De manera no presencial y para los alumnos continuantes en todas las modalidades de estudios, la Universidad de La Habana (UH) estrenará este lunes, con el mes de marzo, el curso académico 2021.
Días atrás, una nota publicada en el sitio oficial de la más antigua casa de altos estudios de Cuba, hizo saber que corresponde a cada Facultad y carrera informar en detalles a sus alumnos sobre los procedimientos y la manera en que se desarrollarán las actividades.
En cuanto a los estudiantes de primer año, sabido es que en su caso la presencialidad resulta imprescindible, y no solo para lo estrictamente académico, sino porque el aula, el grupo y el solo hecho de asistir a clases, representan una puerta de entrada a la vida universitaria.
Así las cosas, y puesto que el fuerte rebrote de la COVID-19 está lejos todavía de ser un problema resuelto en La Habana, para los que están por empezar sus estudios superiores en esa institución en cualesquiera de las modalidades, la fecha tentativa para el comienzo de las labores docentes será el 19 de abril venidero.
Lo anterior vale, también, en el caso de los alumnos aceptados para terminar el bachillerato en el Colegio-UH, y que en espera de que éste inicie sus faenas, deberán seguir las actividades docentes televisivas correspondientes al grado 12, en aras de su preparación.
Será la situación epidemiológica en la capital de la República quien dirá la última palabra, tal como ha venido sucediendo en cada una de las universidades cubanas, en total sintonía con lo dispuesto en la Resolución 3/21 del Ministro de Educación Superior, publicada a fines de enero último.
La normativa fue clara: aunque previsto para el primero de febrero, el inicio del año académico en todos los tipos de cursos estará en correspondencia con las condiciones epidemiológicas del territorio, las indicaciones definidas para cada fase por el grupo de trabajo nacional y en coordinación con los consejos de defensa provinciales.
Las indicaciones para el comienzo y desarrollo de las actividades académicas de pregrado y posgrado en el curso 2021, contenidas en la citada resolución son apenas eso, orientaciones generales, que cada centro formador ha debido adecuar a sus características, realidades y posibilidades.
Instituciones hubo que pudieron dar entonces la bienvenida al nuevo año académico con toda la normalidad que permiten estos tiempos, no así la inmensa mayoría, convertidas en hospitales de campaña o centros de aislamiento, e imposibilitadas, por tanto, de comenzar el curso, al menos presencialmente.
Sin embargo, no es esa la única manera de gestionar y adquirir conocimientos; también están las modalidades de estudio semi-presencial y a distancia y, de acuerdo con lo orientado, la organización del proceso de formación puede emplear una u otra y hasta combinarlas, según las circunstancias, que es lo que hará la Universidad de La Habana.
Vale reiterar que esto no incluye a los alumnos de primer año, quienes han podido durante todo este tiempo y seguirán teniendo la posibilidad de participar en tareas de impacto vinculadas con la producción, su futura profesión o el enfrentamiento a la COVID-19, aporte que el país necesita y contribuye a su formación integral.
En las actuales condiciones, resulta imposible desarrollar el curso al unísono en todas partes, pero lo importante es hacer cuanto se pueda y hacerlo bien; actuar con inteligencia, creatividad y responsabilidad, y avanzar en todos los procesos hasta donde las circunstancias lo permitan, sin perjuicio de la calidad y mucho menos de la salud de estudiantes, profesores y demás trabajadores de la Educación Superior.