La Habana, 18 jun. -A 17 años de la partida física de Vilma Espín, Cuba evoca hoy su legado y ejemplo, que en la actualidad sigue inspirando a generaciones de mujeres.
Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, recordó en X su trayectoria como heroína de la clandestinidad y la Sierra, fundadora revolucionaria, líder de la emancipación femenina, de la educación en valores y de la innovación para el desarrollo.
“En cada obra con aliento de mujer en Cuba, Vilma vive", agregó en su mensaje.
Por su parte, Esteban Lazo, miembro del Buró Político y Presidente del Parlamento y del Consejo de Estado, destacó su papel en la defensa de los derechos de las mujeres, en la creación de los Círculos Infantiles y su entrega a la Revolución, lo cual valoró como un ejemplo imperecedero para todas las generaciones.
“Una flor para nuestra querida Vilma, heroína de la sierra y el llano, de profunda sensibilidad y dulzura, quien consagró su vida a la Revolución y a la defensa de los derechos de las mujeres, niños y niñas”, afirmó en la misma red social Manuel Marrero, miembro del Buró Político y Primer Ministro.
A propósito de la fecha, Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del PCC, manifestó que sin ella no se puede escribirla historia de la Revolución, antes y después del triunfo.
Graduada de Bachiller en Ciencias en 1948, Vilma Espín Guillois (7 de abril de 1930 - 18 de junio de 2007) matriculó la carrera de Ingeniería Química en la recién creada Universidad de Oriente; y el golpe de estado de Fulgencio Batista en 1952 marcó un momento importante en la profundización de sus ideales políticos y patrióticos.
Cuando ocurrieron los sucesos revolucionarios del 26 de julio de 1953, con los asaltos a los cuarteles de Santiago de Cuba y Bayamo, organizados desde La Habana por Fidel, no dudó en saber cuál sería su destino y militancia.
Vilma y varias de sus amigas y compañeras de la lucha clandestina desafiaron muchas veces los peligros de ser asesinadas o desaparecidas por los sicarios de Fulgencio Batista, al transportar a grupos de revolucionarios en su auto y esconder armas y medicamentos, que hacían llegar a los luchadores, en sus amplias faldas y sayuelas.
Su batallar continuó en 1958 como combatiente del II Frente Oriental Frank País, a las órdenes de Raúl Castro, al sureste de la Sierra Maestra y en el Ejército Rebelde cumplió misiones militares, participó en el proyecto educacional desarrollado allí que, en medio de los combates, alfabetizaba a soldados y campesinos de las regiones liberadas e impartía orientación ideológica.
Tras el triunfo de la Revolución fundó la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) con el fin de promover el empoderamiento de las féminas y su aporte al crecimiento de la nación.