El calentamiento global y la destrucción de la fauna silvestre puede provocar la migración de animales salvajes hacia zonas con grandes poblaciones humanas, aumentando así el riesgo de propagación de enfermedades zoonóticas que podrían conducir a la próxima pandemia, según un comunicado del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (EE.UU.) que lideró una investigación internacional.
El estudio se centra en el cambio de hábitat de la fauna silvestre, donde al encontrarse por primera vez diversas especies, llegarían a compartir miles de agentes infecciosos. Los científicos estiman que los cambios de hábitat representan un gran riesgo puesto que los virus como el ébola o los coronavirus surgirían en nuevas áreas y especies animales, haciendo que sean más difíciles de rastrear y con más probabilidades de que se propaguen en humanos.
Una de las versiones del surgimiento del covid-19 es que se originó en el mercado húmedo de la ciudad china de Wuhan (China). "Nos preocupamos por los mercados porque reunir animales no saludables en combinaciones antinaturales propicia este proceso gradual, como la forma en que el SARS saltó de los murciélagos a las civetas, y luego de las civetas a las personas", dijo Colin Carlson, autor principal del estudio publicado en la revista Nature.
El rol de los murciélagos en las posibles nuevas pandemias
Sin embargo, Carlson considera que los mercados "ya no son especiales", debido a que con un clima cambiante dicho proceso "será una realidad en la naturaleza en casi todas partes". Los científicos consideran preocupante el desplazamiento "desproporcionado" de los hábitats de los animales a los asentamientos humanos, debido a que propiciará el surgimiento de nuevos puntos críticos para la propagación de enfermedades.
Otro temor de los especialistas es el impacto que podría tener el aumento de las temperaturas en los murciélagos, que son reservorios de miles de virus. Al migrar, estos animales propagarían los agentes infecciosos en las nuevas zonas. El sureste de Asia podría ser la región más afectada por una emergencia viral, debido a la diversidad de murciélagos allí existentes.
El estudio sugiere que el cambio climático se convertirá en el mayor factor de riesgo para el surgimiento de enfermedades, y sus autores afirman que una de las soluciones radica en combinar el monitoreo en tiempo real de enfermedades en animales silvestres con estudios del cambio medioambiental.