Unicef está en su mejor momento, tenemos una gran experiencia y seguiremos apoyando a Cuba cuando ocurran sucesos como el poderoso y destructivo huracán Ian, la explosión en el hotel Saratoga y el gran incendio en la base de supertanqueros en la ciudad de Matanzas, aseguró Trossero.
Es estratégico para nosotros ir un paso delante, no esperar que acontezca un desastre para empezar actuar, es preciso habernos preparado antes, resaltó.
Trabajamos de conjunto con la Defensa Civil de Cuba, y tras el paso del huracán Ian apoyamos con techos impermeabilizados en las escuelas de la occidental provincia de Pinar del Río, para que a la brevedad se pudieran retomar las clases de los educandos.
Como parte de nuestra labor, aportamos kit educativos para reducir el impacto de las pérdidas de la base material de estudio por las intensas lluvias, pero a la vez entregamos kit para la primera infancia como parte del apoyo sicosocial, puntualizó la representante de Unicef.
Elemento fundamental para nosotros como Unicef es el restablecimiento del agua, de ahí que compramos más de 40 bombas de drenaje y contribuimos con planta potabilizadora del preciado líquido, ejemplificó Trossero.
Comentó que durante la etapa más compleja de la Covid-19 la colaboración no se detuvo, y contribuimos con una planta de oxígeno, materiales para la protección del personal sanitario que incluyó mascarillas, guantes y gel antibacteriano, además de conseguir financiamiento para la cadena de frío de las vacunas.