Al igual que muchos usan sombrilla para protegerse del sol, nuestro planeta también lleva su gran sombrilla: la capa de ozono.
Imagen: Shutterstock
Se habla de ella y se acciona a su favor, pero sigue siendo una “sombrilla” desconocida para algunos, por eso vale recordar que la atmósfera de la Tierra está formada por cinco capas, cada una con sus respectivas funciones.
Entre ellas se cuenta con la estratosfera, ubicada entre 15 y 50 km de altura de la superficie; es esta la que contiene la capa de ozono, cuya misión es ser un escudo protector contra los rayos ultravioleta provenientes del Sol.
Imagen: tomada de greentology.life
Y cada 16 de septiembre el mundo conmemora el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994.
Al menos en cuanto a este asunto, y en un mundo que anda patas arriba, los humanos tenemos motivos para congratularnos porque se han conseguido resultados inéditos en la recuperación de la capa de ozono, al eliminarse más del 99% de las sustancias químicas que la agotan, entre ellas los clorofluorocarbonos (CFC).
Sobre todo ha sido gracias al Protocolo de Montreal, firmado en 1987, que se han conseguido estos resultados, frutos de la acción conjunta de 197 países que, al reducir la radiación ultravioleta que llega a la Tierra protegen la salud humana y los ecosistemas.
Imagen: Shutterstock
Tanto se ha avanzado, que es de esperar que en torno a 2040 la capa de ozono regrese a los niveles que la identificaban en 1980.
Logros, pero…
Aunque existen notorios motivos para celebrar –además de por los impactos directos de lo conseguido también por su aporte a la lucha contra el cambio climático-, no es por gusto que el lema de esta celebración anual recuerda “Promover la acción climática y Proteger la capa de ozono”.
Nuevas amenazas pueden poner en riesgo lo conseguido y entre las más alarmantes están los incendios forestales, que en este último mes han afectado significativamente a diversas geografías.
Foto: Andina
Entre los retos pendientes igual se incluye la emisión de sustancias halógenas de vida corta, no reguladas por los acuerdos internacionales pero que también perjudican a la capa de ozono, volviendo más lenta su restauración.
También el uso de tecnologías como la geoingeniería constituyen otro desafío al que se suma la inyección de aerosoles en la estratosfera que podría alterar la dinámica atmosférica y afectar la producción de ozono, por lo que se demandan más investigaciones y precauciones al respecto.
Vista de animación de la NASA que evidencia cómo las sustancias químicas destructoras de la capa de ozono se desplazan desde el ecuador a los polos, donde quedan atrapadas por los vientos del vórtice polar. Imagen: NASA Goddard (tomada de National Geographic)
Cuba también orgullosa
La mayor de las Antillas pasó en 2021 a la fase final del programa para la eliminación paulatina de los hidroclorofluorocarbonos, gases usados en la refrigeración y la climatización que resultan muy nocivos para la capa de ozono.
Foto: Jorge Luis Baños/ IPS
Asimismo, con la ratificación del Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal en 1992, Cuba ha cumplido con sus compromisos para reducir el uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono.
Así refiere el director de la Oficina Técnica de Ozono (OTOZ) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Doctor Nelson Espinosa Pena quien indica que nuestro país destaca como un ejemplo de compromiso y acción efectiva.
Como parte de su gestión medioambiental, Cuba también ratificó su compromiso con la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal y ha diseñado un Plan Nacional de Reducción de los HFC hasta el 2045, indica la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (Aenta) en su sitio oficial.
Imagen: tomada de citma.gob.cu
No por gusto en septiembre del pasado año el representante residente del PNUD en Cuba, Fernando Hiraldo, aseguró en la celebración nacional por el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, que esta Isla tiene un trabajo sostenido de contribución a la protección de la capa de ozono, con acciones encaminadas a reducir las sustancias agotadoras del ozono en el sector industrial.
Asimismo, el representante residente de PNUD subrayó que entre los proyectos de mayor impacto a favor de la capa de ozono se ubica la reconversión tecnológica de la planta de aerosoles farmacéuticos para el tratamiento del asma bronquial y las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas durante la década de los 90, que ha permitido eliminar unas 300 toneladas de clorofluorocarbonos.
Muchas son las entidades que en Cuba juntan hombros a favor de la preservación de la capa de ozono, tema en el que la humanidad ha evidenciado que es posible, desde la cooperación y el convencimiento, proteger a nuestro planeta y tributar a un porvenir habitable.
Imagen: tomada de lademajagua.cu