Día Mundial de las Abejas

La ONU celebra hoy el Día Mundial de las Abejas para crear conciencia sobre la importancia de estos polinizadores, las amenazas que enfrentan y el beneficio que aportan a la biodiversidad y el desarrollo sostenible.

Con su trabajo, las abejas benefician a las personas, el medio ambiente y la naturaleza, al trasportar el polen de una flor a otra, contribuyendo a la seguridad alimentaria, incluyendo la producción de miel, cera y otros productos.

Dicha efeméride fue proclamada por la Asamblea General de Naciones Unidas, coincidiendo con la fecha del nacimiento de Anton Janša, quien en el siglo XVIII fue pionero en las técnicas modernas de apicultura en Eslovenia.

Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los colibríes y los murciélagos, permiten la reproducción de muchas plantas y cultivos, pero están cada vez más amenazados por los efectos de la actividad humana.

La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres.

Casi el 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse.

Asimismo, el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 de las tierras agrícolas del planeta.

Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad.

Este año el tema del Día Mundial de las Abejas es “Compromiso con las abejas, de la mano con la juventud”, que destaca la importancia de implicar a los jóvenes en la apicultura y los esfuerzos de conservación de los polinizadores.

La campaña busca concienciar sobre el papel esencial de las abejas y otros polinizadores en la agricultura, el equilibrio ecológico y la preservación de la biodiversidad.

El fomento de sistemas agrícolas más variados y la reducción de la dependencia de productos químicos tóxicos pueden facilitar una mayor polinización y con ello aumentar la cantidad de alimentos y mejorar su calidad, beneficiando a las poblaciones humanas y al ecosistema.

Casi el 35 por ciento de los polinizadores invertebrados, en particular abejas y mariposas, y alrededor del 17 por ciento de los polinizadores vertebrados como los murciélagos están en peligro de extinción en todo el mundo.

La población de polinizadores —en especial abejas y mariposas— disminuye de manera preocupante debido principalmente a prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra, plaguicidas (incluidos los insecticidas neonicotinoides), especies exóticas invasoras, enfermedades, plagas y el cambio climático.

Si esta tendencia continúa, cultivos nutritivos —como frutas, frutos secos y muchas hortalizas— serán sustituidos cada vez más por cultivos básicos como el arroz, el maíz y la patata, lo que podría desembocar en una dieta desequilibrada.

Los insectos invasores, los pesticidas, los cambios en el uso de las tierras y los monocultivos pueden reducir los nutrientes disponibles y ello supone una amenaza para las colonias de abejas.