El vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, valoró hoy que Cuba tiene posibilidades de cumplir los planes económicos trazados para 2023, aunque debe incrementar la producción agropecuaria y enfrentar la inflación.
Al dirigirse a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), Gil informó que al cierre de abril las exportaciones de bienes y servicios alcanzaron los 866 millones de dólares; 23,6 millones por debajo de lo proyectado en la etapa.
El turismo, uno de los principales sectores que generan divisas para el país, se situó en ese periodo al 28 por ciento del plan anual, y aunque evidencia una gradual y progresiva recuperación debe continuar trabajando en el rescate de mercados emisores y otros aspectos, apuntó el ministro de Economía.
Recordó que aun cuando el 3 de mayo la nación caribeña llegó al millón de visitantes, en este calendario la intención es recibir a más de tres millones.
Comentó que la implementación del mercado cambiario a partir de agosto de 2022, aunque limitado, ha permitido reactivar producciones que estaban paralizadas, como algunas de la industria electrónica, el aseo para la canasta básica y renglones agrícolas priorizados.
También se avanza en la ampliación de las operaciones digitales, una necesidad ante la carencia de papel moneda.
Todavía lejos de lo que necesita la isla, pero con una señal positiva, Gil mencionó que más del 80 por ciento de las empresas estatales exhiben en los primeros cuatro meses del año un resultado favorable.
En tal sentido destacó la disminución de aquellas que tienen pérdidas, 126 menos cuando se comparan con igual etapa del 2022, mas no se puede perder de vista que aún 285 no operan con liquidez.
Resaltó, asimismo, que el sistema electroenergético nacional mejora con respecto al calendario anterior, con afectaciones planificadas en su mayoría, diseñadas para poder asumir en mejores condiciones las demandas del verano.
No obstante, acotó, se ha sobreconsumido diésel para la generación, lo cual afectó a las industrias, la transportación, la agricultura y otros escenarios económicos.
También resulta negativo que la composición de la matriz energética continúa siendo desfavorable, con un cinco por ciento solamente montada sobre fuentes renovables.
Refirió que el país avanza en inversiones en el sector hidráulico, la producción de acero y la transportación, entre otros renglones; sin embargo, un aspecto que define es la atención al déficit fiscal, que actualmente supera los 32 mil 700 millones de pesos (alrededor de mil 362 millones de dólares).
La estabilización macroeconómica transita por la reducción gradual de ese déficit, subrayó, así como por la creación de un nuevo mecanismo de gestión de la liquidez en divisas del país.
Este último elemento debe permitir sobreponerse a las limitaciones del actual esquema de control de cambio, además de crear condiciones para su financiamiento y lograr una mayor integración entre los actores económicos.