En entrevista con Prensa Latina, el vicepresidente de la organización Manuel Pascual explicó que son varias las disciplinas incluidas en la agenda, algunas ya con fechas concretas y otras aún en etapa de coordinación.
De acuerdo con el directivo, después de discutir el proyecto con el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación de Cuba (Inder), fueron contactadas diversas federaciones francesas, un paso precedido por conversaciones con alcaldes de ciudades para evaluar las posibilidades de acogida a los atletas de la nación antillana.
La mira está ahora mismo en París-2024, pero esos juegos constituyen un evento efímero, por tanto nuestra visión en CubaCoop es la de ir mucho más allá, con intercambios deportivos entre los dos países antes y después de la cita bajo los cinco aros, precisó.
En Francia ya son 25 las comunas dispuestas a recibir a competidores de la isla clasificados para el magno evento del deporte mundial, que organizará esta capital por tercera vez en su historia, tras los celebrados en 1900 y 1924.
Pascual señaló que la llegada de los atletas antes del comienzo de los Juegos Olímpicos les permitirá entrenar en buenas condiciones, adaptarse a la diferencia de horario y ensayar en lo competitivo con jóvenes locales, quienes también saldrían beneficiados de esos encuentros.
Ya tuvimos una experiencia positiva este año, con la llegada a Francia en febrero de las selecciones de judo femenina y masculina de Cuba, que cumplieron una base de entrenamiento y participaron en el Grand Slam de París y en otros certámenes europeos, destacó.
Prevemos la participación del taekwondo en ambos sexos en un torneo con sede en París en noviembre y el arribo de la selección juvenil de boxeo para entrenar de cara al campeonato mundial de la categoría en Alicante, España, en noviembre, expuso.
Según el vicepresidente de CubaCoop, el baloncesto, el triatlón y la esgrima son otras disciplinas incluidas en el proyecto, mientras continúan las conversaciones con federaciones locales para ampliar la relación.
Pascual consideró que la mayor de las Antillas lidia con un complejo panorama, marcado por las dificultades económicas derivadas del bloqueo estadounidense, la mercantilización global del deporte, la salida de atletas hacia otros países y el apoyo de entrenadores a otras naciones, cuestiones que representan un reto para mantener sus resultados relevantes.