Vehículos Eléctricos del Caribe (VEDCA

Vehículos Eléctricos del Caribe (VEDCA) fue constituida en 2019 como un contrato de asociación económica internacional entre la compañía china Tianjin Dongxing y la empresa cubana Minerva. La construcción de las instalaciones, el montaje del equipamiento y el inicio de operaciones fueron complejos, en medio de la pandemia de covid-19, y la producción arrancó en el segundo semestre de 2021.

Desde entonces, ha crecido y evolucionado siguiendo las tendencias y necesidades del mercado cubano, ensamblando y comercializando miles de unidades, principalmente motos y triciclos eléctricos.

“Básicamente, el proyecto se concibió para suministrar a las cadenas de tiendas motos y bicicletas eléctricas y, en menor medida, triciclos”, explica Julio Oscar Pérez, director de VEDCA. “No había un nivel de demanda grande para los triciclos, pero el mercado fue cambiando y hoy son el producto estrella, sin que dejemos de ensamblar motos”.

La planta de montaje, en un área de unos 9 000 m², está en avenida Independencia, entre Crucero de Armada y calle 100, en el municipio habanero de Boyeros.

Un área de la planta de montaje de VEDCA, en el municipio habanero de Boyeros. 

VEDCA, con una plantilla de unos 60 trabajadores (ingenieros, técnicos, soldadores y pailero, electricistas, ensambladores), ensambla unos nueve modelos de motos, incluido el LT4 203, de tres ruedas, y dos modelos de triciclos: el C-400 (de carga con capacidad de 400 kg, sin cabina, que permite aplicaciones de lona y cajón) y el C-800A (de carga con capacidad de 800 kg, con cabina y parabrisas y en tres aplicaciones: refrigerado, con lona y con cajón).

Además, vehículos infantiles, la bicicleta eléctrica LT-4209 y el triciclo LT-4211, este último para adultos mayores, con capacidad para transportar a dos personas y una carga de 200 kg.

Entre varios operarios que trabajan en la línea de ensamblaje, Yosvany Pérez, jefe de brigada, explica que el proceso se divide en dos etapas: la primera, de soldadura y ensamble del chasis, porque los equipos llegan desarmados en contenedores.

“Mientras trabajan paileros y soldadores, del lado de acá se avanza paralelamente en el preensamble. Se montan gomas en los diferenciales; en las camas se colocan guardapolvos, focos, asientos; se arman los componentes eléctricos en el timón, el puño del acelerador, la pizarra, los conmutadores, el chucho… Cuando ya están los chasis y el preensamble, pasamos a la línea de producción”, dice.

Según el jefe de brigada, en un día pueden salir de la línea de ensamblaje entre 20 y 25 triciclos. “Eso, en dependencia del modelo. El C-400 es más noble; el C-800A incorpora cabina, techo, limpiaparabrisas, ventiletes, espejos laterales e interiores, alfombra… Es un poco más complejo”.

En el caso de las motos, la cifra es de unas 60 unidades en una jornada.

En la planta de montaje de VEDCA se ensamblan unos nueve modelos de motos eléctricas, dos de triciclos, bicicletas eléctricas, vehículos infantiles y un triciclo para adultos mayores.

Julio Oscar Pérez, director de VEDCA: “Hemos logrado tener crecimiento estable todos los años y un nivel de reconocimiento y satisfacción en el mercado”. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Al hablar de los cambios en el mercado y la situación del país, el director de VEDCA comenta que las restricciones en las transacciones financieras, que obstaculizaban el retorno de dinero al proveedor chino y dificultaban que se cerrara el ciclo productivo, les llevaron a buscar otras opciones.

“A principios de 2022, tuvimos que migrar a otro sector de mercado, ingresamos a las ventas en pasarelas internacionales de pago y hemos ido profundizando esa línea. Hoy es nuestro principal mercado, aunque no todos tienen acceso a él, porque implica capacidad de pago en el exterior. Por eso nuestros niveles de actividad no están a la altura de lo planificado”, señala Pérez.

No obstante –agrega–, “hemos logrado tener crecimiento estable todos los años y un nivel de reconocimiento y satisfacción en el mercado, manteniendo, además, una proyección de nuevos productos, que permanentemente estamos estudiando.

“De hecho, estamos en pruebas de autos eléctricos de pequeña y mediana potencia para el mercado cubano, con buenos resultados. Estamos preparando nuevos embarques de esos vehículos en China, ya con las correcciones basadas en el periodo de prueba, de modo que a final de este año VEDCA tenga identificado un auto eléctrico con autonomía de unos 300 kilómetros, una velocidad máxima de 100 a 110 km/h, confort interior, aire acondicionado y otras prestaciones”.

Un triciclo del modelo C-400 saliendo de la línea de ensamblaje. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Pérez destaca que esa línea, consistente con el compromiso medioambiental de VEDCA, podría convertirse en un producto de alta demanda en un contexto de déficit de combustible y necesidades crecientes de movilidad.

“Evaluamos permanente las necesidades del mercado. Cuando se concibió el proyecto, el producto más importante eran motos y bicicletas. Hoy es el triciclo, porque tiene otros beneficios, no solo de transportación de pasajeros o familiar, sino de carga tanto para personas naturales como pequeños negocios y hasta el sistema empresarial. También en el caso del auto estamos mirando las tendencias y lo que necesita el mercado”, dice el director de la asociación económica internacional.

En VEDCA buscan constantemente formas de mayor rentabilidad, como la optimización del espacio en los contenedores.

“Además de los equipos, combinamos trayendo partes y piezas que se pueden comercializar como repuestos y utilizamos así el espacio libre en los contenedores, con lo que mejoramos el flete, aumentamos el aprovechamiento de espacio de un 20 a un 25% y, de paso, es ahorro para el país por concepto de flete”, explica el director.

“Somos productores, importadores y comercializadores, por lo que podemos integrar todos esos procesos y buscar beneficio en cada una de las operaciones”, añade.

Instalación de los componentes eléctricos.

El diseño de producción de VEDCA es de unas 10 000 unidades anuales, combinando motos (mayormente), triciclos (hoy el principal producto) y otros productos, incluidos partes, piezas y accesorios.

“El triciclo es un producto que requiere mucho espacio, desde el ensamblaje hasta el almacenamiento y la logística. Inicialmente, como decía antes, no estaba concebido el proyecto con el triciclo como producto fundamental. Hoy el mercado principal que tenemos identificado es el de triciclos”, afirma Pérez.

“Hablo de mercado con garantía de cobro seguro y pago desde el exterior. Las necesidades para 10 000, 20 000 unidades, existen en el mercado cubano. Pero ese mercado que garantiza el reaprovisionamiento para la producción, a partir de garantizar el pago desde el exterior, es más limitado en demanda. En el plan para 2025 estamos planificando unas 5 000 unidades, es un crecimiento respecto a años anteriores, aunque sigue sin aprovechar la totalidad de la capacidad instalada”.

VEDCA comercializa motos y triciclos mediante tres canales fundamentales basados en liquidez desde el exterior: tiendas de comercio en línea, formas de gestión no estatal y promoción y venta en varios países (como Panamá y República Dominicana) con entrega inmediata del producto en La Habana y con garantía de seis meses.

Deans Daniel Rodríguez Arias, gestor promotor de ventas de la empresa, destaca el crecimiento durante los años de operaciones desde 2021, en medio de la pandemia.

“En ese año, la empresa logró vender productos por 2 043 000 dólares; en 2022, creció a 2.4 millones, y en 2023, a 3.2 millones. El 2024 debe cerrar en torno a los seis millones. Para 2025, proyectamos un plan de ventas por encima de ocho millones. La venta en tiendas en el exterior con entrega en Cuba, por ejemplo, debe generar ingresos externos superiores al millón de dólares, que es también un aporte al país”, precisa.

Deans Daniel Rodríguez Arias, gestor promotor de ventas de VEDCA, destaca que por su reconocimiento y estabilidad, la empresa ha logrado que los canales de comercialización prefinancien producciones que no se han vendido, materias primas, en el proceso de logística antes de llegar a Cuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Rodríguez Arias coincide con el director de VEDCA al destacar que esa actividad financiera es vital para la sostenibilidad del proyecto, pues garantiza el reaprovisionamiento, los pagos al proveedor y el crecimiento productivo. “Se aprecia cuando vemos que en 2021 hicimos 1 100 unidades físicas y pasamos a 1 964 en 2022 y 2 890 en 2023. Para el cierre de 2024, proyectamos un número cercano a 5 000.

“Son números muy positivos. Pudieran ser mejores si tuviéramos canales de comercialización más dinámicos, como las cadenas de tiendas. Pero ahí influye la imposibilidad de pagos al exterior, estamos bajo una real guerra financiera. Si no hubiera esa imposibilidad y pudiéramos insertarnos con las cadenas de tiendas, sería posible alcanzar las 10 000 unidades físicas”.

Área de la planta de montaje de VGDCA, en el municipio habanero de Boyeros.

Además de la capacidad de pago exterior, hay otro factor limitante: la logística. El director de VEDCA recuerda que, para cerrar un ciclo productivo, el producto debe llegar al cliente.

“La situación de la logística en el país está hoy limitada, por varias razones. En ese contexto, es un reto decir que VEDCA va a producir 1 000 unidades mensuales y llevarlas hasta los clientes. Es por eso que desde 2023 comenzamos una estrategia, consistente en abrir producción y logística también desde el oriente del país hacia el centro.

“Estamos embarcando mercancía por el puerto de Santiago de Cuba. Allí tenemos una cooperación con EISA, una empresa de nuestro propio grupo, el Gesime, donde se ensamblan nuestros productos y los distribuimos en la región oriental. Este verano debemos seguir hacia Holguín, ya están las condiciones creadas con una empresa también del Gesime, la "Héroes del 26 de Julio", y tenemos intención de llegar a Camagüey.

“Estamos en ese proceso, de forma tal que se minimice ese problema logístico. Es parte de nuestra estrategia de crecimiento como organización, aprovechando las capacidades de nuestro grupo empresarial”, apunta Pérez.

Además de trabajar para ampliar su producción, expandir su alcance a otras provincias del país e introducir mejoras en sus productos buscando ventajas como una mayor autonomía de sus vehículos y alargar la vida útil de sus baterías, VGDCA ha incursionado en acciones de responsabilidad social.

“Desde 2023, apadrinamos un hogar para niños sin amparo familiar en el municipio de Boyeros, siempre con apoyo del socio chino. Aportamos ropa, refuerzo alimentario, aseo. Les facilitamos una lavadora. Ha sido muy positiva la actitud de nuestros trabajadores, dando su aporte”, dice el director de la asociación económica internacional.

“También atendemos casos sociales cuya situación nos llega por diferentes vías, como nuestro ministerio. Vamos a donar una moto de tres ruedas a un minusválido; hemos atendido a otros, reparando triciclos o dando otras atenciones”, añade.

Detalles finales de un triciclo C-400 en la planta de VGDCA. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Sobre las proyecciones de VEDCA, Julio Oscar Pérez apunta que “seguimos trabajando con la parte china, buscando nuevas alternativas que aumenten la capacidad de carga y la autonomía de nuestros vehículos, de forma que contribuyan a resolver necesidades y problemas insatisfechos de nuestros clientes.

“Estamos en un buen momento, consolidando nuestra estrategia y los pagos al proveedor, asegurando el reaprovisionamiento. En el segundo semestre de 2024 debemos tener un incremento importante en los niveles de actividad, con continuidad en 2025”.

Vehículos Eléctricos del Caribe (VEDCA) fue constituida en 2019 como un contrato de asociación económica internacional entre la compañía china Tianjin Dongxing y la empresa cubana Minerva. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

 

En vídeo: Conozca sobre la producción y comercialización de vehículos eléctricos de VGDCA