Comparecencia Especial de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, a través de la Televisión Cubana, desde el Palacio de la Revolución, el 12 de noviembre de 2021, “Año 63 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)
Un saludo y un abrazo para todos nuestros compatriotas:
Hemos apreciado un grupo de opiniones y diversidad de criterios relacionados todos con un conjunto de temas alrededor de la problemática de que el país vaya entrando en la nueva normalidad. Precisamente sobre estos temas, sus interrelaciones, sobre el consenso que se construye alrededor de esta situación es que queremos hablar en la tarde de hoy.
Tenemos que partir de que hemos vivido dos años de cierre, de restricciones, en los cuales hemos estado ante situaciones y momentos muy duros y también hemos tenido que lamentar pérdidas dolorosas; pero nos vamos levantando, estamos en un momento en el que, realmente, vamos controlando la pandemia y nos va abriendo perspectivas de cómo el país puede retomar su curso, su ritmo, su estabilidad.
Como explicábamos al inicio del enfrentamiento a la pandemia, en la arrancada de la misma, esta iba a ser una carrera de fondo. Yo recuerdo que en aquellos momentos dimos con lujo de detalles todo un grupo de situaciones que pronosticábamos que se iban a vivir; era también una carrera de resistencia. Si hubiéramos sido un pueblo débil nos hubiéramos rendido, pero realmente en Cuba no hay espacio para la rendición, con un pueblo como el de Cuba no hay rendición posible, y creo que por ese espíritu, por ese esfuerzo, por ese compromiso compartido es que hoy podemos hablar de resultados, hoy podemos hacer un alto para hablar de recuento, también para homenajear y también para reconocer.
Si comenzáramos el homenaje, creo que tendríamos que hacerlo, en primer lugar, a los más de 8 270 compatriotas cuyas vidas nos arrebató la pandemia, y con esto quiero expresar nuestras condolencias a los familiares y amigos.
Todos hemos perdido algún ser querido en esta pelea, pero también entre todos nos levantamos a trabajar para que nadie más muriera y, sobre todo, para que en todo lo posible las muertes fueran las mínimas.
También hay que homenajear a los que no están, en primer lugar, a quienes murieron investigando y brindando asistencia médica en las que serían sus trincheras en ese momento, y a ellos creo que debemos dedicar el triunfo de la Ciencia y de la Salud sobre ese enemigo desconocido que ha cobrado ya más de 5 millones de vidas en todo el mundo.
Cuba merece una celebración, una celebración ajustada a la normalidad nueva, pero una celebración digna del esfuerzo, digna de la disciplina, la participación y la contribución de la inmensa mayoría de nuestro pueblo para que pudiéramos llegar a este momento.
Destacamos, una vez más, que todo lo que hemos enfrentado ha tenido, como un elemento más de mucho rigor, la cruel, la criminal política del imperio yanqui contra Cuba, que trató de aprovechar este momento, en el que también existieron incertidumbres, para apretar todas las tuercas, darles todas las vueltas a las tuercas del bloqueo para difamar, para calumniar.
Nos han querido presentar como un Estado fallido, un Gobierno que no podía junto a su pueblo sobrepasar esta situación; pero como decía José Martí: “No hay proa que taje una nube de ideas”. Y precisamente defendiendo esas ideas es que nuestro pueblo se ha sobrepuesto y se abren luces, se abren esperanzas, se abren caminos para continuar adelante.
Nosotros tenemos que tener la convicción de que no se reciben premios por desafiar a un imperio, todo lo contrario, en ese desafío constante contra el imperio, que nos quiere desaparecer como nación y como Revolución, se reciben campañas y amenazas, prohibiciones y castigos, y en estas condiciones hemos recibido más: un bloqueo totalmente recrudecido.
Es por eso que, y solo lo menciono una vez más dando estas ideas, independientemente de que el bloqueo persista estamos obligados a saltar por encima de él con nuestras propias fuerzas; por eso siempre estamos haciendo el llamado a sobrepasarlo con nuestros esfuerzos, con nuestro talento, con el talento que hay en el pueblo. Ninguno de nosotros sabe más que todos nosotros juntos y, por eso, con esas propias fuerzas nosotros podemos lograr conquistas y atenuar en mucho las dificultades que nos ocasiona el bloqueo.
Esa sería la manera de defender la patria, la patria es lo que nuestros padres nos dejaron como herencia, y esa no es una herencia material, no es una herencia de riquezas; es una herencia, sobre todo, de compromiso; es una herencia que nos obliga a juntos escalar montañas. Y en un momento como este podemos declarar que estamos llegando a uno de los picos de esas montañas y, por lo tanto, también este es un tiempo de cosecha a partir de lo que hemos sembrado con ese esfuerzo, con esas realizaciones, con ese empeño.
Estamos a disposición para comentar estos temas, para hablar y reflexionar sobre esos temas, y contamos con la presencia de un grupo de periodistas que nos han acompañado en todos estos meses de arduo trabajo en la gestión de Gobierno, también desde la gestión y la labor partidista enfrentando esas situaciones, por lo tanto, los convoco a que comiencen las preguntas.
Angélica Paredes.- Mis saludos, Presidente, y, por supuesto, gracias por la oportunidad.
Mis preguntas tienen que ver específicamente con algo que usted ha dicho. ¿Se puede afirmar que en estos momentos hay un control de la epidemia en Cuba? Y, por otra parte, ¿qué garantías tenemos los cubanos de que no tengamos que enfrentar otros picos pandémicos tan duros como los que hemos vivido en estos últimos meses?
Miguel M. Díaz-Canel.- Es una pregunta muy interesante porque la respuesta misma nos va a llevar a definir los resultados que hemos logrado con todo ese empeño descrito y, a la manera en que tenemos que comportarnos y en que tenemos que afrontarlo.
Vamos primero a hablar de los resultados, que son los que nos pueden llevar a la afirmación de que sí tenemos control de la pandemia, y después vamos a reflexionar sobre un grupo de situaciones que nos dan como sentido que la pandemia no ha finalizado; por lo tanto, tenemos que saber controlar la pandemia y convivir con esa pandemia que existe.
Me voy a apoyar en algunos datos y en algunas gráficas que forman parte del tablero de control con el que trabajamos y en el que nos auxiliamos diariamente para desarrollar la gestión en nuestro trabajo.
Aquí tenemos una primera gráfica (Señala) que representa, desde el primer día, el 11 de marzo de 2020, los casos positivos que fueron mostrándose por día, y está actualizada hasta el día de ayer. Recuerden que empezamos con un nivel de incidencia muy bajo que nos demostraba que en la misma medida en que íbamos aprendiendo de la pandemia éramos capaces de controlar la pandemia a partir de todo el perfeccionamiento que se hizo y la actualización en nuestros protocolos, y ya habíamos empezado a introducir algunos medicamentos biotecnológicos muy novedosos.
Cuando arribamos a finales de año y principios de enero, que ya teníamos un control de la pandemia, abrimos las fronteras, aquel fue el primer momento en el que aspiramos a entrar en la nueva normalidad, y en ese momento tuvimos un flujo sobre todo de cubanos residentes en el exterior o de cubanos que estaban de visita en el exterior que venían de países en los cuales había muchos niveles de transmisión y, por otra parte, empezó a llegar también un grupo de turistas.
La magnitud de los ingresos de personas al país en esos momentos no nos permitía ubicarlos a todos en centros de aislamiento porque sobrepasaba la capacidad de nuestros centros de aislamiento, y tuvieron que ir a la cuarentena domiciliaria. Y hay que reconocer críticamente que no siempre se cumplieron todas las medidas que habíamos establecido, no fue efectivo ese ingreso domiciliario y ahí empezó a manifestarse una transmisión que era totalmente diferente a la que existía en otro momento, sobre todo porque en ese momento empiezan a entrar a nuestro país cepas mucho más agresivas, como es la conocida cepa Delta.
Fíjense que todo este comportamiento comenzó a incrementarse hasta un punto tal que en los meses de julio, agosto y septiembre del presente año alcanzó niveles muy altos, casi nos acercamos a los 10 000 casos diarios.
En esa etapa se estaban investigando las vacunas, en esa etapa les habíamos pedido a nuestros científicos que necesitábamos soberanía con las vacunas y ellos estaban en las etapas de investigación y de ensayos clínicos. Ya después, cuando empezamos a aplicar los estudios de intervención que nos permitieron llegar a la intervención en grupos y comunidades de riesgo, se comenzaron a tener resultados que facilitaron la vacunación masiva de la población. Y ya con los resultados de la vacunación masiva y las incidencias que teníamos en relación con la inmunización de la población, ha provocado, en las últimas cuatro o cinco semanas, un decrecimiento con una pendiente, como ustedes ven (Señala), negativa, que además nos ha llevado a que hoy precisamente estemos por debajo de los 400 casos diarios.
Por lo tanto, casi estamos regresando a los niveles que había en enero de este año, por lo que este es un dato o una historia de lo que ha ocurrido en la pandemia en cuanto a casos diarios que nos demuestra que fuimos controlando la enfermedad. Fíjense (Señala), de este pico pandémico que tuvimos en tiempo prolongado, a los niveles estables de disminución de casos que estamos teniendo.
Aquí estamos ante otra lámina que representa el número de casos que hemos tenido por mes: Enero, que fue cuando empezó a manifestarse un determinado comportamiento diferente; fueron creciendo los picos de julio, agosto, septiembre, y ya en octubre, como parte del resultado de la vacunación, empezamos a disminuir; pero miren cómo vamos en noviembre (Muestra), cuando ya vamos a alcanzar la mitad del mes, está muy por debajo de la mitad de lo que teníamos a inicios del año; por lo tanto, es otra manera también de representar ese control que vamos teniendo con la pandemia.
De igual manera han disminuido las muertes; esta es la misma tabla anterior (Señala) pero con relación a las muertes que se produjeron por meses, en la misma relación con que se incrementaron los casos por meses se incrementaron los fallecimientos, por tanto, también en julio, agosto y septiembre existieron picos de fallecimientos; disminuyeron en octubre, ya cuando empieza a tener efecto la vacunación masiva, y miren en noviembre (Señala), creo que vamos por 32 fallecimientos en los días transcurridos, también acercándose a las cifras de enero de este año.
Este es un modelo, digamos, primario (Muestra), es un modelo que hice yo mismo ya cuando comenzamos a trabajar la etapa de decrecimiento, es un modelo muy simple, pero lo voy utilizando. La curva en azul más claro da lo que pronostica el modelo y las barras son el comportamiento de casos que hemos tenido diario, y como ven, el modelo ha sido bastante exacto; claro, se va ajustando en la misma medida en que le añadimos los datos y las correlaciones de lo que va pasando. Es un modelo muy simple que utilizo solo para mi trabajo personal cada día, pero que plantea que ha existido una tendencia al decrecimiento de los casos.
Hay modelos que son los que trabajamos con más rigor, desarrollados por la Facultad de Matemáticas de la Universidad de La Habana, que son los que tomamos en cuenta todos los martes cuando nos reunimos para evaluar, desde el punto de vista científico, todas las problemáticas del enfrentamiento a la COVD-19 y que describen esto en una situación mejor y con más rigor científico, pero también muestran este decrecimiento y más o menos estamos en los mismos órdenes de casos por día, lo que demuestra que estamos en el control de la pandemia.
Y vamos a una tabla para demostrar lo que hemos logrado, tiene una comparación de algunos indicadores de nuestro país con lo que ha ocurrido en el mundo y en la región de las Américas.
En primer lugar, de todos los casos que ha tenido el mundo, hoy los activos están en un 7,47 %. En el área de las Américas es un 10,89 %, y en Cuba hoy los casos activos, que estaban en 2 074 en el día de ayer, son solo el 0,22 %; por lo tanto, aquí se observa que Cuba tiene mejor control de la pandemia que la que puede existir en el mundo y en la región de las Américas. Eso da otra relación que es el porciento de recuperados, o sea, personas que sufrieron la enfermedad y ya han sido recuperadas; sería la diferencia entre los casos positivos que existieron, los fallecimientos y los activos que quedan.
Miren (Señala), Cuba presenta un 98 %, ya casi un 99 % de casos recuperados de la enfermedad; las Américas un 86,66 %, y el mundo 90,5 %, o sea que hay una diferencia porcentual notable que demuestra la eficiencia de los resultados que vamos teniendo.
Un tercer indicador es la letalidad, o sea, los fallecimientos, en relación con los casos positivos que hemos tenido. En el mundo la letalidad se comporta al 2,01 %, en el área de las Américas 2,44 %; en Cuba la letalidad es de 0,86 % y está disminuyendo en estos días.
Esto significa que en las mismas condiciones en que se ha enfrentado la pandemia, en el caso de Cuba con todas las problemáticas que hemos descrito y, sobre todo, la influencia del bloqueo y nuestras carencias, si nosotros no hubiéramos logrado el control de la enfermedad con las medidas aplicadas y con los resultados de nuestras vacunas y de nuestros protocolos, hoy podríamos decir, si nos guiamos por lo que está pasando en el mundo y en las Américas, que nosotros hubiéramos tenido una letalidad de dos a tres veces mayor que la que hemos tenido o, dicho de otra forma, hemos logrado disminuir la letalidad que nos correspondía por el comportamiento de la pandemia con correlación a lo que sucede en el mundo en dos o tres veces.
Yo creo que esos son resultados que realmente reconocen la labor que se ha realizado por parte del Sistema de Salud, por parte de nuestros científicos y también con la cooperación y la participación de todo nuestro pueblo.
Independientemente de estos resultados estamos desafiados a convivir con la enfermedad, la COVID-19 no va a desaparecer, no hay pronósticos, no hay indicios científicos que garanticen que va a desaparecer. Nosotros, durante casi dos años, nos hemos preparado, tenemos aprendizaje, se ha consolidado un método cubano basado en ciencia e innovación que nos ha permitido llegar hasta aquí, que aprovechó las potencialidades que tenían el Comité de Innovación y el Sistema de Ciencia e Innovación del Ministerio de Salud Pública, junto con el de BioCubaFarma, y creando interconexiones entre ese sistema de innovación, el sector productivo de bienes y servicios y otras entidades que también participan como parte del sector del conocimiento, como han sido las universidades que se han vinculado a esto. Con todo eso hemos logrado una gestión de ciencia e innovación para enfrentar la COVID-19. Ustedes han estado al tanto de que semana por semana, todos los martes, tenemos un encuentro con los científicos, y siempre en esos encuentros aparecen nuevas luces, aparecen nuevas perspectivas, se hacen balances y análisis de los resultados que vamos teniendo y nos proponemos nuevos elementos.
Ha existido, además, una integralidad en ese trabajo de la ciencia en la atención a estas problemáticas. En el transcurso de todo este tiempo ese sistema de gestión de innovación, estuvo centrado en aprender de la enfermedad y en establecer las secuencias más robustas posibles en los protocolos de atención a los pacientes; pero también estuvimos trabajando para evitar y cortar la transmisión, hemos tenido que enfocarnos hacia los diferentes pasos que han llevado al desarrollo de las vacunas, se han incluido los estudios para mejorar la calidad de vida de los que han sido convalecientes, y, como ustedes conocen, también tuvimos que hacer una proyección hacia cómo atendíamos esta problemática en personas vulnerables, en comunidades vulnerables y en nuestros niños. Por lo tanto, ha sido toda una secuencia de trabajo que nos ha dado fortaleza, pero también ha sido un proceso de aprendizaje.
Una de las cosas más destacables que hoy indudablemente constituye un elemento de orgullo nacional es la soberanía que nos dieron nuestras vacunas. Ya tenemos con el esquema de vacunación completa más del 70 % de nuestra población; más del 90 % con al menos una dosis, y continuamos.
Yo estaba viendo unas estadísticas que reviso semanalmente, de un sitio llamado Nuestro Mundo en Datos, que una de las estadísticas que presenta es la vacunación por países, y aquí nosotros hemos visto cómo Cuba va evolucionando y va subiendo en los lugares con relación a la población totalmente vacunada.
Recordemos que nosotros, por las propias limitaciones que hemos tenido, tuvimos que empezar a diseñar nuestras vacunas, por tanto, entramos a la vacunación tal vez en una etapa un poco más tardía que como pudieron entrar otros países que tuvieron dinero para pagar las vacunas y que fueron favorecidos en el suministro que dieron algunos mecanismos internacionales para las vacunas. Nosotros tuvimos primero, con todo el proceso de investigación, de ensayos clínicos y todas las fases que lleva, que crear nuestras vacunas, desarrollarlas y asegurarnos de que tenían las posibilidades de ser llevadas a una vacunación masiva.
Ahora, ¿qué está sucediendo? Aquí yo comparaba el lugar en el que estamos ahora —esto es de hace tres días— que es el lugar 33 en porciento de población vacunada totalmente. El problema es que nosotros estamos creciendo en una velocidad de vacunación más o menos semanal, un 4,4 % cada semana; sin embargo, los últimos países que sobrepasamos y los países que estamos más cerca de sobrepasar, solo están creciendo en un rango entre 0,3 % a no más de un 2 %. Por tanto, nosotros vamos sacando una ventaja con todo ese empeño de vacunación que hemos organizado a nivel del país y que en los próximos días va a tener también resultados muy favorables en la misma medida en que se complete la vacunación con los niños y en la misma medida en que vayan entrando también a la vacunación los casos que han sido afectados por la enfermedad, o sea, los convalecientes.
Hay otros elementos que también nos han dado fortaleza: se han creado laboratorios de estudios moleculares en todas las provincias del país y en el municipio especial Isla de la Juventud; cuando comenzó la pandemia prácticamente teníamos solo tres laboratorios de este tipo. Se han desarrollado medicamentos innovadores; se han aplicado, y es también innovación, medicamentos que ya tenían resultados en el tratamiento de otras enfermedades en las condiciones de la pandemia, y también se han diseñado, fabricado y se están utilizando equipos y dispositivos creados ante la urgencia de la pandemia. Por ejemplo, cuando llegó un momento en que avizorábamos que iba a haber una crisis en las salas de cuidados intensivos por la cantidad de casos que llegaban en estadios de críticos y graves, y que en el mundo nos tenían bloqueados y nadie nos vendía ventiladores pulmonares, los científicos cubanos y el sector productivo estatal en relación con el sector no estatal encontraron respuestas y existieron diseños de los que ya se han producido en el orden de los cientos de ventiladores pulmonares que empiezan también a dar una soberanía en ese sentido.
Estos son en conjunto los resultados que nos permiten avanzar a esa nueva normalidad de la que estamos hablando hoy; pero la única garantía de mantener una situación bajo control es nuestro comportamiento, es la responsabilidad que seamos capaces de compartir desde lo individual, lo familiar, lo social, lo institucional, lo colectivo y a nivel de toda nuestra nación. Que sepamos estar a la altura del desafío que implica pasar a la nueva normalidad y que nos permita retomar la vida del país desde cada uno de nosotros, de nuestras familias, de nuestros hijos en las condiciones actuales con seguridad y con sostenibilidad.
Tenemos por un lado las vacunas cubanas que han demostrado su efectividad, se ha avanzado en la inmunización y el control de la epidemia es mucho más que evidente. En medio de esta situación, como en los días más duros de la pandemia, seguiremos cooperando con el mundo, pero tenemos que tener un control que parte de nuestra conciencia y de nuestra responsabilidad sobre este tema.
Hace unos días reconocimos a los creadores de las vacunas; ayer la Universidad de La Habana entregó el título Honoris Causa al doctor Vicente Vérez, quien es un importante líder en el equipo de creación de Soberana, pero creo que también le debemos en un momento como este un premio a la heroicidad y a la dignidad del pueblo cubano.
Estamos vacunados, estamos inmunizados, vamos ahora al refuerzo; tenemos más experiencia, hemos aprendido, hay un sistema de trabajo robusto, existen resultados y, además, ya estamos expresando una voluntad de perfeccionarnos a partir también de las cosas que no salieron bien. Ya hemos planteado orientar algunas de estas sesiones científicas a entrar no solo en los temas de la pandemia, sino a entrar en otra de las problemáticas que nuestro Sistema de Salud tiene que enfrentar y tiene que perfeccionar.
Hemos aprendido, pero no podemos confiarnos ni podemos relajarnos; el reto de abrir las fronteras, de poder abrirnos al arribo de familiares y amigos, a los turistas, y también las festividades de fin de año y el aniversario del triunfo de la Revolución que se acercan, tenemos que hacerlo con toda responsabilidad; más preparados que lo que pasó el fin de año pasado porque tenemos la inmunización, tenemos las vacunas y vamos al refuerzo, pero hay que apoyar todo ese esfuerzo y todo ese resultado con mucha responsabilidad para no retroceder y para hacerlo con seguridad.
Esos son los dos elementos que podríamos destacar. Hemos controlado la enfermedad, estamos controlando la pandemia, pero tenemos que, con responsabilidad, convivir con la pandemia para no retroceder, como es tu preocupación, a un rebrote pandémico.
Thalía González.- Un saludo, Presidente Díaz-Canel. Gracias por la oportunidad.
Usted ha hablado sobre el tema de las vacunas, orgullo nacional, un tema sin dudas de los que más se habla hoy en nuestros hogares, en las escuelas, que muchas ya comenzaron, en las comunidades, y hay una pregunta también: Usted mencionaba el tema del refuerzo. Se comienza este proceso de vacunación de refuerzo cuando todavía no está inmunizada toda la población, aunque sabemos, y usted lo ha informado, que es alto el nivel de inmunización en el país, pero muchos cubanos se preguntan si este esquema de vacunación anti-COVID-19 que tenemos la mayoría de los cubanos no es suficiente. ¿Por qué viene este refuerzo?
Miguel M. Díaz-Canel.- Interesante pregunta también.
Creo que tenemos que abordar varios elementos y la conjugación de los mismos es lo que nos va a llevar a la respuesta y a la convicción de por qué debemos hacerlo y cuánto es insuficiencia o cuánto es una capacidad que tenemos de sostenibilidad en lo que estamos haciendo.
Primero, no podemos olvidar que el desarrollo de la vacunación en Cuba fue un sistema que tuvo etapas, empezó por una etapa de investigación científica para llegar a la creación de las vacunas, después fue a los ensayos clínicos necesarios para comprobar la seguridad de esas vacunas, luego pasamos al estudio de intervención; con los resultados del estudio de intervención y la aprobación del Cecmed pudimos ir a las intervenciones en grupos y territorios de riesgo, y con los resultados de la intervención en grupos y territorios de riesgo entramos en la vacunación masiva. Por lo tanto, nosotros tenemos cubanas y cubanos vacunados en diferentes momentos, o sea, la vacunación no se hizo para toda la población de golpe, hay personas que llevan más de cuatro o cinco meses vacunadas, tal vez algunas lleguen a seis meses y otros están en estadios más cercanos a este tiempo, han recibido una o dos dosis y todavía no han completado el esquema en este momento. Eso nos da en el tiempo una distribución de vacunación que no ha sido uniforme, o sea, tenemos personas con más tiempo de vacunadas y otras con menos tiempo de vacunadas.
¿Qué tendencias hay en el mundo de la investigación científica en estos momentos? Varios países con la aparición de cepas más agresivas han realizado estudios que determinan la importancia de usar dosis de refuerzo; estoy refiriéndome a vacunas de otros países, porque las nuestras actuaron y vacunamos a la gente en presencia de cepas muy agresivas y han tenido efectividad con esas cepas, están probadas. En esos estudios que se han hecho en un grupo de países se ha determinado que para mantener niveles de inmunización altos es necesario en un determinado tiempo, que varía en dependencia de la efectividad que mantienen las diferentes vacunas, dosis de refuerzo.
Esa no es una situación solo con las vacunas de la COVID-19, nosotros sabemos que hay muchas vacunas, incluso dentro de las campañas de vacunación cubana hay vacunas que se reactivan cada cierto tiempo. Por lo tanto, a nivel mundial hay una tendencia a ir también a esas dosis de refuerzo por estas razones que les he explicado.
¿Qué consideraciones han hecho los científicos cubanos, que las compartieron con nosotros en la sesión científica desarrollada el pasado martes, donde algunos de ustedes estuvieron? Que la efectividad de las vacunas cubanas está demostrada, incluso se ha comprobado que hay altos niveles de anticuerpos, a partir de la vacunación, que se prolongan con niveles muy superiores, entre seis y ocho meses; pero ellos también plantean que tomando en cuenta las tendencias internacionales, tomando en cuenta también la efectividad nuestra, tomando en cuenta que no podemos retroceder y tomando en cuenta que tenemos a la gente vacunada en diferentes momentos en el tiempo es importante ir con dosis de refuerzo. En esas dosis de refuerzo, aunque hay una parte de la población con la que no hemos terminado, empezaríamos por los que ya llevan más tiempo vacunados con el esquema completo.
¿Por qué lo podemos hacer? Primero, porque tenemos nuestras vacunas; en segundo lugar, porque nuestras vacunas demostraron que son seguras y nos han dado inmunidad, y ahora queremos prolongar esa inmunización para evitar llegar a los brotes pandémicos; y hay todo un grupo de posibilidades, diría, incluso, de variantes de dosis de refuerzo que ellos las explicaron y las demostraron muy bien en esa sesión científica, donde a partir de la vacunación prima, o sea, si te vacunaste primero con Abdala o si te vacunaste con Soberana, cómo te pueden complementar la dosis de refuerzo usando Abdala o usando Soberana 01, que es una de las que están dando muy buenos resultados en los estudios que se están haciendo sobre dosis de refuerzo.
Recordemos aún más, nosotros todavía estamos desarrollando los ensayos clínicos y las pruebas de un quinto candidato vacunal que es Mambisa, que viene también con muy buenas perspectivas y en la que los resultados previos que se tienen, que todavía no están completos, dan muy buenas posibilidades de que pueda ser utilizada con mucha efectividad también como dosis de refuerzo. Recuerden que Mambisa tiene la posibilidad de aplicarse a nivel de fosas nasales.
Con todas esas potencialidades se justifica, tomando en cuenta tendencias internacionales, tomando en cuenta nuestros estudios científicos, nuestras capacidades y nuestro anhelo de no retroceder, ir a la dosis de refuerzo.
Arleen Rodríguez.- Presidente, usted hablaba de esa magnífica instalación que inauguró en el Mariel hace unos días y que da mucha esperanza también en cuanto a la producción de vacunas; eso me hace pensar que cuando empezó a hablarse de las vacunas cubanas y su efectividad muchos en el mundo dijeron: voy a hacer turismo a Cuba para vacunarme. ¿Está contemplada la posibilidad de que pueda aplicarse a los turistas la vacunación, siempre que lo demanden, por supuesto?
Aprovechando también que entro en el tema ya del turismo, ¿se ven posibilidades reales de recuperación de ese sector que dinamiza todo el resto de la economía cubana?
Miguel M. Díaz-Canel.- Tu pregunta está conjugando temas de turismo con temas de vacunas, indudablemente es una pregunta que también tiene un enfoque hacia la economía y al papel de reanimación de nuestra economía en esta situación de nueva normalidad a la que vamos avanzando.
Primero, reconocería o ratificaría el esfuerzo descomunal que ha tenido el país en todos estos momentos y que en medio de una situación económica tan compleja Cuba se volcó a salvar vidas ante todo.
Vuelvo a recalcar que al inicio de la COVID-19 expusimos con toda sinceridad la complejidad de esa situación, desde aquel momento adelantábamos que el país iba a disminuir sus niveles de ingreso, por lo tanto, íbamos a tener desabastecimiento. Anunciamos que se iba a paralizar el turismo, que no íbamos a recibir los ingresos por turismo ni los niveles de turismo que teníamos en otros momentos; nosotros llegamos a alcanzar más de cuatro millones y medio de turistas en un año. Hablábamos también de la contracción que iba a tener la inversión extranjera, de las contracciones que iban a tener nuestras exportaciones e importaciones, de las dificultades que íbamos a tener con procesos productivos, que se iban a ralentizar los procesos de la economía, los procesos de servicios, entre ellos el turismo.
En esas condiciones excepcionales por las que ha transitado la economía, como explicamos en la Asamblea Nacional del Poder Popular, el país dejó de recibir más de 3 000 millones de dólares de ingreso en año y medio. Habría que ver qué cosas estarían hoy distintas si hubiéramos contado con esos ingresos; pero, además de los pocos ingresos que recibimos, una parte importante la tuvimos que dedicar, precisamente, a salvar vidas y más de 300 millones de dólares se han dedicado a cubrir los gastos de aseguramiento en el enfrentamiento a la COVID-19. En medio de eso, hemos expresado toda la voluntad para seguir proponiendo acciones que complementen la Estrategia Económico-Social que se diseñó precisamente para enfrentar la crisis económica que está a nivel multidimensional, multifactorial, y está también a nivel global.
Y ahora, con esta entrada a la nueva normalidad, indudablemente nuestra economía se irá recuperando, se irá recuperando en condiciones también de nuevas capacidades, porque en medio de todas estas circunstancias hemos aprobado los nuevos actores económicos; que está fluyendo, yo diría que con un buen ritmo, la aprobación de las nuevas formas de gestión, tanto en lo estatal como en lo no estatal y, por lo tanto, indudablemente ese entramado de formas de gestión estatales con formas de gestión no estatales, en un tiempo más cercano que tarde, irán dando una dinámica en la oferta de servicios, en la oferta de bienes a nuestra población.
Pero en esta recuperación económica indudablemente, y es por eso que es tan importante tu pregunta, el turismo desempeña un papel fundamental en esa recuperación, porque el turismo también hala al resto de la economía, ese concepto de “locomotora” de la economía que, además, ahora también tendrá más potencialidades porque encadenará más formas de gestión, tanto estatales como formas de gestión no estatales.
Tenemos que ver también lo que hemos dejado de percibir precisamente porque el turismo estuvo contraído en estas condiciones de pandemia. Yo siempre digo que el turismo es la actividad económica que “suena la contadora” todos los días en el país, y cuando tenemos ingresos por el turismo el país tiene más aire y más oxígeno para avanzar en la economía, no por gusto el imperio ha atacado al turismo, una de nuestras actividades económicas más importantes, porque saben que nos provoca afectaciones.
En medio de toda esta situación tenemos que reconocer que en la economía al tener menos ingresos, al tener menos cubierta la demanda de la población, al tener un mercado ilegal en divisa, que está provocando también una tasa de cambio muy por encima de la tasa de cambio oficial, eso nos ha provocado un fenómeno de inflación para el cual se están haciendo estudios y también vamos a vencer ese reto.
En estas condiciones de la nueva normalidad y con toda la preparación que se ha hecho estamos esperando que haya un mayor arribo de turistas que lo que habíamos pronosticado inicialmente en medio de esta situación.
Hoy la manera en que se están moviendo los turoperadores, las agencias de viajes y también las compañías aéreas nos están indicando que a partir del día 15 de noviembre vamos a tener secuencias de vuelos que superan la media centena de vuelos semanales, y eso se va a estar incrementando durante todo el mes de noviembre y va a tener niveles más altos en diciembre y en el mes de enero; en lo que queda de año debemos de recibir una cifra de turistas en mes y medio que es casi el 50 % de lo que hemos recibido en todo este año en las condiciones de pandemia, por lo tanto, hay un incremento inmediato, estamos vaticinando que va a existir un incremento inmediato del turismo, pero no una recuperación inmediata de la actividad turística. Recuerden que nosotros teníamos cifras de casi 4,5 millones de turistas, pero es un buen comienzo, yo diría que está por encima de las expectativas que teníamos con la contracción que va teniendo la economía mundial y con la difícil situación que hay todavía con la COVID-19 en un grupo de países que son origen de turismo hacia Cuba.
En medio de eso, Arleen, si un turista desea vacunarse, podrá vacunarse, están todos los diseños; incluso para el turista o el visitante que llega a Cuba con un tiempo prolongado y se quiera vacunar en Cuba, tendrá todo el seguimiento para completar todo el esquema. Para quienes no puedan completar el esquema porque estén por poco tiempo en Cuba y por los intervalos que van de una dosis a la otra, se les aplica su primera dosis y las dosis restantes se las llevan ellos con todas las indicaciones, con todo el método y con toda la posibilidad de su seguimiento. De hecho, ya nos han anunciado que hay grupos de turistas que vienen precisamente con el objetivo, además de pasar una estancia en Cuba, de vacunarse y poder aprovechar la seguridad que dan las vacunas cubanas.
Ayer el Primer Ministro hacía un recorrido por los aeropuertos para ver también cómo se iba preparando la campaña, y en estos días desde el Gobierno se han seguido los elementos de aseguramiento logístico al turismo. En este tiempo el turismo no estuvo detenido, había niveles bajos de turismo, pero se estuvo trabajando en la recuperación de la planta hotelera y hubo un esfuerzo tremendo para recuperar capacidades, para crear mejores condiciones en los hoteles y eso nos da la posibilidad de que los turistas que arriben a Cuba encontrarán un país en paz, un país solidario, una isla hermosa y entrañable, un pueblo amable y podrán apreciar una Cuba que vive y una Cuba donde se vive con seguridad.
Estos temas en los que hemos relacionado economía, turismo y vacunas en condiciones de la COVID-19 y en condiciones de nueva normalidad, les anuncio que van a ser tratados, de una manera más profunda y más detallada, la próxima semana también en una comparecencia de prensa que encabezará el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, acompañado por el viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, y otro grupo de ministros y representantes de instituciones vinculadas a los temas económicos.
Alina Perera.- Saludos, Presidente.
En los meses recientes hemos visto un renacer del trabajo comunitario, un fuerte movimiento ha vivido, por ejemplo, La Habana en más de 60 barrios que estaban muy necesitados de transformación, que tenían problemas acumulados, de hecho, esa idea se ha expandido a otros lugares del país. Hace solo unas horas usted estuvo por las provincias de Guantánamo y de Granma, y también allí pudimos constatar, los periodistas que le acompañamos, cómo se van transformando las comunidades y se van resolviendo problemas que estaban incluso muy acumulados. Usted dijo allá en oriente que hay que hacer estas transformaciones sostenibles y sistemáticas, y que este trabajo con los barrios más necesitados, que es una transformación que abarcaría todas las comunidades del país, llegó para quedarse.
¿Cómo lograr, desde su punto de vista, esa sostenibilidad y esa sistematicidad?
Miguel M. Díaz-Canel.- El origen de tu pregunta indica hacia dónde tenemos que ir.
Sé que hay insatisfacciones en el trabajo, han existido momentos de alza y de menos intensidad en el trabajo en los barrios, pero cada vez que vayamos a abordar las problemáticas de los barrios no podemos desconocer, ni dejar de reconocer que en medio de todos los momentos han existido líderes de proyectos comunitarios que sí se han mantenido estables y que han sido nichos de experiencia y de trabajo con relación a los barrios. Lo digo porque eso fue lo que sentí en uno de los primeros encuentros que tuvimos con representantes de sectores sociales, que fue con los líderes de proyectos comunitarios, que fue en San Isidro, y de ahí aprendimos mucho para toda esta labor que hemos tratado de intensificar y de propiciar.
Creo que la sostenibilidad de ese trabajo estará en la misma medida en que nos vayamos afianzando en todo un grupo de conceptos que estamos defendiendo con este trabajo en los barrios.
Primero estamos defendiendo el concepto del poder popular, del ejercicio del poder popular como parte de nuestro sistema político en la construcción socialista, que pasa porque existan momentos en que los ciudadanos puedan debatir, puedan plantear sus preocupaciones, sus aspiraciones, sus motivaciones y puedan proponer soluciones; que exista también un momento en el cual se puedan entonces implementar esas propuestas, y que exista también un tercer momento, mediante el cual haya rendición de cuentas y haya control popular sobre lo que se hace.
Si eso lo vemos desde cómo está todo organizado a nivel de nuestro sistema político, hay que decirles que ahí hay que darles un papel fundamental a los delegados del Poder Popular que son los representantes del pueblo, porque entonces el pueblo participaría directamente y también indirectamente a través de la gestión del delegado, a través de la gestión de las comisiones y a través de la gestión de las asambleas municipales del Poder Popular; por lo tanto, los vecinos están teniendo la capacidad de decir dentro de tantos problemas, que no podemos resolver todos a la misma vez, definir prioridades. Eso que plantean los vecinos lo representa su delegado en la Asamblea Municipal, la Asamblea Municipal, a partir de las posibilidades de recursos que tiene, aprueba cuáles prioridades se van a trabajar, eso regresa al barrio, la gente va trabajando y así van perfeccionando, van haciendo control popular y vamos retroalimentando los resultados; si lo hacemos de esa manera hay sostenibilidad y pasa entonces por ese concepto de poder popular bien apoyado en elementos de democracia y de participación popular, que convierte a los beneficiarios, que son los vecinos, en protagonistas del cambio y de las transformaciones que van teniendo lugar en el barrio.
Por otra parte, como necesitaba un impulso, porque también la pandemia nos paralizó procesos como estos del trabajo en los barrios, hemos pedido que las instituciones públicas, las instituciones estatales, las empresas en cada territorio y los organismos de la Administración Central del Estado, en el caso particular de La Habana, participen en todo este proceso. Eso empieza a darnos un elemento de construcción de la responsabilidad social que debe tener todo el sistema institucional, todos los actores económicos cubanos, que van por responsabilidades en todo lo que hacemos, desde las responsabilidades que tiene cualquier institución pública que esté ubicada en un barrio, por ejemplo, con el tema del desarrollo sostenible de ese barrio, con la protección del medio ambiente, de no agredir al medio ambiente, de trabajar también en función de la comunidad; pero también va construyendo una sensibilidad en esas instituciones, en esos colectivos de trabajadores y en esos dirigentes sobre las problemáticas del barrio. Si partimos de la sensibilidad, indudablemente, habrá también una proyección más intensa y más intencionada hacia el barrio.
No se trata de intervenir el barrio, se trata de respetar lo que el barrio propone y apoyar y ayudar al barrio; acompañar todo ese proceso de transformación, y todo eso tenemos que apoyarlo para cumplir con ese propósito de que todo este trabajo sea sostenible con lo que estamos diseñando ahora, que hay un grupo de académicos y de expertos que están trabajando estos temas.
Primero tenemos que descentralizar un grupo de competencias hacia los municipios para que los municipios puedan ejercer la autonomía de Gobierno que les reconoce la Constitución; tenemos también que darles un nuevo enfoque a los presupuestos municipales para que en los presupuestos de los municipios estén contenidos los recursos que faciliten, ya no solo trabajar con una muestra de barrio como estamos haciendo ahora, sino extender acciones a todos los barrios y que todo esto entonces se conecte con las estrategias de desarrollo territorial que ya han sido aprobadas, con los proyectos de desarrollo local y con el fortalecimiento de los sistemas productivos locales. Ahí estamos también planteando un redimensionamiento empresarial que vaya propiciando que más empresas estatales tengan subordinación municipal para que el municipio pueda contar con entidades estatales y, además, con actores económicos no estatales que puedan encadenar y que puedan trabajar en función del desarrollo del municipio.
Creo que todo esto lo podemos englobar también en que la práctica política con que tenemos que trabajar en los barrios es la de hacer política con los conceptos de hacer política en la Revolución, con lo que definía Hart a partir de la experiencia del pensamiento martiano y del Comandante en Jefe, esta es una combinación de ideología, ciencia y ética en la práctica política; por eso pienso que el trabajo en los barrios llegó para quedarse, y no solo llegó para quedarse, sino que tenemos que lograr que sea sostenible articulando todos estos elementos y con la convicción de que, aunque hay muchos problemas que no los podemos resolver todos de golpe, sí todos los días les iremos arrancando pedazos a cada uno de esos problemas; pero es esencial fortalecer las vías de participación que es lo único que hará sostenible esta Revolución en las comunidades y extenderlo a todo el país.
En días pasados, ustedes lo conocen, invitamos a todos los primeros secretarios de los comités provinciales del Partido a participar en la experiencia de La Timba, compartieron con la población, vieron la experiencia de La Timba, y después tuvimos un debate sobre esa experiencia y sobre lo que ellos venían haciendo en las provincias.
Ahora, en este mes ya estamos encabezando visitas a provincias, como las que iniciamos ayer a Guantánamo y a Granma, donde uno de los elementos que estamos apreciando es cómo se está trabajando en los barrios, y hay que decir que ya en las provincias también tenemos participación en los barrios, lo vimos ayer en La Cecilia, en Guantánamo, y en Pedro Pompa, en Bayamo.
Vemos también el espíritu que se crea entre los vecinos, los niveles de participación y es muy importante, y ayer lo compartía con esos vecinos, el control popular, es el pueblo controlando lo que se hace para que todo tenga calidad, si dejamos hacer las cosas mal hechas la responsabilidad la tenemos los propios vecinos; por lo tanto, creo que es afianzar experiencias que ya están dentro de la Revolución, es convertir excepciones en reglas y creo que es una atención más directa, más intencionada hacia las personas que están en desventaja, hacia los que tienen algún tipo de vulnerabilidad y eso demuestra que la fuerza de la Revolución está en los barrios.
Héctor Martínez.- Saludos, Presidente y a todos los compañeros.
Me quería referir a los intercambios que en los últimos meses usted ha sostenido con los más diversos sectores de la sociedad cubana que, indudablemente, han tenido un gran impacto en los cubanos.
¿Se va a mantener en el tiempo esta práctica? ¿Se ha diseñado algún tipo de sistema de trabajo que permita recoger las opiniones y criterios que emanan de estos eventos y que no se conviertan en letra muerta?
Miguel M. Díaz-Canel.- Tenemos que decir que han sido muy provechosos esos intercambios recientes con diferentes sectores de nuestra sociedad, pero quiero acotar que no es algo nuevo, nosotros veníamos realizando también un sistema intenso de visitas en composición de todo el Gobierno a las provincias, que ya habíamos sistematizado, ya íbamos por el tercer recorrido a las provincias, y en esos recorridos teníamos intercambios con las universidades, con estudiantes y profesores, con el sector científico, con el sector artístico y con la prensa, y los tiempos de pandemia provocaron una ruptura en esos encuentros.
Indudablemente, de manera renovada, como tú reconoces, hemos vuelto a esta práctica y creo que lo hemos hecho con una perspectiva más amplia de participación y de aporte. En pocos meses hemos tenido encuentros con representantes de las federadas, los economistas, juristas, empresarios, periodistas, militares, trabajadores por cuenta propia, artistas, jóvenes, líderes comunitarios y religiosos, campesinos, científicos, deportistas y también con personas de la comunidad LGBTIQ PLUS; todos han sido muy reveladores y de mucho compromiso.
Tenemos todo documentado y tanto la dirección del Partido como el Gobierno están constantemente actualizados de lo que va saliendo en cada uno de esos encuentros, y en los propios espacios del sistema de trabajo vamos controlando cómo se van dando respuesta a los planteamientos de estos encuentros; por lo tanto, ya eso está en sistema de trabajo, que esto era una parte de tu pregunta.
Ya es evidente que muchas de las cosas que se han planteado en esos encuentros las hemos empezado a implementar; por ejemplo, las transformaciones que hicimos en algunos de los planteamientos del Ordenamiento que estaban relacionados con la producción agropecuaria y el perfeccionamiento que hicimos con las 63 medidas para potenciar y estimular la producción y la comercialización de alimentos tiene que ver con los aportes que tuvimos en dos encuentros con productores agropecuarios.
Los juristas abordaron dos temas fundamentales: cómo mejorar nuestro proceso de creación normativa y cómo profundizar en el tema de la asesoría jurídica. Ya hemos introducido cambios en el proceso de creación normativa, muchos de los principios que ellos plantearon los hemos incorporado en el proceso para llegar al Código de las Familias, fíjense que fue la versión 22 del Código de las Familias, sin ser todavía un anteproyecto, sin ser todavía el documento final que se iba a presentar a la Asamblea Nacional antes de llegar a su aprobación y a la consulta popular, fue la que se empezó a circular con mucho tiempo para recoger las opiniones de la población, por lo tanto, de esa versión 22 ya hay nuevas versiones a las que se incorporan esos elementos que forman parte de la creación normativa y es el documento que será llevado como un anteproyecto a aprobación de la Asamblea Nacional del Poder Popular para después continuar con ese proceso.
El encuentro con la comunidad LGBTIQ PLUS nos dio, a partir de sus historias de vida, mucho conocimiento y mucho reconocimiento de temas que tenemos que abordar desde otro punto de vista social, que tienen que ser contenidos también de políticas sociales, incluso algunos elementos contenidos también para su tratamiento en el Código de las Familias.
El encuentro con los académicos de la Academia de Ciencias de Cuba de inmediato tomó como un acuerdo que todos los meses íbamos a tener encuentros con la Academia de Ciencias de Cuba, como un órgano consultor que puede aportarnos mucho en diversos temas que tiene el país y ya, de hecho, el próximo lunes tenemos nuevamente un encuentro; o sea que todo esto va teniendo un seguimiento y realmente no va a caer en letra muerta.
Y hay que reconocer el aporte que han tenido estos sectores. Por ejemplo, el encuentro con los estudiantes universitarios que participaron en importantes tareas durante la COVID-19 nos dio elementos de deficiencias que teníamos en el Sistema de Salud; pero ellos propusieron incluso proyectos, como el proyecto de informatización de la CUJAE para mejorar la gestión de las inversiones en una institución de Salud y todo eso se está siguiendo con permanencia y sistematicidad.
Wilmer Rodríguez.- Un saludo, Presidente.
Mi comentario está enfocado un poco hacia los desafíos y el futuro de la nación y de la Revolución Cubana.
Están los que piensan por estos días que el próximo 15 de noviembre creará una situación difícil en el país. Viendo hacia el futuro, viendo al país, como decía al inicio, hacia los desafíos y hacia el futuro, quisiera su opinión sobre este comentario desde su posición como Primer Secretario del Partido y como Presidente de la República, pero también como cubano, como un hombre que ha recorrido, que sabe, que viene desde la base, que conoce el país en el que vivimos.
Miguel M. Díaz-Canel.- Wilmer, primero uno observa que hay toda una intención mediática y que trasciende lo mediático, es parte de una estrategia imperial por tratar de destruir a la Revolución, y se han tratado de construir sucesos por fechas: trataron de probar el 11 de julio, ahora proponen hacer provocaciones alrededor del 15 de noviembre, han levantado toda una aureola mediática para que el mundo espere qué va a pasar en Cuba el 15 de noviembre, y a nosotros ni eso nos quita el sueño, estamos tranquilos, seguros, pero atentos y alertas, y, además, estamos preparados para defender la Revolución, para enfrentar cualquier acción injerencista contra el país, sobre todo, aquellas que atenten contra la paz, la tranquilidad ciudadana y nuestro orden constitucional. Pero, más que eso vamos a centrarnos entonces en el futuro. Creo que el futuro lo tenemos que ver desde el presente y desde este propio presente que ahora vamos a vivir con el regreso a la normalidad.
El hecho de que por los resultados que vamos teniendo en el enfrentamiento a la COVID-19, por las vacunas, por todo lo que hemos explicado, nos permita retomar la vida económica y social de las cubanas y los cubanos, permita que se empiece a reanimar la economía, que abramos las puertas al turismo, que se inicie el curso escolar con todo su entusiasmo, toda su alegría y todo su colorido —había que ver ayer a los niños en Guantánamo cómo nos decían lo deseosos que estaban por regresar a la escuela. Hoy estamos inaugurando la Bienal de La Habana, como un importante evento cultural, que también nos lo quisieron masacrar, para explicarlo de alguna manera.
El hecho de que en medio de esta situación pudimos poner en marcha una instalación biotecnológica de alta tecnología, como es el Centro CIGB Mariel, que recientemente, en compañía del General de Ejército y del Primer Ministro, pudimos inaugurar con capital ciento por ciento cubano; los esfuerzos que se están haciendo ya en la preparación de la zafra azucarera; los esfuerzos que se están haciendo en la implementación de las medidas que hemos aprobado para la autonomía empresarial, para el perfeccionamiento empresarial; los esfuerzos en la aplicación de las medidas para mejorar la producción y comercialización de los alimentos; la aplicación de un Sistema de Gestión de Gobierno basado en Ciencia e Innovación que ya, con las experiencias del enfrentamiento a la COVID-19, se va trasladando a otros ámbitos, y ya en todos los organismos vamos teniendo expresiones de ese Sistema de Gestión, hemos llevado ese Sistema de Gestión a actividades fundamentales como el tema energético en el país, la producción de alimentos en diferentes temas, eso también abre potencialidades.
El hecho de que tengamos juristas, expertos y académicos y científicos vinculados a todos los programas de desarrollo que se están llevando en el país, a la gestión de las leyes y de las normas jurídicas en sus procesos de creación normativas para que surjan robustas. En este mismo Palacio de la Revolución constantemente hay un entra y sale de expertos, académicos, científicos que vienen aquí para hacer su aporte y participar en un grupo de programas y procesos; la manera en la que hemos hecho la planeación estratégica del desarrollo económico y social del país tomando como macroprogramas los Ejes Estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, llevando esos macroprogramas a proyectos y en todos esos proyectos están involucradas las instituciones científicas, los expertos, también los académicos.
El hecho de que estamos desarrollando un proceso legislativo con una intensidad tremenda, fiel a lo que aprobó la Asamblea Nacional en su primera sesión; la última Legislatura de la Asamblea Nacional aprobó cuatro leyes que en materia de defensa de los derechos de las personas son muy avanzadas. Ahora vamos también al debate sobre el Código de las Familias, que nos puede poner ante nosotros un código muy inclusivo, que respeta mucho los derechos y que multiplica la participación.
Todos estos son elementos que denotan que desde este presente, que ya estamos generando, el futuro del país será un futuro de esperanzas, un futuro de prosperidad y un futuro de revolución.
Cuba es una nación de paz; somos rebeldes, somos inconformes, no toleramos lo mal hecho, hacemos la crítica adecuada y habrá que hacer más críticas de todo cuanto hacemos mal o donde haya un espacio de mediocridad, pero somos ante todo una nación de paz, somos una nación de solidaridad, somos una nación de amistad. Y esa nación defiende un proyecto que es una revolución socialista genuina, que no está clandestina en el poder, al contrario, está constantemente renovándose, constantemente perfeccionándose, con la voluntad de hacer lo mejor para el pueblo, tomando como base la participación del propio pueblo.
Somos una Revolución consciente de que su ejemplo incomoda a quienes la adversan, y, por lo tanto, somos una Revolución que no sobreviviría, y eso tenemos que tenerlo bien claro, al error de descuidar su defensa; por eso, en este presente de la nueva normalidad vamos al ejercicio Moncada, vamos al Día Nacional de la Defensa, pero como elemento genuino de participación popular también en la preparación que tenemos que tener y afianzar para mantener nuestra soberanía y nuestra independencia.
Somos una Revolución abierta al diálogo, al debate, al perfeccionamiento de la sociedad. Tenemos una enorme voluntad de seguir ampliando nuestra democracia, de seguir ampliando los espacios de debate, de seguir ampliando la participación de nuestros ciudadanos en función de la Revolución; pero somos una sociedad cerrada a la presión, cerrada al chantaje, a la injerencia extranjera.
Y desde ese presente que nos avizora el futuro al cual vamos a llegar, Cuba vive y no es un milagro, y Cuba está viviendo porque sus hijos quieren, y cada uno de nosotros entonces es responsable de construir el futuro de la Cuba a la que aspiramos.
Cuba también coopera con los que menos tienen; Cuba salva vidas y Cuba no solo siente la responsabilidad y el compromiso de la solidaridad, sino que tenemos un entusiasmo volcado a poder compartir nuestros saberes para también apoyar a los que más lo necesitan en el mundo.
¡Nuestra divisa es la paz! Está planteado por el General de Ejército, hace dos congresos del Partido, que la paz, junto a la batalla ideológica y la batalla económica son nuestras prioridades. La paz y la seguridad ciudadana son baluartes que nos distinguen en un entorno mundial que cada vez es más agresivo y cada vez es más inseguro. Y, por tanto, nosotros, como parte de ese futuro, cuidaremos la paz como cuidamos a nuestros hijos.
En paz hemos logrado las primeras vacunas latinoamericanas; en paz hemos inmunizado casi el ciento por ciento de nuestra población, incluyendo a nuestros niños y niñas; en paz las escuelas funcionan, y en paz iniciaremos el día 15 otra etapa del curso escolar; en paz nuestra economía se recuperará; en paz continuaremos avanzando con la Estrategia Económico-Social.
¡Tranquilos, atentos y seguros!
¡En paz, en el presente y en el futuro, Cuba vive y vivirá!
Gracias a ustedes por esta oportunidad, y esperamos que nuestro pueblo también después pueda plantear sus inquietudes, sus preocupaciones o sus expresiones y criterios con relación a los temas que hoy hemos abordado en esta comparecencia.
Gracias a la Televisión por facilitarnos este encuentro, y gracias a nuestros periodistas (Aplausos).