La Habana, 8 jul (ACN) De acuerdo con un estimado conservador de valores de prevalencia mundial, en Cuba existen más de dos millones de alérgicos, lo cual representa aproximadamente el 20 por ciento de los habitantes del país.
Estudios en el territorio, que incluyen a los niños y adolescentes, confirman elevados valores de estas afecciones, y esto se intensificaría si se cumplen los pronósticos de que para el año 2050 la mitad de la población mundial tendrá alguna enfermedad alérgica.
A propósito de celebrarse hoy el Día Mundial de la Alergia, tras haberse realizado la semana mundial de la alergia el pasado mes de junio, la Sociedad Cubana de Alergia y Asma ofreció más detalles sobre esta cuestión.
¿Cuáles son las alergias más frecuentes en Cuba? ¿Por qué?
La rinitis y el asma resultan las afecciones alérgicas más frecuentes, y los agentes causales más comunes son los ácaros, además de otros como los hongos ambientales, los alimentos, los epitelios de animales, los insectos, y los pólenes, así como el uso de medicamentos.
El número de enfermos aumenta de manera constante en el mundo, al igual que la diversidad de alérgenos -sustancia capaz de inducir una reacción de hipersensibilidad en personas y animales susceptibles- y la complejidad de estos padecimientos.
Factores como el crecimiento poblacional, la rápida urbanización, la destrucción de áreas verdes, la deforestación, los cambios en los estilos de vida, en la nutrición y el agua de consumo, inciden en la aparición de estas enfermedades, pues son de etiología multicausal, donde el ambiente juega un rol fundamental.
¿Cómo se asegura la atención a esas afecciones en el país?
Los alergólogos, quienes se especializan en las enfermedades alérgicas, su diagnóstico diferencial y sus mecanismos fisiopatogénicos, se encuentran en los niveles de Atención Primaria y Secundaria del Sistema Nacional de Salud, lo cual garantiza los servicios a todos los pacientes sin importar su lugar de residencia.
Estas afecciones pueden comenzar en los primeros meses de vida, y muchas tienen una evolución crónica si no se interviene de manera temprana, incluso con posibles influencias psicológicas negativas en quienes las padecen y sus familiares.
Por esa razón, en Cuba se prioriza el diagnóstico temprano, la prevención y el tratamiento de las enfermedades respiratorias crónicas en los niños y adultos jóvenes, para ayudarlos a tener una vida normal y un envejecimiento más saludable.
¿Cuál es la estrategia de prevención?
La prevención primaria para evitar la aparición de la enfermedad incluye recomendaciones como evitar el tabaquismo, mantener una alimentación sana y balanceada, no abusar de antibióticos, tener un mayor contacto con la naturaleza, y otros aspectos asociados al periodo de lactancia materna, el control ambiental y el proceso del parto.
Mientras, la secundaria y terciaria incorporan respectivamente acciones orientadas a impedir el desarrollo de enfermedades alérgicas adicionales y alcanzar un control óptimo del padecimiento, así como disminuir el riesgo de deterioro de la condición de los pacientes y complicaciones.
En estas últimas se promueve la realización de ejercicio físico, el empleo de medicación de control o de mantenimiento, se indican planes de autocuidado y la utilización de vacunas para la alergia o inmunoterapia alérgeno específica.
¿Cómo se organizan el diagnóstico y el tratamiento?
La historia clínica exhaustiva constituye la clave para un buen diagnóstico, y la complementarían, cuando sea posible, pruebas diagnósticas o estudios complementarios.
No obstante, resulta necesario fortalecer la investigación en los mecanismos de diagnóstico, desarrollo y progresión de estas afecciones para el control y prevención de los síntomas.
En cuanto al tratamiento, la mayoría de los casos pueden ser diagnosticados y tratados en la atención primaria, donde se facilita que las personas alérgicas y sus familias tengan acceso a conocimiento relevante, actualizado y sólido sobre la enfermedad.
La evitación de agentes con potencial para producir síntomas graves debe ser exhaustivamente investigada, como parte del arsenal terapéutico de un alergólogo.
¿Qué medicamentos se han desarrollado en Cuba para estas enfermedades?
Las vacunas Valergén, elaboradas a partir de ácaros domésticos y producidas en el Centro Nacional de Biopreparados, de la provincia de Mayabeque, integran el cuadro básico de los medicamentos del país para las afecciones alérgicas.
En estos momentos la inmunoterapia con vacunas de alérgenos representa el único tratamiento capaz de modificar el curso de esas enfermedades, y evitar en muchos casos su aparición.
Además, en contraste con los medicamentos, los efectos de estos inmunógenos para la alergia persisten tras terminarla, e incluyen la prevención de nuevas sensibilizaciones o de la progresión a asma.
También las vacunas mejoran significativamente los síntomas, el uso de medicamentos, y la calidad de vida, y resultan costo-efectivas en comparación con el tratamiento medicamentoso.
Las dos vías de aplicación más usadas son la subcutánea y la sublingual, con eficacia similar, siendo superior la seguridad en la segunda variante.
¿Cómo se ha comportado la atención a los alérgicos durante la pandemia?
Las consultas de alergia en los hospitales se limitaron ante la COVID-19, y solo se atienden las urgencias o agudizaciones de los cuadros de la enfermedad.
También se interrumpieron las pruebas de alergia y otros procederes diagnósticos, y prosigue la vacunación de los enfermos en tratamiento.
En esta situación los pacientes han sido remitidos y atendidos en las consultas en la atención primaria en policlínicos determinados, y quienes lo han solicitado reciben atención vía telefónica y por Whatsapp.
¿Son más propensos a contagiarse con el nuevo coronavirus?
La COVID-19 puede cursar como una afectación respiratoria con variada sintomatología, que en ocasiones pudiera confundirse con alergias, no obstante, los alérgicos no tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad y deben seguir las mismas precauciones que el resto de la población.
En el caso de los asmáticos también deben mantener su tratamiento habitual y sí deben extremar las precauciones, pues de contraer una infección respiratoria podrían presentar crisis de broncoespasmo u otras dificultades.
¿Pueden vacunarse con los candidatos anti-SARS-CoV-2?
Las enfermedades alérgicas no contraindican las vacunas contra la COVID-19, al contrario, se recomienda su administración al igual que el cumplimiento de las medidas higiénicas y sanitarias establecidas.
Actualmente la única contraindicación resulta la alergia al timerosal, para lo cual se fabrican unas variantes de las formulaciones sin ese componente.
De igual forma, ante cualquier duda los pacientes pueden consultar a su médico alergólogo, pero hasta la fecha la mayoría de los consultados se han vacunado sin manifestación de efectos adversos.
¿Cuáles son las recomendaciones para estos pacientes en la actual etapa veraniega?
Para este verano no se esperan variaciones en las alergias respiratorias respecto a años anteriores, aunque sí se verá limitada por la pandemia la indicación de baños de mar y de actividades al aire libre, usualmente indicadas en estos meses.
Aquellos con afecciones dermatológicas alérgicas deben cuidar la piel de la exposición prolongada al sol, usar ropas frescas y de algodón, tomar mucha agua, optar por una alimentación sana y variada, y realizar ejercicios físicos.
De manera general, el reto en estos momentos en cuanto a las alergias en Cuba, está en alcanzar un nivel mayor de investigaciones epidemiológicas y en el campo de la terapéutica con productos biológicos, donde el país es potencia regional, así como perfeccionar la calidad de los servicios para el cuidado ante la enfermedad.
La Organización Mundial de Alergia y la Sociedad Latinoamericana de Alergia, Asma e Inmunología, a través de la participación en eventos en el territorio nacional, han podido conocer del trabajo de los alergólogos cubanos desde la Atención Primaria de Salud, y el desarrollo de vacunas contra esos padecimientos.
Este 8 de julio la nación se sumará una vez más a las celebraciones del Día Mundial de la Alergia, en aras de elevar la toma de conciencia sobre estas afecciones y aumentar el conocimiento en su diagnóstico, tratamiento y prevención.