Ciclones en Cuba

Casi finalizando septiembre y aunque el panorama ciclónico no es tan activo como algunos quisieran y esperan tenemos en formación el octavo ciclón tropical de esta temporada en el mar Caribe. Una temporada que sigue algo atrasada al comportamiento histórico, ya que la fecha promedio de formación de la octava tormenta tropical es el 9 de septiembre, pero al llegar a convertirse en huracán como se pronostica, lo haría antes de la fecha promedio de formación del quinto: el 28 de septiembre.

Los pronósticos indican que se moverá muy próximo a la parte occidental, específicamente a la provincia de Pinar del Río, un verdadero imán para este tipo de sistemas, algo que en el pasado ha terminado hasta siendo motivo de burlas.

Desde que se analiza el comportamiento típico por meses, se ve que aunque hay algunos de ellos que la actividad ciclónica “prefiere” afectar a la zona oriental, la predilección se mantiene con el occidente, que aunque tiene periodos donde disminuye la probabilidad de amenazas…no escapa. Solo hacia el final de la temporada se puede decir que disminuye algo el riesgo para los territorios occidentales. Pero, ¿y si revisamos las afectaciones a las ciudades de mayor importancia en cada una de las provincias?, tomando al municipio especial Isla de la Juventud con un estatus de provincia y buscando aquellos que hayan pasado a menos de 30 kilómetros del centro de cada uno de estos asentamientos.

Antes de adentrarnos en ese análisis hay que estar claros de las limitaciones del mismo. En primer lugar el centro de circulación de cualquier organismo ciclónico no es un punto. Si bien se le da esta cualidad para mejorar el entendimiento y el trabajo propio de los pronósticos de los mismos, en algunos casos “el centro” puede ser un área de decenas de kilómetros de radio, sea más o menos redonda como el caso del ojo de un huracán. Por tanto que el centro de un ciclón tropical cruce a una distancia mayor de 30 kilómetros de un punto de referencia no quiere decir que la región central no lo haya hecho y que incluso ese punto haya quedado dentro del ojo y haya podido experimentar aunque por poco tiempo y de manera parcial, la calma reinante en el mismo. Y que decir cuando pensamos en el campo de vientos y el efecto de las lluvias, que puede ser notable en zonas distantes, e incluso el del mar que aunque se circunscribe a zonas costeras, estas pueden sentir los efectos de un ciclón a varios cientos de kilómetros y en un día de “buen tiempo”.

Todas las ciudades que hoy constituyen cabeceras provinciales no fueron fundadas en la misma época, algunas de ellas acumulan más de 4 siglos de fundadas porque formaron parte de las primeras villas erigidas, pero otras lo hicieron en el siglo XIX por lo que si algún ciclón cruzó en las cercanías de su ubicación actual, realmente no causó daños a ese asentamiento, pues no existía. Es por ello que de la cronología disponible desde 1851, solo se toman aquellos desde 1900 hasta la fecha. También existen diferencias tanto en la extensión territorial, características topográficas y urbanísticas de cada una, sin embargo no dejan de ser el punto donde convergen y se concentran, más allá de una mayor población,  servicios vitales y recursos organizativos.

En este punto haga sus conjeturas sobre cuales pudieran ser las 3 ciudades cubanas que más son afectadas por ciclones tropicales (seguramente una de ellas será la ciudad de Pinar del Río) y siga leyendo.

Teniendo en cuenta los ciclones tropicales formados desde 1900 hasta la fecha, cuyo centro ha cruzado a menos de 30 kilómetros de un punto de referencia de cada una de las ciudades que hoy constituyen capitales provinciales, vemos en el gráfico que los números son mayores hacia el occidente.

En el occidente no solo son mayores los números, siguiendo el criterio que como se expresó anteriormente es un concepto muy limitado de afectación, sino también predominan los huracanes sobre el número de tormentas tropicales en esas localidades. Como promedio en las provincias occidentales poco más del 60 % de los ciclones han sido huracanes y la mayor relación tormentas/huracanes la tiene San José de las Lajas en Mayabeque donde las tres cuartas partes de los ciclones que han cruzado cerca de esa localidad han sido huracanes.

Si hiciéramos el “top 3” por la cantidad quedaría en primer lugar Nueva Gerona, como cabecera del municipio especial Isla de la Juventud con 6 tormentas tropicales y 8 huracanes para un total de 14. En segundo lugar La Habana con 3 y 8, totalizando 11 y en tercero Pinar del Río y Santa Clara con 10. En este último caso pudiéramos hacer un desempate a favor de la provincia más occidental ya que aventaja a “la ciudad de Marta Abreu” en la cantidad de huracanes: 6 contra 2.

Curiosamente si añadimos a la lista el cabo San Antonio, punto más occidental del archipiélago cubano, y que pudiera ser el más próximo al centro de futuro huracán Helene (al momento de publicar esta entrega), quedaría en un segundo lugar compartido con La Habana, exactamente con los mismos números.

Las ciudades que llevan más tiempo sin ser visitadas por un huracán son Sancti Spiritus desde 1945, Camagüey y Guantánamo, desde el recorrido nefasto del Flora en 1963. Completan la lista de los que llevan más de 5 décadas sin “recibir” huracanes Ciego de Ávila y Bayamo, desde Cleo en 1964 e Inez en 1966 respectivamente.