.
«Ser mujer deportista ha sido un reto y a la vez un honor y orgullo. Es desafiar constantemente ese concepto de que la mujer es solo para la casa o mantener ciertos estándares de belleza», dice feliz por haber sido una de las que rompió estereotipos.
Por eso no duda en felicitar a todas las que lo hacen diariamente desde cualquier esfera, a aquellas que luchan a diario por la igualdad y se saben capaces de enfrentar cualquier tarea.
Yipsi alienta además a quienes quieren convertirse en deportista, las insta a seguir el sueño y a sus familias a que las apoyen.
«A las que quieran ser deportistas les dijo que es una forma de lograr sueños, es lo mismo que ser artista o profesional de cualquier otra especialidad.
»Si se dedican el deporte de alto rendimiento no piensen nunca que se les deformará el cuerpo o perderán lo femenino, para nada… Eso se lleva por dentro y ser campeona es una hermosa manera de marcar la diferencia», reconoce con su eterna sonrisa.