Falta poco más de un mes para el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio y cada deporte da los últimos retoques a su preparación, pero también a sus objetivos en la capital nipona. A partir de hoy Cubadebate comienza a analizar las opciones de Cuba en cada una de las disciplinas con al menos un atleta clasificado, aun con el riesgo que implica hacerlo en medio de un contexto marcado por las pausas y los cambios en la preparación provocados por la COVID-19.
Para esta primera entrega es obligatorio hablar del buque insignia del deporte antillano, en esta ocasión uno de los que más ha sufrido la escasez de fogueo internacional. A su vez, miramos los desafíos del Pentatlón Moderno, una disciplina de atletas de acero que por segundos juegos consecutivos logra clasificar a sus mejores exponentes.
Boxeo: Empujar fuerte para el éxito de un país
Poquísimos serán los países en Tokio con una escuadra de boxeo integrada por seis campeones mundiales y tres titulares olímpicos. Es un mérito que Cuba intentará honrar en un torneo olímpico sumamente complejo, tanto por la reducción en la cantidad de divisiones en competencia como por la prolongada ausencia de torneos oficiales para medir el actual estado de forma y la calidad de los posibles rivales.
No obstante, Yosbany Veitía (52 kg), Lázaro Álvarez (57 kg), Andy Cruz (63 kg), Roniel Iglesias (69) kg, Arlen López (81 kg), Julio César La Cruz (91kg) y Dainier Peró (+91 kg) estarán en la capital nipona con el desafío de sostener al boxeo como el deporte que más títulos le ha entregado a Cuba en la historia de sus participaciones olímpicas.
Cuando se miran los nombres de la selección caribeña, uno resalta por encima del resto. Andy Cruz debutará bajo los cinco aros no solo como el único campeón mundial vigente del pugilismo cubano, sino como el hombre sobre el que recaen las mayores opciones de oro en un deporte con otras serias posibilidades de subir al podio.
En su caso, llega amparado por un impresionante récord de 108 victorias y solo ocho derrotas en torneos amateurs —su reciente éxito frente al profesional mexicano Miguel Vázquez en Aguascalientes no se suma a estos números—. Asimismo, mantiene un invicto de 23 peleas, una exquisita calidad técnica y cuenta con fortalezas para imponer su estilo en las tres distancias.
En esa división el principal rival del cubano debe ser el estadounidense Keyshawn Davis, su víctima en la final mundial de 2019 y que ahora peleará en Japón tras convertirse en profesional y llegar a un acuerdo con las autoridades de su país para presentarse bajo los cinco aros.
Mientras tanto, junto al matancero aparece el nombre de Julio César la Cruz como la otra gran opción antillana para coronarse en la capital nipona. Triple titular mundial y actual campeón olímpico en los 81 kg, el capitán de la escuadra criolla subió de división y ahora enfrentará un torneo donde el ruso Muslim Gadzhimagomedov, oro europeo y mundial, aparece como uno de los rivales a vencer.
Julio César suma a su polémico pero exitoso estilo sobre el ring una maestría que pocos pueden lucir. A su vez, en el reciente tope de preparación en Aguascalientes demostró que el aumento de diez kilogramos no le restó velocidad para moverse sobre el encerado, una de las claves de todos sus triunfos y una incógnita hasta hace apenas unas jornadas.
A ambos pugilistas se suman otros que tienen argumentos para avanzar en el organigrama y aspirar a subir al podio olímpico. Así, en los 57 kg el tetracampeón mundial Lázaro Álvarez intentará la revancha ante el uzbeco Mirazizbek Mirzakhalilov, vencedor en el último pleito entre ellos en la final planetaria de 2019.
De igual manera, Arlen López tratará de mostrar su mejor versión en unos 81 kg que tienen al kazajo Bekzad Nurdauletov y al uzbeco Dilshodbek Ro'zmetov como figuras principales.
En su caso, deberá lidiar en primer lugar contra los altibajos que han marcado su carrera desde su título olímpico de 2016. Si consigue mostrar en Tokio su mejor versión, pelear sin olvidar el plan estratégico y sostener la forma física contra sus rivales, tendría un camino más desbrozado para incluirse en la final
Finalmente, Yosbany Veitía, Roniel Iglesias y Dainier Peró tampoco deben tener problemas para incluirse en los cuartos de final, aunque pasar de esa fase ya significaría un muy buen resultado para ellos. De todos, la historia y los números están del lado de Roniel y si logra sostener la forma física bien podría dejar alguna sorpresa interesante.
En sentido general el boxeo cubano puede aspirar en Tokio a dos títulos y otro par de medallas. Definir el color, sumar o perder opciones posibles sobre el papel y de acuerdo a lo poco visto en el año, dependerá del trabajo táctico, la forma física y la capacidad para vencer las limitaciones impuestas por la pandemia.
Por lo pronto, nuestros boxeadores viajan a La Habana luego de cumplir una gira que incluyó estancias en Alemania, México y Holanda. Ir a Tokio por el mejor botín posible, acrecentar la cosecha de 37 títulos en citas bajo los cinco aros y continuar como el deporte líder de Cuba en citas estivales, dependen de demostrar en la ciudad asiática una calidad boxística que no tiene discusión.
Pentatlón Moderno: Leydi Laura Moya y Lester Ders por mejorar posiciones
Por tercera vez en la historia el pentatlón moderno cubano estará en unos Juegos Olímpicos. En esta ocasión, Leydi Laura Moya repetirá su presencia de hace cinco años en Río de Janeiro, mientras que Lester Ders concurrirá a su primera cita estival. Ambos consiguieron sus cupos en los Panamericanos de Lima 2019, y desde entonces fortalecen su preparación para sortear tanto la pandemia como la poca participación en torneos internacionales.
Aun así, los dos concursaron este año en par de copas del mundo, y aunque no alcanzaron grandes ubicaciones en los torneos individuales, sí registraron un mejor desempeño con su cuarto lugar en el relevo mixto. Sin embargo, esa modalidad no está convocada para Tokio 2020 y los deja sin la prueba donde tienen las mayores opciones de lograr una buena actuación.
No obstante, tanto para uno como para otro la presencia en la capital nipona debería rondar un objetivo clave: mejorar el puesto 15º de Yaniel Velázquez en Beijing 2008, la mejor actuación de un pentatleta cubano en Juegos Olímpicos. Conseguirlo implica, sobre todo, mantener resultados estables en la esgrima y en la natación, así como no bajar demasiado en la equitación.
Justamente en Río 2016 una caída de su caballo le quitó a Leydi Laura la opción de buscar un mejor lugar y en definitiva cerró en el escaño 34º. En la ciudad brasileña también compitió Jorge Ricardo Figueroa, ubicado finalmente en el puesto 32º. Cinco años después, el reto de superar esos rendimientos es el primer escalón.