Con apenas 20 años Adriana Rodríguez sorprendió a América y se llevó el oro en el heptatlón de los juegos continentales de Lima 2019.
A pesar de su plata mundial entre juveniles y su mejoría constante, no llegaba a la capital peruana con el cartel de favorita. Sin embargo, allí tuvo la competencia de su vida y por tercera vez en la historia Cuba terminó en lo más alto del podio en estos eventos regionales.
Luego Adriana creció todavía más. Antes de que la COVID-19 frenara cualquier actividad deportiva ella fijó su marca personal en 6304 puntos y puso sus ojos en la clasificación olímpica.
Después de la pausa lo intentó en el prestigioso meeting de Gotzis y no pudo, pero aun le quedaba la oportunidad en la última prueba de confrontación en el Estadio Panamericano de La Habana. Era el 19 de junio de 2021. Su vida cambiaría aquel sábado.
Sintió la molestia en una de sus piernas durante la prueba de jabalina, la sexta del agotador evento. Aun así, su único objetivo seguía en Tokio y salió a correr los 800 metros con toda su voluntad encima. Llegó a la meta tras un esfuerzo que le dejó un récord histórico de 6313 puntos, pero todavía insuficiente para aspirar a la capital japonesa.
Y junto a las palmas y el cansancio, apareció también la lesión que la mantuvo casi dos años alejada de las pruebas combinadas.
El regreso al heptatlón aconteció el último fin de semana en la misma pista del Estadio Panamericano de La Habana y el reencuentro no pudo ser mejor: 6279 puntos, la tercera mejor marca de su carrera.
Adriana inició con un 13.2 de cronometraje manual un tanto alejado del 12.99 s que tiene como marca personal, pero capaz de darle la confianza necesaria para ir por más. Luego, su 1.76 m en la altura la mantuvo en un rango aceptable para el reinicio y la marca personal de 13.76 m en la impulsión de la bala confirmó que ella está lista de nuevo.
Más tarde, corrió los 200 metros en 23.88 m y tuvo un salto largo de 6.64 m, otro registro muy cerca de sus máximos históricos. En la jabalina, el evento donde más debe mejorar para aspirar con fuerza a la élite, terminó discreta con 36.50 m, pero recuperó terreno con 2:16.72 en los 800 metros a menos de un segundo de su máximo de por vida.
Tras la competencia Adriana tuvo un aparte con Cubadebate no solo para conversar sobre el regreso, sino para reafirmar cuánto más puede lograr esta muchacha tan llena de talento, ímpetu y juventud.
— ¿Qué sensaciones deja regresar al heptatlón?
— Muchísimas, pero sobre todo de mucha felicidad por estos resultados. El propósito era retomar las cosas donde la dejamos cuando llegó la lesión y eso lo cumplimos. Algunos no verán lo conseguido en la competencia como algo tan grande, pero para mí significa muchísimo.
— ¿Superada completamente la lesión?
— Ya no queda nada. La lesión está más que superada física y mentalmente y eso es lo más importante de todo. Además, pude terminar mi primer heptatlón y no sentí molestia alguna.
Como pasa con casi todas las lastimaduras estuve un tiempo alejada del entrenamiento, algo que vamos venciendo con el día a día. La recuperación me costó un poco de trabajo, pero al final lo logré.
— En la pasada temporada solo competiste en algunas pruebas de salto largo. ¿Qué tan buen resultado dio esa estrategia?
— El 2022 fue un año decisivo para completar la recuperación. Algunos médicos proponían que saliera de los entrenamientos y competencias, pero de conjunto con mi entrenador dijimos rotundamente que no y continuamos la preparación sin hacer heptatlones.
Entonces el objetivo principal fue llevar le pie de la lesión a un estado óptimo para poder incorporarme a mi evento principal. Eso dio resultados y logramos eliminar casi por completo las molestias mientras seguía fortaleciendo la pierna.
En este año mantuve cierto nivel competitivo y de entrenamiento al participar solo en pruebas de salto largo. Por suerte mi pierna de despegue no era la afectada, así que podía hacerlo sin ninguna dificultad. Creo que competir solo en salto largo fue la mejor decisión en ese momento.
Yipsi Moreno, entonces la Comisionada Nacional, fue de las primeras en estar de acuerdo y apoyarme. Además de ir recuperándome sin grandes riesgos, también podía seguir en algunas competencias, algo que es fundamental para cualquier atleta.
— ¿Proyecciones para el futuro?
— Es posible que participemos en el heptatlón de Gotzis, uno de los más fuertes de cada temporada. Por ahora, seguir trabajando porque queda mucho camino por hacer. La meta para los Juegos Panamericanos se mantiene y nunca he pensado otra cosa. Hay un título que defender y para allá vamos con todo.