BAHÍA HONDA, Artemisa.-Frente al Instituto Preuniversitario Mártires de Guajaibón esperaba el pueblo; muchos, subidos en un portal elevado sobre la calle. Había hombres y mujeres de todas las edades que en la tarde de este jueves recibieron al presidente Díaz-Canel.
En un momento del encuentro los cubanos congregados escucharon decir al Jefe de Estado que la dirección del país ha comenzado este 2024 con un recorrido por toda la Isla, para analizar las prioridades actuales en lo político, lo económico y lo social, así como el modo de asegurarlas, lo cual incluye, dijo, “las medidas económicas que se han anunciado”.
Sobre estas últimas -que en estas horas son tema de alta sensibilidad en el ánimo popular- el dignatario expresó: “Hay mucha bola con las medidas económicas, y yo sé que eso va creando mucha incertidumbre; y sobre todo la contrarrevolución está demeritando mucho las medidas”.
El mandatario recordó que las medidas están anunciadas y no hay ninguna aplicada, “por lo tanto no ha cambiado nada. Lo otro es que cada medida se va a aplicar en el momento en que estén creadas las condiciones” para que esas medidas tengan garantía en su implementación y en lo que se busca con ellas, que es ir ordenando la economía.
“Cada medida, incluso las que tengan que ver con subidas de tarifas o precios, van a tener un tratamiento para las personas que podrían ser más afectadas”, explicó el presidente cubano al pueblo de Bahía Honda, a quienes pidió “tener en cuenta todo eso y tener en cuenta la confianza en la manera en que el Gobierno va a llevar las medidas, porque hay mucha contrarrevolución montada y tergiversando el contenido” de las mismas en las redes: “Y son medidas duras, enfatizó, pero que tenemos que aplicarlas porque, si no, no ordenamos la economía”.
El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista reflexionó que ordenando la economía se irá logrando un beneficio para todos, “pero siempre se va a tener en cuenta a los vulnerables, y hay medidas que afectan a pocas personas”.
Sobre lo anterior, Díaz-Canel Bermúdez trajo a colación el ejemplo de la medida concerniente a la tarifa de electricidad, “la cual afecta solo a un seis por ciento de la población que es la que más consume”. E insistió en que todas las medidas “van a tener un tratamiento diferenciado para los vulnerables. Y lo que les pedimos es que ustedes estén muy atentos a lo que se explica”.
“Nosotros, subrayó, estamos siguiendo todas las dudas que hay, todo lo que la población va opinando, para seguir explicando y explicando. Y nada ha cambiado porque todavía ninguna (medida) se ha aplicado; hasta que no estén todas las condiciones no se irán aplicando”.
El mandatario hizo hincapié: “Este año lo tenemos que hacer mejor. Pero lo tenemos que hacer mejor trabajando nosotros duro. Hay que trabajar. Hay que trabajar y hay que producir, y hay que crear riqueza y repartirla lo más equitativamente posible”. Sobre tal objetivo, afirmó que “eso es justicia social y ese es el socialismo”.
Las ideas expresadas por Díaz-Canel fueron la antesala de su visita al Instituto Preuniversitario Mártires de Guajaibón, cuya matrícula es de 345 estudiantes, y donde laboran 57 profesores. Allí el Jefe de Estado dialogó con un grupo de alumnos, a quienes preguntó sobre sus horarios, si practican deportes u otras actividades. En la escuela había emociones, y en la calle seguía esperando el pueblo, de donde salían expresiones de apoyo y firmeza.
Otros lugares y encuentros en la agenda
Si no hay caña no habrá azúcar ni derivados que tienen gran valor para la economía nacional. La palabra de orden es sembrar, para que las zafras puedan acrecentarse en sus planes y tener éxito. Tal concepto, con envergadura de verdad conocida, emergió en la tarde de este jueves durante la visita que hizo el presidente Díaz-Canel a la Empresa filial agroazucarera “Harlem”, donde la cercana chimenea del central con igual nombre, decía a todos que se está moliendo.
Acompañado del miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda, así como de las autoridades locales, el presidente Díaz-Canel comenzó su visita al municipio de Bahía Honda por el poblado donde está enclavado el central. Allí -en uno de los tres municipios montañosos de la provincia de Artemisa, y donde hay más de 40 000 habitantes-, el dignatario recorrió una Casita Infantil en construcción, que en una primera etapa acogerá a 26 hijos de mujeres que pertenecen a la Empresa filial agroazucarera “Harlem”.
Al salir del entorno del central el mandatario recorrió un largo tramo para llegar hasta la finca de Domingo González, donde el escarpado escenario está colmado de siembras: de allí nacerán quintales de mango, de guayaba, de piña, de frutabomba…; y aunque “no son tiempos de pedir”, como dijo el sabio anfitrión, al talentoso agricultor le desvela el legítimo sueño de tener energía e insumos para acrecentar sus producciones.
Una certeza comunicó el campesino a los visitantes, entre tantas otras: “la tecnología y el esfuerzo tienen que ir paralelos”. Por eso el presidente cubano habló a Domingo sobre la importancia de estar unidos con quienes puedan dar luces, apoyo e información a los productores. Las fuerzas en pos de producir -como se reflexionó en la cima de un hermoso monte rodeado de palmas- deben estar todas conectadas.
En otro momento de la tarde un centro de elaboración de alimentos recibió a los visitantes. Allí tuvo lugar un intercambio entre el mandatario y jóvenes trabajadores que respondían preguntas en medio de la faena. Y con todas las visitas como prólogo, se realizó al final de la jornada, en la sede del Comité Municipal del Partido, una amplia reflexión con dirigentes del territorio.
La reunión fue para analizar prioridades de trabajo en los órdenes político, económico y social. La zafra volvió a ser tema de análisis, y se reflexionó sobre el gran desafío que entraña la producción de alimentos para un territorio donde hay grandes potencialidades y a donde siguen llegando muchas producciones que llegan desde otros lugares de la Isla.
Roberto Morales hizo referencia, entre otras ideas, a las potencialidades que todavía existen en medio de las limitaciones. Hizo referencia a las reservas con las cuales pueden darse respuestas eficientes a las prioridades del Partido, que son las mismas del pueblo. No pasó por alto la necesidad de revertir las insatisfacciones del pueblo -esas que tienen que ver con los precios, o con la disponibilidad de los alimentos, o con el transporte, entre otras-.
Hay que rectificar un grupo de desviaciones relacionadas con indisciplinas y fenómenos que no tienen nada que ver con lo que se quiere para una mejor sociedad, reflexionó Ojeda, y recalcó el valor de explicar bien cada decisión que se toma.
De unidad habló hacia el final del encuentro al Presidente Díaz-Canel, de tener “la convicción de que podemos salir de esto con nuestro propio talento”. Y volvió sobre una filosofía cardinal: hay que trabajar, hay que producir. Reconoció que hay miles de dificultades y de carencias, pero que también hay muchas cosas buenas que merecen ser generalizadas. “¿Por qué unos producen y otros no?”, no es primera vez que el mandatario plantea la interrogante.
Que haya una respuesta productiva; que haya una respuesta de eficiencia; que no nos limitemos a resistir sino que también seamos capaces de combatir, como ha dicho recientemente el compañero Raúl Castro. De eso habló además el Jefe de Estado, quien compartió su convicción de que “en este país hay suficiente dignidad, talento y voluntad” para que los cubanos puedan salir de la actual situación. Pero esa verdad, como él también dijo, hay que promoverla, defenderla, y demostrarla.