En días recientes, un cubano residente en Estados Unidos, procedente del sur de la Florida, arribó de forma ilegal a la costa norte de Matanzas, con el objetivo de llevar a cabo acciones violentas en nuestro país. Gracias a la denuncia oportuna y a la intervención de los órganos del Ministerio del Interior, se desarrolla en este momento una exhaustiva investigación que impidió la concreción de los planes desestabilizadores durante este fin de año.
Los resultados preliminares de la pesquisa arrojan que el terrorista llegó a territorio antillano en una moto acuática, con prestaciones que permiten su navegabilidad. Se ocupó armamento luego de su detención.
Desde la provincia de llegada se trasladó hasta de Cienfuegos, su territorio de origen, donde contactó con varias personas con el propósito de reclutarlas.
Durante el transcurso de la investigación saldrán a la luz los detalles de esta tentativa de ataque contra Cuba. Sin embargo, hay elementos que ya se pueden afirmar: los cubanos residentes en Estados Unidos, tienen vínculos con terroristas que radican en ese país y que promueven públicamente acciones violentas contra Cuba. Además, han recibido entrenamiento militar con armas, preparación física y recursos para ejecutar estos planes en territorio nacional.
Entre estas personas se encuentran los implicados, y entre ellos también, terroristas que han sido incluidos en la lista de personas sometidas a investigaciones penales, buscadas por las autoridades cubanas a partir de su implicación en la promoción, planificación, organización, financiamiento de actos de terrorismo contra Cuba.
Mientras millones de cubanos nos preparamos para el fin de año que se acerca, algunos en el exterior siguen apostando por la violencia y el terror, y unos pocos, en Cuba, les siguen el juego. La denuncia popular, el descubrimiento temprano, la investigación profunda y la justa sentencia para los responsables será siempre el camino. La impunidad jamás.