El 68 período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU comenzará hoy en medio de lo que los expertos califican como una encrucijada para la igualdad de género. La mayor reunión anual del organismo para el empoderamiento de las féminas se extenderá hasta el 22 de marzo con debates centrados en acelerar el logro de la igualdad, abordar la pobreza y fortalecer las instituciones y la financiación con perspectiva de género.
El evento reúne a representantes de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, especialistas y activistas de todo el mundo para acordar acciones e inversiones que puedan acabar con la pobreza de las mujeres y hacer avanzar la agenda trazada al respecto. De acuerdo con cifras del organismo, el 10,3 por ciento de ese grupo poblacional vive hoy en la pobreza extrema y son más pobres que los hombres.
Como respuesta, la ONU considera indispensable el avance hacia la erradicación de ese flagelo 26 veces más rápido para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030, pero advierte que esto no será posible sin inversión. Los datos disponibles sobre 48 economías en desarrollo muestran que se necesitan 360 mil millones de dólares adicionales al año para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todas las metas mundiales clave, incluida la de acabar con la pobreza y el hambre.
En 2023, dos mil 600 millones de personas acudirán a las urnas para depositar sus votos, por lo que tienen el poder de exigir una mayor inversión en igualdad de género. Las sumas destinadas a programas que aborden las disparidades e impulsen la capacidad de actuar y el liderazgo de las mujeres producen enormes dividendos, incluyendo más acción para acabar con la pobreza.
Más de 100 millones de mujeres y niñas podrían salir de esa situación si los gobiernos priorizaran la educación y la planificación familiar, unos salarios justos e igualitarios y mayores prestaciones sociales. A la par, podrían crearse casi 300 millones de puestos de trabajo de aquí a 2035 mediante inversiones en servicios de cuidados. Si se cerraran las brechas de género en el ámbito del empleo el producto interno bruto per cápita podría aumentar un 20 por ciento en todas las regiones, según la ONU.
(Con información de Prensa Latina)