“Sí existen los héroes, no tienen superpoderes, solo compromiso y entrega para salvar vidas; ellos se llaman médicos cubanos”. La frase, escrita en una carta enviada por un paciente mexicano a la doctora cubana Yerky Ulloa Cabrales, podría resumir el sentir de agradecimiento y respeto que manifiestan alrededor del mundo quienes han sido atendidos por nuestros galenos en este desafío sin tregua contra la COVID-19.
Al llegar a esa hermana nación, “nos llamaban extraños, hoy nos llaman hermanos”. Así evocó, en la mañana de este sábado, la joven médico artemiseña, especialista en Medicina General Integral, cuando el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compartió de manera virtual con 414 colaboradores de la salud de todo el país, integrantes de brigadas médicas del contingente “Henry Reeve” que contribuyeron a enfrentar la epidemia en México y Panamá durante los últimos meses.
Una bienvenida a casa, como dijera al iniciar el encuentro el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, marcada por el trascendental suceso del 58 aniversario de la colaboración médica cubana, que celebraremos este domingo. Incontables son las anécdotas escritas desde entonces, de las cuales también ustedes forman parte, reconoció.
En ese hecho, nacido de las ideas y sentimientos altruistas del Comandante en Jefe de la Revolución Fidel Castro Ruz, están las bases de cuánto de amor y de vida han llevado al mundo nuestros profesionales de la Salud.
La primera brigada médica, que partió a Argelia como parte de este empeño, bien pudiera considerarse la primera brigada “Henry Reeve” de la medicina revolucionaria cubana, consideró el doctor Julio Guerra Izquierdo, especialista de Primer Grado en Nefrología.
Y como parte de esas gratificantes jornadas, en las que a pesar de las dificultades, las distancias familiares, los muchos temores ante el trabajo en las zonas de mayor riesgo, en poco más de una hora de intercambio, los colaboradores contaron sobre los retos de asumir nuevos protocolos, los sentimientos de entrega que afloraron en ellos, y hablaron también de agradecimiento, porque son muchas las maneras en que el mundo reconoce hoy el desafío asumido por nuestros galenos de acudir al llamado de “curar el dolor de los pueblos”.
El doctor Javier López Salazar, especialista de Primer Grado en Medicina General Integral, quien en dos ocasiones ha estado en la nación mexicana como parte de la “Henry Reeve” y el combate a la epidemia, reconoció cuánto cambió en ese país la apreciación que tenían sobre el trabajo de nuestros galenos.
A una primera etapa de rechazo entre los profesionales, que imaginaban estábamos allí para “quitarles sus puestos”, esta vez la acogida fue totalmente diferente, aseguró.
Además del enfrentamiento directo al virus, recuerda cómo en esta ocasión, al llegar a las salas de terapia intensiva, encontraron equipos integrados mayoritariamente por jóvenes recién graduados, a los cuales asumieron en muchas ocasiones como si fueran sus propios estudiantes cubanos y contribuyeron a su formación.
Es justamente esa la práctica de la colaboración cubana: ir al mundo a ayudar, no a arrebatar el lugar a nadie. Una verdad que fue ratificada por el doctor Yoannes Solano Fonseca, especialista en Terapia Intensiva, quien al llegar a Panamá dejó claros nuestros propósitos:
“Venimos a ayudar, a seguir sus protocolos, con nuestros conocimientos, con nuestra experiencia, pero venimos a ayudarlos”.
“¡Gracias, Cuba! ¡Gracias, cubanos!”, son frases que llevan nuestros médicos anidadas en el corazón como el mejor de los homenajes. Frases nacidas lo mismo desde el sentir de un Pastor que rezó una oración por ellos y los bendijo; que de los innumerables pacientes que han manifestado sentirse seguros al ser atendidos por los cubanos; o del piloto que estuvo varios días grave y tras salvarse no ha dejado de mantener comunicación con la brigada.
Son muchos y profundos los lugares del planeta donde algún ser humano siente hoy que también parte de su vida pertenece a Cuba.
Ustedes son protagonistas de una obra inmensa
La obra que ustedes protagonizan es inmensa, y tiene un sinnúmero de razones para ser significada, por eso tantas personas en el mundo promueven hoy los homenajes, reflexionó el Jefe de Estado al realizar las conclusiones del encuentro, que también estuvo presidido por el miembro del Buró Político Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central.
“La vida va demostrando que si no hay solidaridad, que si no hay cooperación, si no hay políticas públicas que garanticen la salud como un derecho universal, como un bien público, si no hay políticas públicas orientadas, en primer lugar, a las personas, y no al mercado, es muy difícil rebasar problemas tan complejos como la pandemia”, destacó.
Ustedes han llegado con una carga tremenda de afectos, de solidaridad y de cooperación en estos tiempos –les dijo- y con eso han estado aportando al fortalecimiento y a la visibilidad de nuestros principios y valores, los cuales hemos compartido y desarrollado en nuestra sociedad a partir de ese pensamiento visionario y humanista del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, un referente en su formación y convicciones.
El mandatario cubano reconoció su aporte solidario sobre la base del altruismo y la expresión de sacrificio que significa dejar atrás a la familia para brindar sus servicios en otros confines del mundo.
Ante el asombro e incredulidad que se aprecian en muchos lugares por la manera humana y respetuosa en que laboran nuestros médicos, Díaz-Canel destacó que ello no solo nace del conocimiento y profesionalidad con que se desempeñan.
El problema no es solo el conocimiento, no es solo el saber, sino también cómo llega ese conocimiento y cómo llega ese saber que puede salvar vidas humanas de una manera franca, amable, con afecto hacia las personas, rasgos que van distinguiendo la forma en que se conducen los médicos cubanos y, por lo tanto, también van demostrando en el mundo que existen otros modelos más humanos, mediante los cuales se pueden afrontar los desafíos que tiene la salud en los momentos actuales, reconoció.
A ellos transmitió el Presidente de la República su certeza de que regresan a la Patria con un crecimiento espiritual, como revolucionarios, como seres humanos y como profesionales.
Ahora es importante, los convocó, que con esa misma entrega apoyen al país, con toda la experiencia que tienen por los escenarios tan complejos en los que estuvieron presentes.
En sus ideas y acciones reconoció que podemos encontrar formas para seguir perfeccionando los protocolos y hacer las cosas cada vez mejor. Un reto que les dejó en el ámbito de la Salud y de la comunidad, pues mucho pueden ayudar con la población y sumarse al esfuerzo de promover una mayor percepción de riesgo y conductas responsables.
Estos encuentros, aseguró, siempre son muy reconfortantes, porque vienen cargados de experiencias, nos dejan enseñanzas y, sobre todo, ratifican que las brigadas “Henry Reeve” que han estado colaborando con otros países, desempeñan un papel ejemplar, y eso los distingue como revolucionarios, como seres humanos, como cubanos.