Mapa del tiempo

Comenzamos agosto y casi casi también la racha que, climatológicamente, es más activa en una temporada ciclónica. Tuvimos ya muestras de que va terminando el corto proceso de “hibernación ciclónica” que produjo la presencia del polvo del Sahara y aunque sus concentraciones no han bajado del todo, su efecto modulador debe ir disminuyendo fundamentalmente desde la segunda quincena de este mes.

De algunos “daticos” de esta temporada, no solo en el Atlántico sino también en el patio vecino del océano Pacifico, condiciones actuales y perspectivas vamos a estar hablando hoy, temas que giran “ciclónicamente” sobre un punto común.

Nuevo récord de altas temperaturas

El Servicio Copernicus de Cambio Climático, implementado por el Centro Europeo para Pronóstico a Plazo Medio, anunció que se había roto en el mes de julio el récord de temperatura promedio de la Tierra, no una sino dos (o tres) veces. El valor anterior había sido establecido el 6 de julio de 2023, un tema de que hablamos en ese momento, con 17.08 grados Celsius, un valor que puede parecerle bajo, pero recuerde que resulta de computar datos en todo el planeta. El día 21 de julio del presente año el valor medio fue de 17.09 grados Celsius, aunque por encima pudiera ser calificado como un empate, y que estaría en la cima apenas por 24 horas, ya que el día 22 sería superado con 17.16 grados Celsius. Si esto fuera poco, la cifra fue casi repetida el día 23 con 17.15 grados Celsius, haciendo estos tres días los más cálidos desde 1940, año en que inicia esta fuente de datos.

Esto no quiere decir que en todo el mundo se haya sentido de la misma manera, ya que se trata de un valor promedio a nivel global. Fíjese en la imagen siguiente, en donde los colores muestran la temperatura global el día 23 de julio de 2024: en azul en aquellas zonas donde estas estaban más frías de lo habitual y en rojo las que estaban por encima del valor medio o normal. Aunque los colores del amarillo-naranja al rojo predominan, indicando valores más altos, hay zonas en donde las temperaturas tenían un comportamiento inverso. Llama notablemente la atención los tonos rojos más intensos hacia el polo sur, que en ese momento se encuentra en pleno invierno, lo cual no indica que haya hecho calor, sino mucho menos frío.

Anomalias de la temperatura del aire 23/julio/2024 Fuente: Copernicus/ECMWF

Es alarmante que en menos de un año se haya roto un récord de este tipo, que anteriormente había permanecido intacto por unos 7 años, pero si nos fijamos en el comportamiento del mar, tema que también tocamos el pasado año, por lo inusualmente alto que estaba, veremos que es “la misma historia”.

El Dr. Brian McNoldy de la Universidad de Miami (@BMcNoldy en X) señala que, en el mes de julio la temperatura superficial del mar en el océano Atlántico tropical había tenido un “enfriamiento”, que había puesto fin a la racha de 15 meses consecutivos con valores por encima de los registros históricos. La cifra correspondiente a julio de 2024 había quedado virtualmente empatada con el séptimo mes de 2023, algo que sería una buena noticia si no estuviéramos hablando de dígitos que literalmente se salen de las gráficas. Mírelo por sus propios ojos, la línea discontinua marca el valor medio de la variable entre 1991 y 2020, que como pueden ver ha sido superada en varias ocasiones (por las líneas delgadas en color rojo), una de ellas en 2005, marcada en color púrpura. Las dos líneas que se separan completamente del grupo son 2023 (más delgada) y 2024 (gruesa), llevando una clara y amplia ventaja sobre el resto.

Comportamiento mensual de la temperatura del mar. Fuente: @BMcNoldy en X.

Precisamente esas altas temperaturas oceánicas han sido uno de los factores a tener en cuenta para vaticinar una temporada muy activa en cuanto a la cantidad de ciclones tropicales, sumándole además el pronóstico de la presencia de “La Niña” para la misma. Aunque en los últimos reportes la aparición de La Niña se ha retrasado para el trimestre agosto-octubre, bajos las condiciones neutrales ya imperantes y el panorama en el mar no parece que hará la diferencia.

Se mantienen los pronósticos

La Universidad del Estado de Colorado en su actualización del pronóstico estacional de ciclones tropicales, se basa en que estarán presentes o condiciones neutrales “frías” o La Niña para mantener las cifras anunciadas en el mes de abril. De hecho las probabilidades fijadas de que sea una temporada poco activa son ínfimas, de un 1 %, con un 14 % de probabilidad de que sea normal y un abrumador 85 % de que esté por encima de la actividad promedio. El pronóstico de 12 huracanes “empata” con el emitido por esa institución para 2020, ocasión en que “se quedó corto” pues hubo 14 ciclones cuyos vientos superaron los 119 kilómetros por hora.

Algunos datos

Como es habitual el Dr. Philip Kolzbach (@philklotzbach en X), líder del equipo de la Universidad de Colorado, comparte algunos datos estadísticos de la temporada en curso a medida que van apareciendo nuevos sistemas.

Aunque a muchos con el pronóstico de una temporada hiper-activa, les parezca que esta va lento, con la formación de Debby como tormenta tropical el 3 de agosto y huracán al día siguiente. Podemos compararlo con las fechas promedio de la formación de la cuarta tormenta con nombre y del segundo huracán que son el 15 y 26 de agosto respectivamente, por lo que Debby llega “temprano”.

Normalmente no hablamos del Pacifico oriental, ya que en la mayoría de las ocasiones sus sistemas no representan un interés para nuestra zona geográfica, el cual está (o estaba) poco activo en cuanto a los organismos ciclónicos. Con la formación de la tormenta tropical Carlotta el pasado 31 de julio, que llegó a alcanzar la categoría de huracán, el 2024 tenía la formación del tercer ciclón nombrado más tardía en más de 50 años. Sin embargo “se puso las pilas” y de qué manera, observe la imagen siguiente, correspondiente al día 5 de agosto en la mañana.

Actividad ciclónica en el Pacifico oriental el 5 de agosto. Fuente: NHC/NOAA.