Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba

«Cuba nunca olvidará este día ni a quienes vinieron a acompañarnos en la primera celebración del Primero de Mayo bajo las muy difíciles condiciones en que la pandemia de COVID 19 ha dejado al mundo de los trabajadores en todas las latitudes», señaló el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a los asistentes al Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba.

«Lo agradecemos sinceramente, porque la inflación galopante, la crisis de las aerolíneas y las condiciones en que la mayoría de ustedes realizan el viaje, acrecientan deudas y entrañan esfuerzos adicionales», agregó el mandatario.

«Aquí estamos los pobres del mundo, pero empoderados; empoderados como no quiere el imperialismo», afirmó más adelante el Jefe de Estado. «En cada victoria cubana están también ustedes», expuso al resaltar esta muestra de solidaridad de los pueblos frente a la perversidad del imperio, porque —sentenció más tarde—, «la solidaridad no se puede bloquear».

Tras dos años de pandemia, en el Encuentro de Solidaridad con Cuba de 2022 participaron más de mil compañeras y compañeros de 60 países y 209 organizacionesdel sindicalismo mundial, de los movimientos de solidaridad con Cuba, y de fuerzas progresistas de los cinco continentes.

Al intercambio de clausura, celebrado en la mañana de este lunes en el Palacio de Convenciones, asistieron, entre otros miembros del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central; Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, y Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, además de miembros del Secretariado del Comité Central y otras personalidades.

Desde el pasado 30 de abril, los delegados al Encuentro han sostenido intercambios con trabajadoras y trabajadores de fábricas, centros científicos y educacionales, y en barrios en transformación como parte de la atención a comunidades, familias y personas en situaciones de vulnerabilidad, y donde ellos mismos son los principales actores del cambio, con la ayuda de entidades locales, territoriales y nacionales.

A Fidel fue el primer homenaje del intercambio, en el que participó una representación de los científicos cubanos, Heroínas y Héroes del Trabajo de la República de Cuba, que lideraron la lucha contra la pandemia de COVID-19 con la fabricación de vacunas propias.

Guilarte de Nacimientodio la bienvenida a las amigas y amigos de Cuba de todo el mundo.El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, les expresó por su parte que, con su lucha,los movimientos solidarios alientan la resistencia del pueblo cubano en medio de enormes dificultades.

Gracias por los encuentros contra el bloqueo que han organizado a favor de nuestro país, por los puentes de amor que han construido,por las caravanas de solidaridad, por las donaciones enviadas para enfrentar la pandemia. Cuenten con que Cuba siempre será leal a su confianza, les ratificó.

La Revolución cubana sigue invicta, señaló Bruno. Sus victorias más recientes son contra la COVID-19, contra el bloqueo recrudecidopor las 243 medidas impuestas por la Administración Trump y que continúa manteniendo la de Biden, contra la agudizada agresión política-comunicacional desestabilizadora del imperialismo estadounidense contra nuestra patria, añadió.

CUANDO NO SABEMOS A DÓNDE IR, CUBA NOS ENSEÑA EL CAMINO

Tras la inauguración, el Encuentro de Solidaridad sesionó en tres comisiones. La número uno trabajó bajo el lema La solidaridad con las causas justas de los pueblos; la comisión dos —en la que se mantuvo todo el tiempo el Presidente cubano— debatió sobre La crisis económica mundial, la COVID-19 y el derecho a la vida de los pueblos; y la comisión tres se tituló La unidad en la diversidad en la lucha antiimperialista de los pueblos.

En la comisión dos, el Doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial BioCubaFarma, explicólos hitos del desarrollo biotecnológico y farmacéutico nacional.

Expuso los protocolos para la prevención y control de la COVID-19, concebidos desde los primeros días de 2020, antes de que el nuevo coronavirus alcanzará la dimensión mundial de pandemia, y cuyas dos primeras fortalezas fueron —impulsadas por la voluntad política y la acción de la dirección del país—, el sistema de Salud Pública y el desarrollo alcanzado por estas industrias, dos pilares concebidos y desarrollados por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz.

La italiana María Giovana Umbrella señaló que Cuba, que fue capaz de desarrollar sus propias vacunas contra la COVID-19, ha demostrado al mundo que sí se puede. Recordó la llegada a Italia, en los momentos más duros de la pandemia, de una brigada del Contingente Internacional Henry Reeve.

Cuba, un país del Tercer Mundo —dijo—, llegó a ayudarnos, a un país rico, del Primer Mundo. Eso —expresó— no puede olvidarse.

«El legado del Comandante Fidel, “Mi Comandante”, no puede olvidarse», enfatizó María Giovana, que resaltó los logros de la Revolución y la ciencia cubanas. «Y es tarea nuestra —enfatizó— difundir lo que ha hecho Cuba, para que se conozca la verdad».

«Cuba se merece toda nuestra solidaridad, pero también todo nuestro respeto», dijo por su parte el eurodiputado español Manu Pineda, que rindió homenaje al personal médico y científico de la Isla por su consagración y aporte en la lucha contra la pandemia en Cuba y en el mundo.

«Esta pequeña isla asediada, acosada, nos envió a Italia una brigada médica. Cuando en Europa se estaban muriendo cientos de miles, cuando a los ancianos se les dejaba morir en sus casas, Cuba estaba trabajando para salvar vidas».

«Este —dijo Manu Pineda refiriéndose al Encuentro— es un evento de solidaridad con Cuba, pero en realidad, lo que está ocurriendo es que Cuba convoca a los pueblos del mundo a crear un espacio de solidaridad hacia nosotros mismos».

«Cuba —afirmó el eurodiputado— es faro del mundo. Cuando no sabemos a dónde ir, Cuba nos enseña el camino».

SOLIDARIDAD FRENTE AL ODIO

El Presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), el Héroe de la República de Cuba Fernando González LLort,agradeció a los movimientos de solidaridad por el apoyo y ayuda recibida de todas las partes del mundo durante la pandemia de COVID-19 y ante la creciente agresividad del gobierno de EE.UU.

Llamó a continuar intensificando la solidaridad con Cuba y con todas las causas justas de los pueblos del mundo, a defender el derecho a la soberanía, a la autodeterminación y a la paz mundial, porque junto con ello —dijo— estaremos defendiendo el futuro de todos.

González Llort informó en el encuentro de la entrega de la Orden de la Solidaridad, que otorga el Consejo de Estado, a Robert Frederick Miller, un amigo de Cuba que por más de 40 años viene a reencontrarse con su pueblo y consigo mismo.

Bob Miller visitó a la Isla por primera vez en 1978, para el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. La distinción fue impuesta en el intercambio por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Él fue, precisamente, uno de los oradores que dio lectura a la Declaración de Solidaridad con Cuba que emitió el encuentro.

«Cuba —inscribe el documento— resiste y avanza no obstante la sostenida política de bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido con 243 medidas coercitivas unilaterales adoptadas por el gobierno de Trump y mantenidas por la administración Biden, en medio de una pandemia global».

En otro momento, la declaratoria convocó «al mundo a movilizarse en defensa de la Revolución cubana, asediada por una brutal campaña mediática que exacerba la mentira, la manipulación, la desinformación y la desidia, que estimula el odio y la confrontación, para confundir e intentar justificar nuevas acciones dirigidas a revertir el orden político, económico, social que libre y mayoritariamente escogió el pueblo cubano».

Gail Walker, directora ejecutiva de IFCO/Pastores por la Paz, leyó una declaración del encuentro sobre la 9na Cumbre de las Américas y la Cumbre de los Pueblos que se celebrarán en junio en Los Ángeles, Estados Unidos.

En nombre de los movimientos sindicales y las organizaciones sociales, de los pueblos del mundo, el documento rechaza la exclusión de Cuba de esos eventos como un acto políticamente motivado por parte del gobierno de EE.UU. La Declaración expone su más firme oposición y cualquier intento por excluir a la Isla u otra nación latinoamericana de la Cumbre de las Américas y la Cumbre de los Pueblos.

Esta exclusión, agrega, muestra la intención de pasar por alto la demanda internacional de poner fin al bloqueo y otras medidas contra Cuba, y la visión monroísta de EE.UU. hacia los países de América Latina y el Caribe.

El Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba rechazó la intención estéril de EE.UU. de aislar a Cuba, y confirmó su total apoyo a la Isla, que ha sido plataforma para la defensa de las causas justas de los pueblos del mundo.

LA SOLIDARIDAD, EL ESCALÓN MÁS ALTO DE LA ESPECIE HUMANA

En la clausura, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, explicó a los participantes el contexto nacional e internacional que ha tenido que transitar el país en estos dos últimos años.

«Cuba —les dijo— no es una excepción en el panorama de dificultades e incertidumbres que viven prácticamente todas las sociedades, aunque algunos gobiernos pretendan esconder las suyas, como el polvo bajo las alfombras, exaltando el inmoral enriquecimiento de los más ricos, mientras desestima el humillante empobrecimiento de los más pobres.

«Las profundas y dolorosas desigualdades que impone el neoliberalismo a escala planetaria, no se llevarán a los tribunales internacionales de justicia, ni se considerarán violaciones de los derechos humanos. Pero lo son. Sus víctimas son los “efectos colaterales” de un sistema donde el hombre es lobo del hombre y los individuos, pocos individuos, son más importantes que la masa.

«Cuba no esconde sus carencias, sus colas, sus dolorosas escaseces; entre otras cosas, porque no son frutos de la incapacidad del estado socialista, como gritan sus enemigos. Por mucha responsabilidad que tengamos los revolucionarios en los errores de la construcción socialista, no hay modo de negar que el más grande obstáculo a nuestro desarrollo es el bloqueo y que su efecto, múltiple y diverso, como parte de una guerra prolongada, asimétrica, abusiva, califica como crimen de lesa humanidad».

Avanzado su discurso, Díaz-Canel reconoció la «sostenida y valiosa contribución moral y material de todos los amigos del mundo del que ustedes son una importante representación».

«En nombre del Gobierno y el pueblo —señaló más adelante—, quiero agradecer de modo especial las donaciones de insumos sanitarios para el sistema de Salud que nos permitió cumplir de forma exitosa con el plan de vacunación y resolver otras necesidades médicas; y la propuesta de otorgar el Premio Nobel de la Paz a las brigadas del Contingente Internacional Henry Reeve».

«La solidaridad —afirmó Díaz-Canel al finalizar su discurso— no se puede bloquear como los insumos, alimentos, medicinas o incluso el oxígeno que los imperialistas nos negaron en el peor momento de la pandemia. La solidaridad solo reconoce necesidades y demandas humanas y coloca a quienes la dan y la reciben en el escalón más alto de nuestra especie».

La solidaridad —sentenció— «seguirá siendo un arma indestructible de lucha, y, al mismo tiempo, un mensaje permanente e inagotable de paz, imposible de acallar».