El Festival del Arrecife comienza hoy tres días de sesiones en el Acuario Nacional de Cuba, donde sobresale este miércoles un Taller sobre cosecha y siembra de corales: especies con colonias compactas e incluso con esqueletos córneos y flexibles, como las gorgonias.
Los organizadores del certamen informaron que la acreditación es imprescindible para el cultivo de esas colonias formadas por miles de individuos zooides (de estructuras variables) y que pueden alcanzar grandes dimensiones.
Una conferencia sobre restauración incluye la primera jornada del encuentro, señalaron sus patrocinadores en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias.
Añadieron que mañana prevé la planificación del buceo y la plantación en sus fases, en una operación que concluirá el sábado, cuando también deben acreditarse los niños y jóvenes participantes.
Señalaron que ese día será presentado el boletín 24 Jardineros del Arrecife, de la Serie Conozcamos el Mar, del Acuario Nacional de Cuba, habrá un Taller Infantil denominado Jardineros del Arrecife, al igual que actividades educativas con niños y jóvenes.
Dedicado a la investigación, la educación ambiental y la divulgación del medio marino, la institución, con 13 pequeñas peceras, abrió sus puertas el 23 de enero de 1960 en el barrio capitalino de Miramar y en febrero de 2000 comenzaron a dar servicios los primeros objetos de obras de su ampliación: la Plaza de los Delfines y la Isla Tropical, entre otros.
El 14 de enero de 2002 concluyó la primera etapa, cuyas obras inauguró el Comandante en Jefe Fidel Castro, el Delfinario, con capacidad para mil 200 espectadores y un Lotario destinado a lobos marinos.
También inició exhibiciones de lobos marinos y subacuáticas de delfines con sus entrenadores.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés) promueve el incremento del número de especies marinas evaluadas bajo los criterios rigurosos de su Lista Roja sobre Especies Amenazadas.
Profesionales en la materia explicaron que la decisión obedece que algunos de los habitantes marinos más hermosos del Océano Atlántico dejaron de existir en ciertas áreas, debido a las enfermedades de los corales, causadas en su mayoría por el cambio climático y aguas con temperatura más alta de lo normal.
Advirtieron, además, el daño que implica la contaminación de las costas, el aumento de la sedimentación, la tensión térmica, huracanes de mayor intensidad y cambios en la dinámica de las especies, debido a la sobre pesca, particularmente en El Caribe.