La celebración del Día Internacional Contra los Ensayos Nucleares, este 29 de agosto, se distingue de los anteriores por haberse logrado la entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, el 22 de enero del presente año.
Este acuerdo establece la obligación de los países firmantes a no usar, desarrollar, producir, amenazar y almacenar armas nucleares.
Desde el 6 y 9 de agosto de 1945 toda la humanidad está consciente de los efectos desastrosos de las armas atómicas, cuando el gobierno de Estados Unidos lanzó una bomba de este tipo en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, respectivamente, causando la muerte de miles de personas en corto tiempo.
Aún permanece latente el genocidio porque numerosos pobladores de esas localidades viven con secuelas a causa de las radiaciones generadas por las bombas.
El Día Internacional Contra los Ensayos Nucleares, además de recordarnos cuánto daño ocasionan semejantes prácticas, tiene el propósito de alentar a organizaciones, Estados y a civiles en general a que informen de la necesidad de prohibir los ensayos de armas nucleares, por la seguridad del planeta.
Un ensayo nuclear consiste en la detonación de un arma nuclear con fines experimentales, para conocer su capacidad destructiva, aunque se han detonado bombas nucleares con otros fines, como propagandísticos, para extraer combustible o realizar algún pozo de grandes dimensiones.
Permitir la realización de estas pruebas sería favorecer el desarrollo de armas más potentes y ocasionar daños irreparables al medioambiente.
Para atraer la atención del mundo ante la gravedad del asunto y lograr una acción conjunta, el 2 de diciembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 29 de agosto Día Internacional contra los Ensayos Nucleares.
La República de Kazajstán propuso la resolución a la Asamblea General de las Naciones Unidas con el fin de conmemorar la clausura del polígono de ensayos nucleares de Semipalatinsk, acontecido el 29 de agosto de 1991.
En el 2010 empezó a conmemorarse el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, con diversas acciones como conferencias, programas televisivos, charlas, entre otras.
El primer ensayo nuclear sucedió en 1945, en el desierto de Alamogordo, Nuevo México. Desde aquella fecha hasta la actualidad, se han realizado más de 2 mil pruebas nucleares en todo el mundo. Los daños a poblaciones y ecosistemas han sido cuantiosos.