El derecho de soñar es el título de la nueva telenovela que llegará a las pantallas cubanas a mediados de año. La Casa Productora encargó a dos directores de reconocida experiencia en el género, Alberto Luberta Martínez y Ernesto Fiallo, llevar a la televisión el guion de Angel Luis Martínez y el propio Luberta; una historia que en 60 capítulos rendirá homenaje al medio radiofónico en su centenario, y a la icónica radionovela El derecho de nacer, un suceso que a finales de los años 40 del pasado siglo alcanzó el mayor índice de audiencia en nuestro país, y que en este 2023 cumple su 75 aniversario.
Hasta la central ciudad de Caibarién llegó el equipo de trabajo de Luberta en un primer llamado, para rodar algunas escenas que tienen como escenario al Premio Santamareare, evento convocado por la filial de Audiovisuales y Radio del Comité Provincial de la Uneac en Villa Clara. El espacio devino en ocasión especial para dialogar con el experimentado director sobre esta producción.
¿Cómo nace este proyecto?
—La idea de la novela fue de la Casa Productora. El equipo creativo veía venir el centenario de la radio y no se había hecho nada desde la televisión dramatizada en homenaje a la fecha. Pensaron en mí como director, porque provengo de la radio. Hice radio durante mucho tiempo, así como Angel Luis Martínez, que aún la hace. Es un medio que amamos profundamente.
“Cuando lo hablamos por primera vez, estaba todavía en proceso de edición Tan lejos y tan cerca y la idea me encantó. Primero se pensó para el espacio que sustituiría a la telenovela Asuntos Pendientes; luego, acordamos que se realizaría en otro momento, con más calma. Pero después retomamos la idea inicial. A partir de ese momento organizamos el proceso tal y como lo hicimos con Tan lejos... Formamos dos equipos: Ernesto Fiallo en uno y yo en otro, para que la novela pudiera salir al aire en julio de 2023. En el primer llamado fui para Caibarién y él se quedó rodando en Canasí las escenas de un accidente. La dirección general es de ambos”.
¿Cuán alejada pudiera estar la telenovela de las producciones anteriores?
—Indiscutiblemente el asunto de colocar unos primeros capítulos que son de época ya marcará una diferencia, pues hace mucho tiempo que no se hace. La novela comienza en 1948. Los seis primeros capítulos se desarrollan en esa época y en la mitad del capítulo siete cambia hacia la actualidad. Así se mantiene hasta el capítulo 60 y final. Significa un reto muy grande vincular las dos etapas, sobre todo por la falta de recursos que se necesitan para la época, pero lo asumimos porque siempre nos gustó esa idea de los años dorados de la radio. Entonces, Angel Luis me contó la historia y, como todo proyecto, cuando empezamos solamente sabíamos que queríamos hacer una novela que rindiera homenaje a la radio. En el proceso de creación Angel Luis Martínez encontró la historia de la actriz María Valero, que murió en un accidente cuando se estaba grabando El derecho de nacer y eso fue lo que tomamos como punto de partida.
“El salto a la fase actual lo concebimos con la idea de que la radio sigue y aunque con diferencias evidentes, al final es la radio y los que la amamos la hacemos salir adelante”.
Algunos actores interpretan personajes en ambas épocas ¿Existe algún nexo en esos casos? ¿Cómo influirá en el desarrollo de la historia?
—En la mayoría de los casos precisamente hemos tratado de buscar personajes que sean muy diferentes en ambas etapas, que los actores que repiten no tengan nada que ver en esos dos momentos. Procuramos personajes que contrasten y tratamos de centrarnos sobre todo en repetir rostros que tuvieran que ver con la emisora ficticia que constituirá la principal ambientación. Quisimos reflejar que los amantes de la radio de hoy, la hacen con la misma pasión con que la hicieron los personajes reales que conforman la etapa histórica.
¿Cómo crees que será la repercusión en el escenario de las redes sociales?
—Eso siempre será un riesgo que hay que correr. Siempre me limito a dar un pronóstico en ese sentido, porque la recepción del público llega a ser totalmente impredecible. Te digo con toda la franqueza del mundo que las personas que han leído los siete primeros capítulos se han enamorado de la telenovela. El reto radica en que se conoce que habrá algunos capítulos de época, y a la hora de cambiar a la época actual la expectativa se complica. Es algo a lo que le temimos siempre, pero decidimos apostar por eso.
¿Cómo espera el equipo el resultado?
—Hay una expectativa fundamental que la tenemos todos. Las asesoras –que nunca han hecho radio– se han ido enamorando del medio y de las cosas que han visto. Para mí, para nosotros, la misión es homenajear a esas personas que a veces casi ni se conocen. Insertamos un homenaje a las personas que enfrentaron desde la prensa el accidente que hubo en Matanzas, recreamos una situación similar. Además, la novela trascurre en julio de 2023, que se cumplen los 75 años de la transmisión original de El derecho de nacer. Hay otros homenajes que de una manera u otra han sido colocados y esperamos los reciban de una manera grata.
“No se trata de un documental. De hecho, uno de los grandes desafíos es que quería mostrar al final de cada capítulo pequeños testimonios de personas que hacen radio y pueden ser referentes. Se cita a quienes eran muy jóvenes en las primeras décadas de la radio y se recuerdan con gran admiración: Alberto Luberta, Enrique Núñez Rodríguez...
“En la época actual habrá un personaje que está realizando un documental y entrevista a figuras de la radio. Por ejemplo, Carmen Solar aparece como ella misma. El propósito ha sido contar desde la actualidad y que al público le sorprenda”.
Algunos nombres del elenco...
—Yailene Jesica Aguiar y Yasmani Beltrán serán los protagonistas de la época actual. Osmara López también había quedado dentro del casting para la protagonista, pero la veremos en pantalla con un coprotagónico interesante. Repito con Yaité Ruiz, Ray Cruz y Yailin Coppola, que además de asumir la dirección de actores, tendrá una pequeña aparición en la época como la actriz Lupe Suárez (Mamá Dolores). Uno de los personajes más complejos será el de Félix B. Caignet, interpretado por Delvys Fernández. Denys Ramos encarnará a Goar Mestre. Contaremos con actuaciones de veteranos como Verónica Lynn, Luis Rielo y Rubén Breña. Yolepsis González, Niu Ventura, Roque Moreno, Carlos Gonzalvo, María Laura Germán, Jorgito Martínez, Reinier Morales, Irela Bravo, Frank Andrés Mora, Roberto Perdomo, Fernando Hechevarría, Clarita García, Amelia Fernández y Luis Carreres también forman parte del elenco. Ingrid Lobaina interpretará a la directora de una emisora de radio. Hasta ahora había hecho personajes un poco más adolescentes y le hemos otorgado un rol diferente. La actriz Anabel Arencibia interpreta a Carmen Solar en su juventud.
“La producción está a cargo de Oigrés Suárez, uno de los más experimentados productores, y con quien nunca había tenido la oportunidad de coincidir.
“Algunas locaciones tendrán lugar en el ICRT, pero creamos una emisora ficticia para la novela, debido a que tanto Angel Luis como yo venimos de Radio Progreso y existía un poco ese temor porque haríamos una novela en esa emisora, que es nuestra casa. Por lo tanto, sí aparecerán pasillos y lugares de Radio Progreso, pero la oficina de la directora será en Radio Habana Cuba. Se tomará como fachada el edificio de Radio Enciclopedia”.
La idea de este dramatizado sucede a la serie radial Huellas en el aire, escrita por Angel Luis Martínez para homenajear a consagradas figuras de la radiodifusión en Cuba. El conocido escritor, que cuenta en su acervo creativo con títulos como Tierras de fuego, El rostro de los días, De amores y esperanzas y un sinnúmero de guiones para la radio, nos dijo:
—El derecho de soñar, aunque constituye un homenaje a la radio cubana es su centenario y al fenómeno radial que fue El derecho de nacer, es una telenovela con todas las de ley y que respeta los códigos del género. Habrá triángulos amorosos, secretos del pasado, intrigas, sucesos que tocarán puntos álgidos de nuestra sociedad que nos preocupan como creadores.
“Para mí ha sido un proceso muy rico porque soy un oyente de toda la vida; además, este medio me ha formado no solo como artista, sino también como persona. Esta es, de alguna forma, mi manera de retribuirle a la radio todo lo que ella ha significado en mi vida”.
Al primer llamado que desplazó a parte del equipo hasta Caibarién fue convocado el actor Jorgito Martínez, un rostro que siempre se agradece en nuestros dramatizados. Sobre su personaje, en una plática amena nos contó:
—Yo mantengo una relación de amistad y de admiración con Luberta hace mucho tiempo; hemos trabajado juntos en varias ocasiones. Es un director que admiro, que respeto y de las pocas personas que hoy en día me pueden decir: ¡Te tengo en un proyecto!, y yo voy con los ojos cerrados. De hecho, la última telenovela en la que participé fue Entrega, dirigida también por él. Para El derecho se soñar, Luberta me llamó y tuvo la condescendencia de ofrecerme a escoger dos personajes. Después de leerlos y analizarlos, me decidí por un director de radio.
“Esta obra, quizás como su nombre lo indica, constituye no solo un homenaje a la radio cubana por su centenario, sino también a esa cumbre de la radionovela en Cuba y en el mundo que fue El derecho de nacer. Para mí fue un honor y creo también que es una forma simbólica de «pagar» esa deuda que tenemos muchos artistas con la radio; al menos en mi caso. Mucha gente no lo sabe, pero yo empecé haciendo radionovelas con Pablo Verbitsky, Armando Soler “Cholito” y otros grandes maestros.
“Mi personaje, como les decía, es un director de radio, un hombre talentoso y que ama su trabajo, al que le dan la posibilidad de dirigir un remake de la radionovela El derecho de nacer por los 75 años de la obra. Se enfrenta entonces a la selección del elenco y otros sucesos que se van presentando en el día a día de esta grabación; además de otros conflictos personales que tiene este personaje y que no puedo adelantar. Incluso hay escenas a las que nunca me había enfrentado en mi carrera y que van a ser muy interesantes para el televidente, pues bordean otras aristas de la vida y que no habían visto en trabajos míos, previos a esta telenovela.
“Algo que también agradezco mucho es que, además de todo el elenco que me acompaña, tengo el honor grandísimo de trabajar con dos glorias de Cuba, dos actorazos que interpretarán a mis padres: Verónica Lynn y Luis Rielo. Solo por eso, aunque mi personaje no dijera ni una sola palabra en todo el guion, ya para mí hubiera sido un privilegio y una gran responsabilidad.
“Además, una cosa que también me gustó mucho es que, en los primeros siete capítulos que transcurren en el año 1948 durante el surgimiento y radiodifusión de El derecho de nacer, tengo otro personaje igualmente muy interesante y totalmente distinto al de la segunda fase de la telenovela”.
Otro de los citados al rodaje de las escenas que acontecerán en la Villa Blanca, fue el joven actor Frank Daniel Martínez. Después de sus roles en series juveniles como Calendario y Primer Grado, esta telenovela le ofrece la oportunidad de mostrase ante los televidentes con un personaje más maduro, con otros matices a explorar:
—Yo comencé en la telenovela haciendo casting para otro personaje, pero Luberta me ofreció a Pavel, un joven con conflictos muy interesantes. Es actor de la radio y, aunque no puedo hablar mucho al respecto, adelanto que le pasarán cosas muy bonitas a lo largo de la serie. Interactúa con Jorge Martínez, Ana Gloria Buduen y otros excelentes actores que forman parte del elenco. Ha sido una grata experiencia que he disfrutado al máximo durante todo el proceso.
El derecho de soñar promete ser una telenovela que moverá las fibras más sensibles del televidente. El propio Luberta describe magistralmente el significado que encierra esta producción desde el título: “Soñar es lo que hacemos todos, tanto los que hacemos televisión como el oyente que sueña la radio. Leí una anécdota que me pareció muy interesante:
—Una mujer que escuchaba las transmisiones de béisbol por la radio luego tuvo la oportunidad de verlo en la televisión y expresó: ¡Este no era el juego que yo me imaginaba! En su cabeza había soñado un juego que no era. Y eso sucede con los oyentes, cada cual imagina escenarios, locutores y personajes de una manera distinta.
(Tomado de Portal de la Televisión Cubana)