Lo aclaraba el domingo el Máster Elier Pila, del Instituto de Meteorología: los cubanos no estamos viviendo una ola de calor.
Acerca de las falsas alarmas que se han hecho espacio en redes sociales sobre este tema, el meteorólogo explicó en el NTV que, como su colega el doctor Rubiera ya ha señalado, ese fenómeno no es propio de una isla.
Estamos rodeados de mar, la brisa favorece que refresque el calentamiento y también las lluvias pueden aportar a un descenso de los termómetros, precisó.
Aunque en estos días se mantiene la tendencia al calor, no llegamos siquiera a calores extremos, puntualizó el especialista, quien aseguró que “no se puede hablar de récor de altas temperaturas en este junio”.
Imagen ilustrativa.
Los cubanos vivimos bajo temperaturas normales para este momento del año, el motivo de que se sienta tanto calor está dado por el elevado contenido de humedad, que aumenta la sensación térmica porque dificulta la sudoración, que es el mecanismo que tiene el cuerpo para su enfriamiento.
Donde sí está la ola
En el sureste de EE.UU. sí se está viviendo una gran ola de calor que ha desencadenado grandes tormentas, cortes de energía e incendios forestales.
Se prevé que las temperaturas peligrosas y potencialmente récord continúen hasta mediados de semana en el sur de Texas y gran parte de la costa del Golfo. Tormentas con vientos fuertes, granizo y posiblemente tornados podrían azotar la parte baja del valle del Mississippi, indica AP.
También en México sufren esta ola de calor que hasta el domingo último se había cobrado 9 fallecidos y varias personas permanecen en servicios de terapia intensiva.
Así lo reportaba Telesur precisando que las temperaturas en el país azteca superan los 45 grados Celsius.
Este fenómeno, indicaba la Cruz Roja Mexicana vía twitter, se debe a la presencia de un anticiclón en niveles altos de la atmósfera, lo cual favorece un ambiente muy caluroso durante el día en el noroeste, norte, noreste y occidente de México.
Tanto es el calor en ese país centroamericano que, por ejemplo, la Secretaría de Educación en el estado sureño de Chiapas decidió acortar los horarios escolares para la enseñanza básica mientras que en Nuevo León se ha dejado a los padres decidir si los hijos toman clases de manera presencial o en línea.
En otros estados se han adoptado acciones como suspender las actividades al aire libre cuando la temperatura sea igual o superior a los 45 grados.
El mundo suda
No es asunto solo de Las Américas, en los primeros 11 días de junio las temperaturas globales alcanzaron el nivel más alto registrado en esta época del año; lo informó el Servicio de Cambio Climático de Copernicus de la Unión Europea.
La temperatura media del aire en la superficie del planeta, en los inicios de junio, fue la más alta registrada y por un “margen sustancial”, detalló mediante un comunicado Samantha Burgess, directora adjunta del organismo citado.
Por primera vez, las temperaturas globales del aire en superficie han superado el nivel preindustrial en más de 1,5 ⁰C durante el sexto mes de este año, indican los registros de Copernicus.
Los expertos de esa entidad apuntan que tales datos se constatan al comenzar el fenómeno meteorológico El Niño, asociado generalmente a un aumento de la temperatura media del planeta.
Y junio no es el único con récord de calor. Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU., citada por Juventud Técnica, Cuba el mes pasado, el mundo tuvo su tercer mayo más cálido en 174 años, en tanto América del Norte y América del Sur en particular, vivieron el mayo más cálido jamás registrado.
Tan brutal está resultado dicho fenómeno meteorológico, que el pasado jueves quedó confirmado que la muerte de centenares de aves en la costa del Pacífico mexicano era debida al calentamiento de las aguas de ese océano, por los efectos de El Niño.
Inicialmente se sospechó que tan numerosas muertes eran consecuencia de una posible gripe aviar, pero fue comprobado que las aves murieron de hambre, según autopsias que les realizara la Secretaría de Agricultura mexicana.
Al calentarse el agua más superficial por El Niño, los peces se desplazan a mayor profundidad en busca de aguas más frías, lo cual imposibilita que las aves como gaviotas y pelícanos, entre otras, puedan atraparlos.