En Cuba no hubo este domingo un estallido social; hubo disturbios, desorden, causado por una operación comunicacional que se prepara desde hace tiempo, a la que se destinan recursos multimillonarios, laboratorios, plataformas tecnológicas con fondos del Gobierno de los Estados Unidos, denunció el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.
Resaltó la gran solidaridad a nivel internacional que despierta Cuba. Por ello, desde hace meses y, sobre todo, en las últimas semanas, se han estado recibiendo numerosos ofrecimientos de solidaridad, de apoyo práctico, de donaciones, muchas veces modestas, pero de un enorme valor simbólico y moral, que alientan el esfuerzo de nuestro pueblo.
Mencionó el apoyo de gobiernos, organizaciones internacionales, grupos de personas, asociaciones de solidaridad, organizaciones de cubanos residentes en el exterior y otros.
Comentó que se emitió un comunicado por el presidente estadounidense, Joe Biden, en relación con los acontecimientos sucedidos este domingo en Cuba, y, de forma, general, el mundo ha reaccionado con respeto, a partir de la conducta intachable de nuestro país, siempre apegada a la verdad, siempre transparente, siempre con el pueblo y para el pueblo.
Pero con cinismo, hipocresía y manipulación, añadió Rodríguez Parrilla, políticos en Estados Unidos se refieren a estos sucesos. En su comunicado, Biden pide al «régimen de La Habana» que escuche al pueblo cubano, «que alivie sus necesidades».
En ese sentido, concordó, estaría bien que el mandatario estadounidense escuchara al pueblo cubano que desde hace años se ha manifestado contra el bloqueo, y si algo quiere hacer, es oír también a los ciudadanos estadounidenses y levantar esta política contra Cuba y las 243 medidas que heredó del presidente Trump.
Incluso, sugirió el Canciller, podría eliminar lo impuesto durante la pandemia, porque el Gobierno de Estados Unidos ha usado el virus como un aliado para recrudecer el bloqueo, de una manera brutal y cruel.
Podía también, continuó, dejar de usar los medios de represión con que reprime la policía en Estados Unidos a afrodescendientes, minorías, periodistas... y podía dejar de exportar esos medios de represión tremendos a otros países del mundo.
El 15 de junio, recordó, se lanzó una primera convocatoria de la campaña que usa la etiqueta SOS Cuba, dirigida a dañar la votación de la Asamblea General de Naciones Unidas contra el bloqueo a Cuba, que expresa la posición de la comunidad internacional. Pero esa campaña, subrayó, fracasó frente al resultado de las votaciones, donde Estados Unidos quedó totalmente aislado, y han introducido cambios en ese accionar.
Este domingo en Cuba, reiteró el titular de Relaciones Exteriores, no hubo un estallido social; hubo disturbios, desorden. Incluso la prensa internacional reconoce que hubo acciones de violencia en los disturbios, pero no el estallido social por el cual el Gobierno estadounidense ha estado trabajando, de manera oculta o más públicamente en los últimos tiempos.
Bruno Rodríguez significó que, en los últimos años, el pueblo ha sufrido un bloqueo intensificado, dirigido a dañar con precisión quirúrgica los ingresos del país, los cual se traduce en carencias y privaciones que afectan a las familias cubanas.
Según el Canciller, desde el 23 de junio, se alertaba a la comunidad internacional que, en el Gobierno norteamericano, en la mafia anticubana, en sectores de extrema derecha, en la Florida, calculan, aunque se equivocan, que si provocan penurias y promueven líderes artificiales e intentan crear una situación en las redes que no existe en la realidad, pueden lograr sus objetivos. Elementos propios de la guerra no convencional se han empleado en estos días.
No obstante, afirmó Bruno Rodríguez, la respuesta contundente del pueblo hizo fracasar la operación comunicacional y la campaña, aunque hoy se retoma con otros ejes, y el intento de generar una situación de ingobernabilidad y de desorden social.
Aquí, apuntó, ha habido un ataque brutal contra quienes defienden la verdad y medidas dirigidas a impedir la revisión de la política que los demócratas han planteado, en temas que tienen que ver con la población, como los viajes, las remesas, los servicios consulares...
Además, detalló, se vuelve a abrir, otra vez, el tema relacionado con aquellos que deliran con generar un flujo migratorio irregular hacia los Estados Unidos, que es una apuesta peligrosa que cuesta vidas.
En medio de todo este escenario, como ya se dijo, el 15 de junio se lanza la etiqueta SOS Cuba, por lo que, aquí, aseveró el Canciller: «acuso y emplazo al Gobierno estadounidense a que reconozca o desmienta que la compañía, radicada en Miami, que generó esta etiqueta y esta campaña, recibió un certificado del gobierno republicano de la Florida para actuar con fondos estaduales.
«Emplazo a que confirmen o desmientan que los principales operadores políticos de esta compañía, conectados con una publicación financiada por el Gobierno de los Estados Unidos, y que es parte del conjunto de medios, sobre todo radicados en Miami, que actúan sistemáticamente contra Cuba y que generaron esta campaña, han recibido financiamiento del Departamento de Estado y de la Usaid, como parte de la guerra de información contra nuestro país.
«Los emplazo también a que desmientan que los operadores políticos que lanzaron esta etiqueta han estado organizando manifestaciones con signos de violencia contra la embajada cubana en Washington, que no hace mucho fue atacada a tiros, sin que el Gobierno norteamericano haya dicho una palabra».
Bruno Rodríguez también denunció que, desde un laboratorio mediático, radicado en la Florida, se lanzó en Twitter, el 5 de julio, la campaña Intervención humanitaria en Cuba.
Una intervención humanitaria, aclaró, fue lo que sucedió en Yugoslavia en 1999. Los bombardeos de la otan fueron una intervención humanitaria no autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por ello, los que instigan a eso, están llamando a una intervención militar estadounidense en Cuba, violando nuestras leyes y el Derecho internacional.
Emplazo a Twitter y al gobierno norteamericano, expresó el Canciller, «a que reconozcan o desmientan que operadores políticos utilizaron, de manera activa, etiquetas, grupos de robots, trolls, que son usuarios coordinados con medios automatizados para inundar las redes, en esta campaña contra Cuba».
A pesar de las denuncias, Twitter no aplicó sus propias reglas para tratar de impedir que estas actuaciones se consumaran, incluso con llamados al magnicidio y a la violencia, resaltó.
Además, el Ministro cubano de Relaciones Exteriores emplazó a Twitter «a que diga si es cierto o no que se alteraron los sistemas de geolocalización de las cuentas, para engañar a las personas y hacer ver que más de la mitad estaban en Cuba, cuando eso es totalmente falso».
En las próximas horas, aseguró, «presentaremos información copiosa sobre estas imputaciones al Gobierno norteamericano y a la compañía Twitter, sobre lo cual disponemos de toda la evidencia».