La embajada de la República de Chile en Cuba en conjunto con la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la Dirección Forestal, Flora y Fauna Silvestres del Ministerio de la Agricultura de Cuba, realizará este 28 y 29 de septiembre, en modalidad online, el Taller Chile – Cuba: la reforestación como solución de la adaptación basada en ecosistemas (AbE).
Dicho taller tiene como objetivo compartir información y experiencias entre especialistas chilenos y cubanos en temas relacionados con la aplicación de las AbE que sirva de base para socializar y profundizar en las buenas prácticas en el tema que nos ocupa.
La Silvicultura en América Latina y el Caribe tiene una tradición de más de un siglo y ha sido practicada por la inmensa mayoría de los países de nuestra región. Por otro lado, son bien conocido los profundos cambios, que en los últimos años, se han producido en los ámbitos económico, social y medioambiental que han conllevado a la aparición de nuevos escenarios que modelan la vida del hombre en nuestro planeta. La deforestación es una de las causas principales del cambio climático a nivel planetario y en ese contexto podemos decir que ALC presenta el mayor índice de pérdida de cobertura forestal, fundamentalmente de bosques naturales, de todo el mundo.
Aparejado a este negativo fenómeno aparecen no pocos problemas como la desertificación y la sequía, la escasez de agua, la pérdida de biodiversidad, el desplazamiento de personas y comunidades de sus lugares de origen, entre otros. Para contrarrestar estos problemas, en muchos países se llevan a cabo programas de reforestación y se adoptan nuevos métodos que, en muchos casos, se distancian de los cánones y reglas que norman la Silvicultura tradicional. Se necesita migrar de enfoques convencionales de la gestión forestal hacia soluciones basadas en la naturaleza.
Una de esas nuevas tecnologías y que son más amigables con el medio ambiente, es la llamada Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) que hoy comienzan a aplicar en la silvicultura.
Estas soluciones se basan en la realización de actividades y acciones que sean cercanas a los procesos que se desarrollan naturalmente en los diferentes ecosistemas terrestres, las cuales permiten recuperar los bienes y servicios que brindan los bosques y con ello propiciar no pocos beneficios, como por ejemplo, lograr un mayor nivel de resiliencia en las personas y ecosistemas y que se adapten mejor al cambio climático. Esta es una contribución de importancia relevante de la silvicultura moderna al proceso de adaptación.