Científicos cubanos laboran en la preservación del fósil de un saurio gigante hallado hace pocos meses en una cueva del Valle de Viñales, uno de los descubrimientos más importantes de la Paleontología del país, se divulgó hoy.
El doctor en Ciencias Geológicas Manuel Iturralde Vinent dijo al diario Granma que fue concluida la fotogrametría en 3D del sitio donde se halla el esqueleto petrificado de un ictiosaurio (reptil marino con cierto parecido al delfín, pero con un pico más largo y dientes agudos) de unos cuatro metros de largo.
También fue realizada la cartografía total de la caverna, conocida como el surgidero del río del novillo, agregó.
La roca que contiene este fósil es una caliza con una estructura como de láminas superpuestas, que con la humedad y los cambios de temperatura se han ido desprendiendo, detalló el experto.
Esto permitió que el esqueleto, que originalmente estaba dentro de la roca, quedara expuesto, pero ante la continuidad de este mismo proceso existe el temor de que los restos del ictiosaurio empiecen a desprenderse y se pierdan.
Como paso inicial, Iturralde destacó el trabajo de fotogrametría, pues es la primera vez que se realiza sobre un resto fósil en Cuba, lo cual constituye un gran paso de avance para la ciencia nacional, apuntó.
Esteban Rubén Grau, vicepresidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba, argumenta que se trata de una técnica muy novedosa y de las más utilizadas en la actualidad para obtener imágenes tridimensionales de alta resolución de espacios como cavernas, tumbas, construcciones, paisajes y objetos de especial interés.
En el caso del ictiosaurio de Viñales, gracias a la fotogrametría se logró una reproducción digital del lugar del hallazgo, que permite realizar estudios de cada hueso y del esqueleto en su conjunto, sin necesidad de penetrar en la peligrosa caverna.
Los expertos determinaron que el esqueleto petrificado, hallado a fines de 2023, es un ictiosaurio, posiblemente del tipo Ophthalmosaurio, que vivió en el mar Caribe primitivo al final del periodo Jurásico, hace entre 145 y 150 millones de años, una antigüedad nunca encontrada en otro resto identificable de este tipo de reptiles marinos en Cuba.
Se trata del primer esqueleto de un saurio de gran tamaño en el que se preservaron numerosos huesos articulados, pues antes habían aparecido esqueletos mucho más pequeños, sobre todo de peces, y de un pterosaurio sin el cráneo, así como huesos aislados.
A la par de las investigaciones, se busca detener el proceso natural que está ocurriendo en la roca que contiene los restos del fósil, desde la cual se desprenden fragmentos pequeños y que, eventualmente, conducirá a la pérdida del ejemplar.