Raúl Roa fue maestría y pasión, genio y originalidad, un canciller de una revolución y de un pueblo que en cada escenario desenmascaró las agresiones y los falaces argumentos contra Cuba y muy pronto fue conocido, con admiración, como el Canciller de la Dignidad.
Lo hizo en la ONU, por aquellos días en que Cuba era invadida: “Un clamor unánime estremece hoy a toda Cuba, resuena en nuestra América y repercute en Asia, África y Europa. Mi pequeña y heroica patria está reeditando la clásica pugna entre David y Goliat.
“Soldado de esa noble causa, en el frente de batalla de las relaciones internacionales, permitidme que yo difunda ese clamor en el severo areópago de las Naciones Unidas. ¡Patria o Muerte!, ¡Venceremos!”, sentenciaba Raúl Roa García en la sede de la ONU en Nueva York ante el ataque mercenario por Playa Girón en abril de 1961.
Lo hizo en San José, Costa Rica, a finales de agosto de 1960, cuando, ante las denuncias de Cuba en la OEA, anunció su retirada y dijo: “Me voy con mi pueblo y con mi pueblo se van también los pueblos de nuestra América”.
Otro gran diplomático, Jorge Bolaños, ha dicho de Roa: “Era un diplomático que en su discurso siempre decía la verdad de una forma elegante, culta. Eso impresionaba. Pero lo que disparaba eran rayos y centellas. Roa revolucionó la diplomacia, la hizo antiimperialista”.
Cubadebate comparte con sus lectores una entrevista y otros textos sobre nuestro Canciller de la Dignidad.
Raúl Roa García: la dignidad de un canciller
El pensamiento político de Raúl Roa
Jorge Bolaños: Roa revolucionó la diplomacia