Aunque el onceno mes del año es el último del intervalo convencional para la temporada de huracanes en el océano Atlántico del norte, existen evidencias de que en períodos anteriores impactaron en Cuba.
Uno de ellos, nombrado Paloma y con categoría 3 en la escala Saffir-Simpson de cinco posibles (SS-3), azotó el territorio nacional en 2008, indicó el profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, Coordinador de la Comisión de Historia de la Sociedad Meteorológica de Cuba.
Solo tres años después, añadió, algo similar ocurrió con Michelle (SS-4) en 2001; Kate (SS-2) en 1985 y el devastador huracán de Santa Cruz del Sur y Camagüey (SS-5) de 1932, asociado al desastre natural más letal en la historia del país.
Ramos Guadalupe mencionó también la cronología oficial del Instituto de Meteorología, que incluye 10 huracanes de noviembre que afectaron la nación entre 1791 y 2022, lo que representa el 8,4% del total general en 231 años.
Precisó que, de ellos, cuatro cruzaron sobre el oriente; una cifra parecida sobre el centro; uno azotó la mitad centro-occidental; y el otro solamente al occidente.
Respecto a sus trayectorias, sobresalieron las transversales al eje insular, que corresponden a organismos procedentes del mar Caribe.
El más reciente ciclón que afectó Cuba en el onceno mes se llamó Eta, que cruzó sobre Ciego de Ávila el 8 de noviembre de 2020 y extendió por dos días su influencia sobre el centro y el occidente del país.
Por todo ello, es prudente recordar que la presente temporada no ha terminado y que es oportuno estar alertas ante la eventualidad, dijo al referirse a que tal cruzada transcurre, del primero de junio al 30 de noviembre en el área geográfica del Atlántico norte, incluido el Golfo de México y el mar Caribe.