Alguien me advirtió que, por su condición de Fiscal General de la República de Cuba, Yamila Peña Ojeda podría ser alguien “difícil” de entrevistar. Que emplearía muchos tecnicismos o evadiría mis preguntas sobre la violencia de género y el feminicidio.
Pero si algo he aprendido en mi oficio de periodista es que los abogados, jefes y trabajadores de la Fiscalía (al menos en Sancti Spíritus donde vivo), son muy puntuales y pocas veces evaden el diálogo con la prensa y jamás (evaden) el intercambio con la población.
Esta vez no fue la excepción.
A la Fiscal General de la República no tuve que enviarle el cuestionario con semanas de antelación al encuentro pactado. Solo llegó, estrechó mi mano y comenzó a hablar de su pasión: las leyes, el nuevo Código Penal y el rol de la Fiscalía dentro de la sociedad cubana actual.
“Durante esta última etapa y desde que entró en vigor la Constitución de la República de Cuba en 2019, se dispuso de un grupo de precisiones y normativas que eran necesario actualizar. Por tanto, se concibió un amplio cronograma legislativo y ya se han aprobado leyes, decretos y decretos leyes que implementan lo dispuesto por la Constitución”.
“En mi opinión, el pasado año fue muy intenso dada las transformaciones que desde el punto de vista procesal comenzamos a instrumentar”.
“Me refiero a la Ley del Proceso Penal, la Ley del Proceso Administrativo, el Código de Procesos y también la Ley de Tribunales que han tenido un gran impacto en la reorganización del trabajo de nuestro Órgano, a partir de las funciones establecidas por la Fiscalía General de la República de Cuba en el artículo 156 de la Constitución, de ejercer el control de la investigación y el ejercicio de la acción penal pública; así como el control de la legalidad”.
“Por lo tanto, estas leyes procesales han impactado directamente en la actualización y trasformación del Órgano”.
“Ardua fue además la preparación de todos los que participamos en estas tareas, tanto los compañeros de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, como los del Tribunal Supremo y el Ministerio de Justicia”.
“Que no le quepa dudas a nadie, las nuevas leyes obedecen a lo dispuesto en la Constitución de la República de Cuba y son leyes modernas que hemos trabajado de conjunto con nuestras universidades y la carrera de derecho”.
“En otros momentos he hablado de los convenios y tratados internacionales que nuestro país debe cumplir porque somos signatarios de ellos y que tienen una expresión en las leyes de procesos. Esto ha implicado para el sector jurídico de manera general, un proceso muy intenso de preparación”.
“No recuerdo otro momento, en mi carrera, de tan amplio ejercicio legislativo. Por lo tanto, hemos evaluado la preparación desde la ley, la actualización de nuestras metodologías de trabajo y el cómo organizamos esa actuación”.
¿Se imponía ya una actualización del Código Penal?
“Claro que era necesario una actualización. En primer lugar, todo lo que tiene que ver con los organismos internacionales, lo que tiene que ver con tratados a desarrollar desde diferentes figuras delictivas, de fenómenos asociados a problemáticas que ocurren en el planeta, pero que impactan en nuestra sociedad. Todas estas cuestiones teníamos que actualizarlas”.
“Las leyes no solo tienen la función de normar, sino que tienen que evaluar la sociedad para luego ser implementadas. En el nuevo Código Penal ya encontramos un nuevo grupo de figuras delictivas y tenemos otro grupo que reformulan conceptos”.
“Sin pensarlo dos veces te digo: tenemos ahora un Código Penal moderno, que se adecua a las figuras y hechos delictivos que ocurren en nuestro país y refuerza la atención a determinados hechos asociados a la violencia y a la violencia de género”.
“El recién aprobado Código Penal refuerza su función protectora de todos aquellos hechos que lesionan bienes jurídicos de importancia para las personas y el Estado”.
“Por lo pronto seguimos trabajando en otras leyes que desarrollan los principios constitucionales de la nación y en el caso nuestro, en octubre de 2022, presentaremos la nueva Ley de la Fiscalía ante la Asamblea Nacional; la cual incluirá varias de las temáticas ya aprobadas en las leyes procesales y en el Código Penal, impactando entonces en lo estructural, en lo funcional y que den respuesta a la gestión de la calidad del Órgano”.
A raíz de las nuevas actualizaciones y demandas de la propia población le pregunto: ¿están preparados hoy los fiscales del país para asumir con el debido rigor los hechos asociados a la violencia de género?
“Los temas asociados a la violencia de género son muy complejos y demandan una gran preparación en cómo orientar a la persona, cómo proteger desde el Órgano a esa persona víctima de violencia y no me refiero solo a las mujeres”.
“Creo que tenemos que seguir preparándonos, leyendo y estudiando porque este tema tiene una mirada multisectorial. Por ejemplo, cuando una persona víctima de violencia acude a la fiscalía para efectuar una denuncia, nuestros especialistas deben estar más que preparados y actuar sin dilaciones de ninguna índole”.
“Desde que se promulgó el Decreto Presidencial correspondiente al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, implementamos en la Fiscalía el protocolo de actuación hacia hechos de violencia, incluso estamos revisando nuestros procedimientos”.
“Tenemos que buscar una sinergia con otras instituciones del país de forma tal que demos una respuesta no solo desde lo que nos corresponde, sino desde la atención a los ciudadanos, desde la protección a los menores, desde la protección a la mujer”.
“Tenemos que ofrecer respuestas en el caso que se lesionen los intereses de personas y sectores vulnerables”.
“Te confieso no son temas de fácil proceder, todo lo contrario, son muy complejos y reitero, demandan mucha preparación. Hoy tenemos un diplomado y trabajamos en estrecha vinculación con todas las universidades buscando la preparación integral de nuestros especialistas porque ningún hecho se asemeja a otro y estamos en la obligación de dar la respuesta que merece el pueblo cubano”.
El mal llamado periodismo independiente y medios extranjeros de comunicación critican, en no pocas ocasiones, el accionar de la Fiscalía ante hechos asociados a la violencia de género y en particular asociados al feminicidio. ¿Cuál es su respuesta?
“Desde la Fiscalía jamás hemos negado la ocurrencia en la sociedad de determinado problema o fenómeno. No es posible negarlo porque como parte de nuestras funciones y responsabilidades interactuamos con esos propios hechos o fenómenos”.
“Pero te digo que, en los hechos más graves asociados a la violencia contra las mujeres que son los delitos de asesinato, el país y nuestro Órgano se han preparado muchísimo”.
“En mi opinión resulta complejo afirmar categóricamente que algo es blanco o negro, porque pudiera darse el caso que alguien ahora que lea la entrevista en Cubadebate, piense que en determinado contexto la fiscalía no actuó de la mejor manera en su caso, pero tenemos los procedimientos y estamos preparando intensamente a nuestras fuerzas”.
“Siempre que ocurra un hecho de este tipo daremos una respuesta jurídico-penal y estamos hablando de sanciones altas”.
“Actuamos en correspondencia con la función que nos asiste. Nosotros incluso captamos la información de mujeres que llegan a la Fiscalía y nos hacen determinado planteamiento ante determinado conflicto; conflicto cuya solución no siempre está en nuestras manos o depende de nosotros, pero siempre que exista una vulneración de los derechos, la Fiscalía tiene la obligación de instar a que se restablezcan y por supuesto siempre que haya un hecho delictivo estará presente nuestro accionar enérgico, dada nuestra misión constitucional”.
¿Hacia qué horizonte se dirige entonces el órgano de la Fiscalía en Cuba?
“Nuestra prioridad y nuestro mayor enfoque es garantizar la preparación de nuestro personal, especialmente de nuestros fiscales, de forma tal que podamos implementar las nuevas leyes, garantizando la calidad en la gestión de la Fiscalía”.
“Te digo más, la composición hoy de nuestra fuerza laboral es una fortaleza para el Órgano. Tenemos una fuerza joven que egresa de las universidades con una elevadísima preparación, que además están inmersos en las fiscalías y sus procesos, incluso desde antes de guardarse”.
“Además, la diversificación de ciencias y saberes que hoy están incorporados a la Fiscalía a través de profesionales de otras materias también es una fortaleza. En la medida que fiscales, asistentes y personal de apoyo a la gestión fiscal estén mejor preparados, indiscutiblemente vamos a garantizar la calidad de todos los procesos que es en definitiva la responsabilidad que tiene el Órgano de cumplir con la misión asignada”.
¿Qué le falta hoy a la Fiscalía y sus estructuras de base en el país para perfeccionar la gestión y el intercambio con el pueblo?
“Tenemos una sola opción: trabajar al máximo para garantizar la máxima calidad en la gestión”.
“Luego de sufrir durante más de años el impacto negativo de la covid, puedo afirmarte que durante ese periodo no se cerró ni una sola fiscalía en Cuba y hoy somos testigo de la fortaleza y entrega de nuestros trabajadores y no te hablo solo de los fiscales, sino de todas las personas comprometidas que a lo largo y ancho del país laboran en nuestros establecimientos y oficinas”.
“Nunca olvides que cada acción, decisión o respuesta que emite la Fiscalía tiene un impacto directo en la población y que a ella nos debemos. Por lo tanto, les pido que cuando investiguemos lo hagamos de forma multilateral que, cuando nos pronunciemos lo hagamos adecuadamente y que, cuando exista una violación de los derechos logremos restablecer la legalidad. Esas son nuestras premisas fundamentales”.