La Habana, 4 mar (Prensa Latina) El vapor francés La Coubre, con armas para la defensa de Cuba, explotó durante su estancia en La Habana por un sabotaje que provocó hace hoy 62 años un centenar de muertos y 400 heridos.
Al día siguiente, durante el entierro, el líder histórico Fidel Castro explicó los hechos y demostró que el estallido fue intencional.
Años después otras investigaciones probarían el vínculo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en esos acontecimientos.
De acuerdo con documentos históricos, en marzo de 1960 la Revolución en la isla ya se encontraba asediada política, diplomática y económicamente por el gobierno de Estados Unidos.
La Coubre transportaba fusiles, granadas y balas, comprados a la industria nacional belga por el gobierno de Cuba para enfrentar las crecientes agresiones de la CIA.
Alrededor de las tres de la tarde ocurrió la primera detonación que impidió la descarga de todas las municiones y provocó además que acudieran al lugar autoridades cubanas, socorristas, soldados, bomberos y pueblo en general.
Por ese motivo, una segunda explosión en medio de las labores de rescate ocasionó en total 101 muertos, más de 400 heridos, 34 desparecidos y 82 niños quedaron sin padre, según fuentes documentales.
La historiografía nacional coincide en señalar que se trató de un sabotaje preparado en el punto de embarque por agentes al servicio de Estados Unidos con el objetivo de impedir la llegada a Cuba del cargamento de armamentos y municiones.
De hecho, para esa fecha había llegado a la isla un informe sobre los esfuerzos del cónsul estadounidense en Amberes, Bélgica, que buscaba frenar el envío.
En el sepelio a las víctimas (5 de marzo), Fidel Castro mencionó por primera vez la consigna que acompañaría el proceso revolucionario cubano hasta la actualidad: Patria o Muerte.