El viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío desmintió hoy la publicación del diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) sobre el supuesto acuerdo entre los gobiernos de China y Cuba para establecer en el territorio cubano una base militar china con el objetivo de interceptar comunicaciones en Estados Unidos.
El alto funcionario de la Cancillería cubana repudió enérgicamente las calumnias publicadas por el diario WSJ, el cual supone, sin ninguna evidencia, que una base de espionaje establecida en Cuba, a menos de 150 kilómetros de Florida, sería útil para conocer el detalle del tráfico marítimo en una región con una gran cantidad de bases militares, y para monitorear todas las comunicaciones electrónicas del sureste de Estados Unidos.
Cuba rechaza la presencia militar extranjera en la región de América Latina y el Caribe, y es firmante de acuerdos internacionales sobre el tema, dijo.
La intención de la publicación es engañar a la opinión pública sobre la realidad de Cuba, el artículo publicado por WSJ carece de fundamento, subrayó.
Cossío afirmó que la información publicada este 8 de junio por el periódico estadounidense The Wall Street Journal, es “totalmente mendaz e infundada, según la cual supuestamente existe un acuerdo entre Cuba y China, en materia militar, para la instalación de una supuesta base de espionaje”.
Subrayó que “con independencia de los derechos soberanos que tiene
Cuba en materia de defensa, nuestro país es firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana, en enero de 2014”.
En virtud de la Declaración, dijo, “rechazamos toda presencia militar foránea en la América Latina y el Caribe, incluida la de numerosas bases y efectivos militares de los Estados Unidos, en especial en la base militar que ilegalmente ocupa una porción del territorio nacional en la provincia de Guantánamo”.
Asimismo, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba enfatizó en que “calumnias de este tipo se han fabricado con frecuencia por funcionarios de los Estados Unidos, aparentemente familiarizados con información de inteligencia, como las referidas a supuestos ataques acústicos contra personal diplomático estadounidense, la falsedad sobre una inexistente presencia militar cubana en Venezuela y la mentira sobre la existencia imaginaria de laboratorios de armas biológicas”.
“Todas son falacias promovidas con la pérfida intención de justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión a Cuba y de engañar a la opinión pública de los Estados Unidos y el mundo”, argumentó el vicecanciller.
Concluyó diciendo que “la hostilidad de Estados Unidos contra Cuba y las medidas extremas y crueles que provocan daño humanitario y castigan al pueblo cubano no pueden justificarse de manera alguna”.