En el marco de la asistencia a sesión periódica de la Secretaría de Cambio Climático en Bonn, Alemania, el periódico junge Welt realizó una entrevista a Odalys Caridad Goicochea Cardoso, Directora de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente de Cuba. Temas centrales de la entrevista, los impactos del cambio climático para la Isla y su población y la estrategia del gobierno para enfrentar estos retos.
A continuación ofrecemos la traducción íntegra de la entrevista publicada en junge Welt el 18 de junio de 2024
Cuba sólo es responsable del 0,08% de las emisiones mundiales de CO2, pero sufre de forma desproporcionada los efectos del cambio climático. ¿Qué efectos sufre la población en particular?
Las emisiones de gases de efecto invernadero son realmente insignificantes, pero como nación insular, Cuba se ve gravemente afectada por el cambio climático. Los resultados de la ciencia cubana indican que estos impactos están actualmente relacionados con el aumento de la temperatura media anual en un grado, el incremento de la intensidad y la frecuencia de fenómenos como los huracanes y las sequías, y el aumento del nivel del mar. Los cambios en la disponibilidad de agua y la disminución de los recursos hídricos potenciales son fatales. Los estudios científicos indican que en 2050 se habrá perdido superficie terrestre debido al aumento del nivel del mar. Esto tendrá graves consecuencias para los asentamientos costeros y la salinización de las aguas subterráneas debido al avance de la cuña salina.
¿Cuáles son las consecuencias para la población?
Sin duda, todo esto tiene un impacto directo sobre la población, su salud y sus medios de subsistencia, ya que se ven gravemente afectados por estas consecuencias. Por este motivo, el plan del Gobierno para hacer frente al cambio climático, conocido como "Tarea Vida", ha establecido como prioridades, la protección de la población que vive en zonas vulnerables y la garantía de la seguridad alimentaria. Para ello, se han propuesto una serie de medidas de vigilancia y control de las variables que pueden afectar la salud y el bienestar de la población. En este sentido, el plan gubernamental de gestión del cambio climático incluye toda una serie de medidas de seguimiento, observación y, lo que es más importante, alerta temprana. La población siente en particular los efectos del aumento de las temperaturas, que reduce la calidad de vida durante los meses de calor. Lo que resulta alarmante, es que el aumento de la temperatura también está relacionado con enfermedades crónicas como la hipertensión, que también pueden afectar la salud de la población.
Si no se toman medidas para proteger las regiones costeras del aumento del nivel del mar, hasta un diez por ciento del territorio cubano podría quedar inundado a finales de siglo. ¿Cómo afronta Cuba el actual aumento del nivel del mar?
Hay varios asentamientos en la costa que se verán afectados por el aumento del nivel medio del mar y algunos de sus habitantes perderán todas sus tierras. Por ello, la "Tarea Vida" ha diseñado medidas estratégicas para el alojamiento y reasentamiento de estas poblaciones y de las instituciones ubicadas en estos lugares. Las primeras medidas rentables que se están considerando son soluciones basadas en la naturaleza: la restauración de ecosistemas costeros como arrecifes de coral, manglares y playas arenosas. Existen proyectos destinados a este tipo de medidas, como "Manglar Vivo", financiado por el Fondo de Adaptación y que planta manglares en el sur de las provincias de Artemisa y Mayabeque.
Cuba es considerada un líder mundial en desarrollo sostenible: ¿podría hablarnos un poco más del plan del gobierno para combatir el cambio climático, la Estrategia Ambiental Nacional?
El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030 de Cuba contempla un desarrollo sostenible, resiliente y bajo en emisiones. Con este objetivo y con el antecedente de la política medioambiental de Cuba desde el triunfo de la Revolución en 1959, el país ha adoptado una serie de políticas climáticas públicas que forman parte de sus esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible. La Estrategia Ambiental Nacional es el instrumento más importante de la política ambiental cubana. Realizamos un diagnóstico de la situación ambiental, definimos los principales problemas e identificamos indicadores para medir los avances. Trabajamos en dos niveles, el local y el sectorial.
El plan nacional de lucha contra el cambio climático es la estrategia a más largo plazo, hasta el año 2100. Su objetivo es gestionar los efectos del cambio climático y desarrollar medidas de reducción de emisiones que permitan un desarrollo con bajas emisiones. Actualmente se está trabajando en las proyecciones hasta 2025, para las que se han definido los resultados esperados y los indicadores para su seguimiento, en los que se basa este plan. Cuba también está actualizando su programa nacional de biodiversidad para 2030.
Los países que apuestan por "soluciones de mercado" al cambio climático y tratan de incentivar los beneficios privados, no están asumiendo la lucha contra el cambio climático. ¿Por qué esto es diferente en Cuba?
La estrategia para la transición a una economía circular incluye entre sus principios fundamentales la conservación de los recursos naturales y los ecosistemas: el diseño y la gestión respetuosos con los residuos y el medio ambiente, así como la optimización del uso de los materiales y productos disponibles en el país. Su objetivo general es promover la implantación de modelos circulares que, a través de la extensión de la vida útil de los materiales y la reducción de emisiones, sean resilientes y eficientes en el uso de los recursos naturales, y estén en concordancia con los principios del desarrollo sostenible, y esto con la participación de todos los actores de la sociedad. Esta estrategia promueve el desarrollo de negocios circulares, que eviten la generación de residuos y optimicen el uso de los recursos.
De selva tropical a campos de caña: Siglos de explotación colonial e imperialista y el modelo agrícola de exportación impuesto a Cuba han provocado la deforestación crónica y la erosión del suelo en Cuba. ¿Cómo avanzan los programas de reforestación?
Cuando triunfó la Revolución, la superficie forestal representaba el 13,4% de la superficie total del país. El gobierno revolucionario se ocupó de este problema y puso en marcha un programa de reforestación, y como resultado este indicador pasó de 1 000 769 hectáreas en 1959 a 3 301 204 hectáreas en 2020, alcanzando hasta la fecha un índice de cobertura forestal del 31,8 por ciento, con un potencial existente en el país que no supera el 33 por ciento.
Actualmente se sigue trabajando en mejorar la gestión forestal, que consiste en el aumento continuo de la superficie boscosa, la conservación y la gestión eficaz de los bosques. Esta permite aumentar la productividad de los ecosistemas forestales y promover así una mayor oferta de bienes y servicios ambientales en términos de cantidad y calidad. Ello redunda en la resiliencia de los propios ecosistemas, los paisajes productivos, los macizos montañosos, las cuencas hidrográficas y los asentamientos humanos. De este modo, se contribuye a la lucha contra el cambio climático y al bienestar de la sociedad. El programa nacional de mejora y conservación de los suelos sigue abordando todas las cuestiones relacionadas con la erosión, la compactación y la salinización de los suelos, teniendo en cuenta todos los descubrimientos científicos.
Cuba fue uno de los primeros países del mundo en incluir en su Constitución la protección del medio ambiente, en 1976. ¿En qué medida han cambiado las estrategias y los planteamientos desde entonces?
Recordemos que en 1992 se incluyó en la Constitución de la República el "desarrollo económico y social sostenible" y en 2019 se aprobó el artículo 75 de la Constitución vigente, que establece el "derecho a un medio ambiente sano y equilibrado". Todo ello ha llevado a la actualización sistemática de nuestra legislación ambiental. De hecho, el 14 de mayo de 2022 se aprobó la Ley 150/2022 sobre el Sistema de Recursos Naturales y Medio Ambiente, que sustituye a la Ley nº 81 de 1997 "del Medio Ambiente". La ley actual se basa en el enfoque ecosistémico y refuerza el papel de liderazgo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en el ámbito de los recursos naturales, los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático en coordinación con las autoridades, las instituciones y la sociedad en general.
En la conferencia de la ONU celebrada en Brasil en 1992, Fidel Castro pronunció un discurso alarmante y, para él, inusualmente corto. En él, subrayó que las relaciones internacionales de explotación y desigualdad se remontan a la historia del colonialismo y el imperialismo, y explicó por qué la destrucción del medio ambiente y el saqueo de los recursos son alimentados por las sociedades de consumo capitalistas y amenazan con acabar con la humanidad. ¿Por qué los Estados capitalistas siguen sin entenderlo?
Como ya se ha mencionado, la Cuba socialista sólo es responsable de un ínfimo porcentaje de las emisiones globales de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, pero como nación insular en el Mar Caribe se ve desproporcionadamente afectada por los efectos negativos del cambio climático. Hablamos de problemas asociados al aumento de las temperaturas o a la intrusión de agua salada que puede afectar a nuestros acuíferos subterráneos. Otro triste ejemplo es la intensidad y recurrencia de sequías y ciclones extremos que ponen en riesgo nuestras vidas. Todo esto está relacionado con el hecho de que los Estados capitalistas no luchan contra el cambio climático, eso trataba el discurso de Fidel Castro.
Entrevista de Annuschka Eckhardt