Desde el 2019 el país venía dando pasos para el perfeccionamiento de la empresa estatal con la aprobación de 28 medidas ampliamente discutidas en los colectivos laborales. En agosto del siguiente año se implementó la resolución 115 del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) para la descentralización de las divisas. Normativa que ofrece al empresario una serie de herramientas para poder autogestionar su financiamiento y no supeditar su actividad económica a la espera de una asignación centralizada.
Uno de los ejemplos más conocidos es que las empresas pueden retener el 80% de la liquidez obtenida por las ventas al exterior y a la Zona Especial de Desarrollo Mariel, las ventas en línea y al circuito de tiendas que operan en moneda libremente convertible (MLC); así como la colaboración internacional y la reutilización del exceso de liquidez temporal de algunas empresa para financiar proyectos estratégicos del país.
El 2021 se presenta como un año clave y de profundas trasformaciones en materia económica. El ordenamiento monetario y cambiario ha sido una medida totalmente trasversal y necesaria que, desde el primero de enero, impactó en el sistema empresarial y puso a prueba la capacidad de directivos y cuadros con vistas a sortear los escollos y buscar alternativas que les permitan maximizar sus ingresos.
El sector empresarial alcanza mayor autonomía en su gestión a partir de la aprobación de 15 nuevas medidas, dotándola así de instrumentos jurídicos que fortalecen el sentido de pertenencia de los trabajadores con su entidad laboral. Se flexibiliza el objeto social y se descentralizan los precios y tarifas, igualmente ocurre con los movimientos organizativos y el traspaso de entidades económicas y de actividades.
Para la distribución de utilidades a los trabajadores, después de impuestos, no existirán límites en la cantidad de salarios mensuales y no se condicionará a ningún indicador directivo. Con las utilidades retenidas se podrá financiar la adquisición o construcción de viviendas para trabajadores con necesidades habitacionales, siempre con previo acuerdo en el consejo de dirección.
Se flexibiliza la estructura y funcionamiento del sistema empresarial, al ampliarse las funciones de las Unidades Empresariales de Base (UEB) y concebirse la creación de empresas filiales, “una UEB que cierra determinado ciclo productivo puede convertirse en una micro, pequeña y mediana empresa (mipymes) o alcanzar el estatus de empresa filial. La medida busca acercar la toma de decisiones al lugar donde se genera el echo económico”, explicó el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, durante su comparecencia en la Mesa Redonda.
Ambas medidas ratifican la voluntad del gobierno cubano de buscar mayor eficiencia económica desde los niveles primarios. El país ha decidido potenciar la creación de estos actores económicos de nuevo tipo, dígase la empresa filial y las mipymes con el propósito de lograr una mayor interacción de todos los actores económicos, en un entorno mucho más favorable.
Pese a todas las facilidades que se le ha ido incorporando al sistema empresarial, hoy todavía persisten ineficiencias. Unas 500 empresas están en pérdidas porque no han sabido adaptarse al nuevo escenario económico y solo unas 322 se acogen a la resolución 115. No obstante se vislumbra un despertar y hay ejemplos muy favorables en ese sentido.
Otro elemento imprescindible a la hora de emitir un juicio sobre el funcionamiento del sistema empresarial está precisamente relacionado con las limitaciones materiales y financieras impuestas por el bloqueo norteamericano. Si bien es cierto que lleva ya más de 60 años sería pertinente aclarar que bajo la administración de Donald Trump se aprobaron más 240 medidas contra la Isla y las afectaciones económicas superan significativamente las de etapas anteriores.
No bastará solamente con emitir normas jurídicas para otorgarle al sistema empresarial mayores libertades de acción, sino se cuenta con cuadros mejor preparados, de ahí la necesidad de una capacitación oportuna y efectiva. Asimismo, la innovación y la ciencia deberán acoplarse en la estrategia de desarrollo y la comunicación tendrá que tender puentes para lograr mejoras en la articulación de todos los actores de la economía nacional.