Las micro, pequeñas y medianas empresas, conocidas como MIPYMES, han ido ganando relevancia en el entramado empresarial cubano desde su surgimiento. Estos actores económicos nacen bajo el amparo de nuevas legislaciones, que apuestan por la participación de todos los sectores para el desarrollo del país.
Consideradas por algunos como los grandes dinamizadores de la economía, capaces de generar empleo y riquezas, otros las ven como los culpables de la inflación y las asimetrías sociales palpables en la actualidad.
Para conocer sobre el papel que juegan las MIPYMES en la economía y analizar las diferentes opiniones y posturas que existen al respecto, Cubadebate dialogó con dos reconocidos expertos sobre esta materia. Ileana Díaz Fernández y Ricardo González Águila, profesores del Centro de Estudios de la Economía Cubana, quienes nos dejan saber sus opiniones sobre diez temas cardinales.
Con el reconocimiento por parte de la Constitución de nuevos actores económicos en el país, incluyendo a las micro, pequeñas y medianas empresas, ha cambiado el tejido empresarial en el país. Muchas de ellas han surgido en un contexto económico desfavorable, marcado por la crisis económica internacional y por desequilibrios macroeconómicos internos, como una alta inflación. ¿Qué valoración general se puede hacer de este proceso hasta la actualidad?
—Ricardo: Desafortunadamente, las PYMES nacen en un contexto de crisis económica severa. Creo que la mejor forma de valorar lo que han significado es preguntándonos cómo estaríamos hoy si no existiesen. Y mi respuesta a esa pregunta es inequívoca, no estaríamos mejor. Por lo tanto, me parece que se acertó cuando se apostó por introducirlas como nuevo actor del modelo económico cubano. Obviamente, como surgen enmarcadas en una crisis sus potenciales efectos positivos no se han desplegado por completo. Por otra parte, siento que algunas veces se atribuyen a las PYMES responsabilidades que no le corresponden, como por ejemplo, la inflación (intentaré explicar por qué más adelante).
—Ileana: El proceso de creación de las MIPYMES ha sido positivo para el país, el 19,6% son de actividades manufactureras, el 12% de producción de alimentos y bebidas, ocupan a 225 mil personas de los cuales 189 mil son nuevos empleos. Es una buena mirada.
Falta mucho por corregir para lograr mayor articulación entre todos los actores, mayor integración y mayor aporte a la economía, pero ellos son parte de una economía en crisis, donde las condiciones son más de supervivencia que de crecimiento, en todos los actores incluida la empresa estatal, que es quien debería trazar la pauta del desarrollo.
Algunos se preocupan por la cantidad de micro, pequeñas y medianas empresas que se han creado en poco tiempo, ya que superan en número a las empresas estatales. ¿Deberíamos considerar esto como un riesgo para el modelo socialista cubano? ¿Se está privatizando la economía?
—Ileana: En América Latina y Europa las MIPYMES representan aproximadamente el 98% del total de empresas, sin embargo, el 2% restante garantiza más del 80% del PIB y la mayoría de las exportaciones.
En Cuba las MIPYMES son alrededor del 50% (sin contar al trabajo por cuenta propia que contrata hasta 3 trabajadores o el negocio familiar) del total de organizaciones productivas, sin contar las unidades presupuestadas de tratamiento especial, ni las empresas mixtas.
Según se planteó en la Asamblea Nacional, se espera que todas las formas de gestión no estatal aporten el 13,9% del PIB, pudiera incluso ser mayor y de todas formas muestra que el sector estatal garantizan la mayor proporción del PIB, además los medios fundamentales de producción no pueden ser propiedad privada, por tanto, cómo afirmar que se está privatizando la economía
El socialismo no está reñido con la economía mixta, es decir, la existencia de diferentes formas de propiedad Es pertinente que, en vez de marginalizarlos, se les involucre en la construcción del socialismo, se fomente la articulación con formas estatales. Los actores no estatales aportan hoy a la sostenibilidad económica y social de nuestro socialismo, pero es el sector estatal quien debe fortalecerse para conducirlo.
—Ricardo: Respeto a quienes piensan de esa forma, pero es una opinión que no comparto.
Vayamos por partes, conceptualmente hablando, la privatización se asocia al traspaso de propiedad de un activo público a empresas privadas; o a la externalización de la gestión de ciertos servicios ofertados por el Estado, por ejemplo, de salud pública. Hasta donde yo entiendo, esto no fue lo que sucedió en Cuba. Lo que sí ha ido pasando en Cuba –y en mi opinión de forma correcta- ha sido la superación paulatina de aquél paradigma conceptual que nos decía que el progreso social era solo posible mediante el uso exclusivo de empresas estatales. Y, como consecuencia de ese cambio de paradigma, hubo una apertura al sector privado, que yo calificaría aún hoy de discreta. No obstante, insisto en la siguiente idea, que el modelo productivo incorpore actores privados no es equiparable a privatizar.
De otra parte, que el número de PYMES sea mayor que el número de empresas estatales no guarda ningún significado especial. Te diría que en todos los demás indicadores (número de empleados promedios, exportación, ventas, activos físicos, etc.) la empresa estatal supera con creces al sector privado. Pero incluso si esa relación comenzara a cambiar, tampoco debería ser motivo de preocupación.
Al final, lo verdaderamente importante es la capacidad institucional de un Estado (en este caso el cubano) de liderar, diseñar y coordinar el desarrollo de un país donde inevitablemente deberán integrarse y cooperar diferentes actores, estatales y privados. Ahí están las referencias conceptuales de China y Vietnam, ambos países con un sector privado vibrante que ha servido para elevar la calidad de vida de su población; y no para destruir su modelo de sociedad. Fue así porque el Estado no abdicó su función como estratega de la transformación, como regulador y como diseñador y promotor de políticas públicas. Mientras Cuba no pierda esa capacidad, en mi opinión, habrá poco de qué preocuparse.
También se señala que estos actores económicos tienen precios elevados en algunos de sus servicios o productos. ¿Qué opinión tienen sobre este aspecto? ¿Hasta qué punto influye el hecho de no contar con un mercado cambiario para la compra de divisas?
—Ricardo: Creo que es importante estructurar la respuesta diferenciando causas de consecuencias.
En Cuba hay un proceso inflacionario en curso del cual las PYMES no son responsables. Esto hay que decirlo y explicarlo claramente. Mientras el déficit fiscal y otras fuentes de emisión cuasi-fiscales se mantengan; la inflación no se detendrá, existan PYMES o no. Algunos colegas muy valiosos del Ministerio de Economía y Planificación han estimado que por dichas fuentes están entrando en circulación cerca de 100 mil millones de pesos anuales. Esta cifra considerable alimenta una masa monetaria amplia que no encuentra contrapartida en bienes y servicios, desequilibrio que termina por expresarse no solo sobre el sector privado; sino también sobre el sector estatal, aunque de forma diferente.
En el estatal, como sus precios son rígidos porque los regula directamente el Estado, los desequilibrios se expresan mediante el aumento de la escasez, la dificultad para acceder a recursos productivos críticos, y el desabastecimiento; y esto explica -en parte- las dificultades crecientes del sector para colocar oferta de bienes en los mercados de consumo. En el privado el desequilibrio monetario se expresa a través de incrementos de precios. Subrayo el hecho de que ambos efectos (desabastecimiento e inflación) son consecuencias de la misma causa subyacente señalada con anterioridad.
Aclarado el punto de que las PYMES no son la causa de la inflación, hay que decir que los contextos inflacionarios son propicios para todo tipo de desviaciones de políticas y efectos empresariales indeseados, como puede ser por ejemplo, la obtención de beneficios extraordinarios mediante la fijación de precios excesivos. Cualquiera con un poco de intuición en economía pensaría, de forma correcta, que las PYMES podrían estar reflejado parte de esos efectos indeseados.
Sin embargo, al respecto hago tres observaciones. Primero, estos efectos no tienen que ver con el hecho de que haya PYMES en la comercialización (pasaría de igual forma si no existieran). Segundo, si efectivamente hubiera beneficios empresariales extraordinarios habría que identificar qué empresa/actividad específica lo está obteniendo y regular con precisión milimétrica sobre esas actividades; evitando así generalizaciones apresuradas sobre el sector en su conjunto. Tercero, y siendo consistente con la verdadera causa; si de veras queremos controlar estos efectos indeseados la mejor forma es controlar las fuentes de emisión monetaria mencionadas al inicio, en lugar de cuestionarnos la existencia de las PYMES, un relato que se ha ido instalando en la opinión pública que observo con particular preocupación.
—Ileana: Las MIPYMES tienen precios elevados en la mayoría de su oferta, lo cual hay que contextualizar:
- Después de la pandemia el mundo registra incrementos de precios en sus bienes y servicios, lo cual se ha reflejado en el incremento de precios del sector estatal
- El ordenamiento monetario generó incrementos de precios en el sector estatal, más que lo diseñado en la propuesta.
Ambos elementos afectan al sector no estatal, pero la no existencia de un mercado cambiario oficial, agudiza aún más la presión inflacionaria. Las MIPYMES están obligadas a acudir al mercado informal con altas tasa de cambio conocidas por todos. La adquisición de la divisa en ese mercado, obliga a establecer precios en cup de sus bienes y servicios que les permitan cerrar el ciclo, es decir, poder comprar de nuevo divisas.
Otra vía de obtener divisas es mediante la exportación, no es simple exportar y no todas producen bienes o servicios exportables, pero aquellas que lo hacen, sus ingresos por exportación entran a sus cuentas en MLC, moneda que solo tiene capacidad de compra nacional, no sirve para las transacciones internacionales. Entonces, de nuevo el mercado informal es el medio para obtener las divisas necesarias
Las MIPYMES necesitan divisas como todo el sector productivo del país de cualquier forma de propiedad y mucho más en las circunstancias actuales cuando la oferta de la empresa estatal se encuentra muy deprimida.
Las MIPYMES no son las responsables de la inflación, el análisis profundo y desmitificado de este asunto es muy importante para explicárselo a la población
Otros opinan que las micro, pequeñas y medianas empresas se centran principalmente en la comercialización y reventa de productos importados, lo que contribuye a la inflación. ¿Es esto cierto?
—Ileana: El 4,6% de las MIPYMES en el país son de comercio y existe un 19% de empresas estatales de comercio, eso significa que todo país necesita de esa actividad económica. Lo que sucede hoy es que la economía estatal está muy deprimida y la oferta de bienes y servicios de las MIPYMES no enfrenta competencia, al mismo tiempo existe una alta demanda (que no llega a satisfacer), eso implica incremento de precios, es de manual.
Mientras menos MIPYMES comerciales se tengan y las Empresas estatales no produzcan, la demanda no se satisface, la competencia es poca y los precios suben.
Se pudieran aplicar incentivos a la comercialización de ciertos productos, realizar alianzas, etc., para conducir esa comercialización. Es un error no dejar crecer la cantidad de MIPYMES que comercialicen, pues concentra el poder del mercado.
¿Por qué enfocarse en la comercialización? Es difícil hacer sostenible la producción de bienes en Cuba, muchas materias primas deben importarse, para ello se necesita divisa, pero el tiempo de recuperación es más largo. Esto en medio de la crisis induce a enfocarse en actividades de ciclo más cortos de recuperación y más rentables ante la escasez de bienes en el mercado.
En las redes se enfatiza mucho que las MIPYMES deben tener un enfoque más en el pueblo y bajar sus precios.
Primero y ante todo, pueden haber quienes se están aprovechando para enriquecerse y sub declarar (debe ser la administración tributaria quien identifique estos comportamientos), pero no son todos y en el todos se incluyen incluso hasta aquellos que no revenden.
Segundo, la MIPYME no es responsable de que los jubilados y que en general la población tenga ingresos con muy bajo poder adquisitivo, los precios han subido en lo estatal y lo privado, por efecto del ordenamiento, de los incrementos de precios internacionales y otras distorsiones
Tercero, se debe acabar de entender que las empresas operan para producir, vender y recuperar y sus costos, sea privado o estatal, así deben operar. Las MIPYMES participan y aportan al PIB, al empleo y podrán realizar acciones de responsabilidad social, pero el peso de la economía y del proyecto social lo tiene el sector estatal, para lo cual debe apoyarse en el resto de los actores
Es de vital importancia que las empresas estatales cumplan su papel y para ello es indispensable el mercado cambiario como un paso para acabar de integrar la economía.
—Ricardo: Enfatizaré en una idea que deslicé en la respuesta anterior. Allí donde existan precios que reporten a las empresas beneficios extraordinarios (sean estatales o PYMES); el Estado tiene el deber y la obligación de regularlos. Ello representa su compromiso con la sociedad, y muy particularmente, con los trabajadores y pensionistas. Hay diferentes maneras de regular (y miles de páginas escritas al respecto), que van desde la implementación de impuestos específicos hasta la conformación marcos regulatorios basados en el fomento de competencia inter-empresarial. Insisto y revindico las funciones como regulador del Estado. Los mercados son buenos instrumentos, pero con mucha frecuencia fallan; y se necesita de un Estado que calibre sistemáticamente la solución que proveen.
No obstante, tenemos que diferenciar los precios excesivos de aquellos que son altos porque reflejan condiciones objetivas de producción y comercialización. En la Cuba de 2023 esas condiciones son muy desfavorables para ambos sectores, estatal y PYMES. Estas últimas cargan no solo con un tipo de cambio muy superior; sino también con condiciones de financiamiento, salarios e insumos que son varias veces mayores al que paga una empresa estatal. Por lo tanto, cuando se analizan los precios que fijan las PYMES hay que analizar también sus costos. Son dos caras de una misma moneda. Hay quien me dice que de todas formas estos precios no se justifican porque lo costos de combustible y electricidad están siendo “subvencionados” por el Estado. Es un punto interesante, que de todas formas no cambia la conclusión, saber si estos subsidios son suficientes para generar beneficios extraordinarios, que repito, es la clave del asunto. Y hay que ser claros al respecto, si se interviene sobre las PYMES y resulta que sus precios son reflejos de condiciones desfavorables y no de precios excesivos; la consecuencia puede agravar la situación general de la economía en lugar de ayudar a mejorarla.
Uno de los aspectos fundamentales para lograr el desarrollo del país es establecer verdaderos encadenamientos en el entramado empresarial cubano. ¿Se ha logrado esto realmente? ¿Hasta qué punto podrían ayudar las alianzas público-privadas al desarrollo del país?
—Ileana: Se debe diferenciar entre encadenamientos y alianzas público-privada. Los encadenamientos es el proceso lógico de la actividad productiva, todo negocio necesita de otro para producir. Las cadenas establecen estas relaciones de forma duradera con el objetivo de satisfacer la demanda identificada. Se han logrado encadenamientos, no todos los que se necesitan por múltiples razones, entre otras, la empresa estatal tiene poco que ofrecer, la cultura organizacional de cada forma de propiedad es diferente, los tiempos también difieren (en la estatal son largos, muchos permisos a solicitar), la legislación ampara más a la empresa estatal, etc.
Las alianzas público-privadas, si bien debe mediar contrato, no es de compra-venta, sino de definir los términos de la alianza con un enfoque de ganar-ganar, para gestionar locales, para producir incluso con precios bajos, etc., donde se garanticen, por ejemplo, objetivos sociales al mismo tiempo que el negocio no pierda.
Ricardo: Aunque las transacciones entre el sector estatal y privado han aumentado desde que surgieron las PYMES; los vínculos establecidos están lejos de acercarse al ideal.
Para avanzar en encadenamientos virtuosos entre el sector privado y el estatal, cuestión que me parece clave en el desarrollo futuro del país, se necesita avanzar en la integración del sistema de precios que emplean ambos circuitos productivos. Por sistema de precios, no se entiende solo el precio de venta, sino también, de salarios, tipos de cambio, tipos de interés, y el precio de los insumos productivos. Hoy existe una brecha considerable entre ambos sistemas y unos niveles de distorsión muy altos que nos impide conocer la realidad que esconden dichas transacciones. Unificar ambos sistema de forma coherente y articulada, para que los precios emitan señales no distorsionadas hacia las empresas es una acción de primera instancia para fomentar alianzas público-privadas efectivas.
Recientemente, el ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández, informó al Parlamento que las micro, pequeñas y medianas empresas habían importado alrededor de 166 millones de dólares en los primeros cuatro meses del año. Al detallar las operaciones de comercio exterior de las formas de gestión no estatal, dijo que habían generado 4 788 500 dólares en exportaciones y 270 294 100 dólares en importaciones. ¿Es esto una deformación?
—Ileana: Nuestra economía esta deformada en general, en Cuba siempre se ha importado más que lo que se exporta en bienes. Por cada 1% de PIB el país necesita más del 30% de importaciones. Las MIPYMES son parte de esa economía que no produce.
Lo que se destaca es que mucha de esa importación es producto terminado y no materia prima para producir, algo se expuso en una pregunta anterior sobre esto
El bloqueo económico es el principal obstáculo para el desarrollo del país. ¿Podrían las micro, pequeñas y medianas empresas ser una vía para superarlo?
—Ileana: La población ha creído que las MIPYMES resolverían los problemas de escasez de la economía, de hecho, una buena parte de la oferta de bienes actuales es comercializada por las MIPYMES, con los precios altos según lo antes expuesto. Sin embargo, no son suficiente para solucionar todas las necesidades, para ello es necesario que la economía funcione como un todo, integrada, no de manera fragmentada, que no permite aprovechar las ventajas no bloqueadas de las MIPYMES, para toda la economía nacional
El Ministerio de Finanzas y Precios ha anunciado que dejará de exonerar del pago de impuestos a las micro, pequeñas y medianas empresas de nueva creación, tanto si se originan de una reconversión de Trabajadores por Cuenta Propia (TCP) como si son completamente nuevas, con el objetivo de aumentar la recaudación tributaria. ¿Podría esta medida obstaculizar la creación de nuevas micro, pequeñas y medianas empresas? ¿Podría fomentar la subdeclaración?
—Ileana: Es un error eliminar las exenciones, todo negocio necesita de un período de acomodo para comenzar e igualmente los TCP para reconvertirse. Se aumenta más la recaudación tributaria fomentando la ampliación de la base imponible. El enfoque que ha primado en el régimen fiscal de las MIPYMES es rentista, totalmente recaudatorio y nada equitativo. Incentiva la subdeclaración.
Aunque aún no hay cifras que demuestren cuál es el impacto real de estos actores en la economía, ya se puede decir que poco a poco van teniendo un impacto a nivel territorial. ¿Qué tan importantes son para el desarrollo del municipio? ¿Creen que ha faltado una mejor coordinación entre las prioridades de desarrollo local y su creación?
—Ileana: Las MIPYMES junto al resto de los actores son fundamentales para el desarrollo de los territorios, significan producción, empleo, etc., pero habría que conducir su participación.
Las solicitudes se realizan por una plataforma online, es complicado alinearlo con las necesidades de cada territorio. No obstante, cada territorio puede en función de su estrategia de desarrollo promover, ayudar, asesorar la creación de MIPYMES en las áreas de interés.
A pesar de todo este escenario, ¿hay optimismo en cuanto al futuro de este tipo de actores en la economía?
Ileana: Estos actores están y deben seguir estando, imprimen dinamismo a la economía, pero es necesario que se le integre más a la economía, que de conjunto con el sector estatal aporten a nuestra sociedad.