En Cuba no se conoce ningún caso que implique trata de personas, y que haya quedado impune. Hay tolerancia cero en ese asunto.
Tampoco se admite que se recluten seres humanos como mercenarios, ni los trabajos forzados, ni la explotación sexual, ni la extracción y comercio de órganos.
Sin embargo, que esa verdad impere en la Isla no quiere decir que estamos exentos de aparecer, cada cierto tiempo, en alguna que otra listica de las que elabora el Departamento de Estado, para que la isla digna, la que resiste, sea juzgada por cualquier cosa, como esta que vuelve sobre el infundio de acusarla por trata de personas.
Detrás de esas listas están las «sanciones», las viejas y las nuevas, incluyendo las de Trump, que Biden mantiene intactas.
Es el colmo de lo irracional que a Cuba se le sancione porque envía médicos y otros profesionales de la Salud a ayudar a los pueblos de decenas de países, y no precisamente a los sectores más acaudalados, sino a los más pobres y vulnerables.
Inventar que la colaboración médica cubana es expresión de la trata de personas es, cuando menos, algo burdo y mentiroso, muestra del afán de servirse de una falacia para desprestigiar lo que tiene un colosal trasfondo humano: la solidaridad médica que ofrece Cuba.
Con tal de defenestrarnos no importa que el costo sea que mueran niños, mujeres y ancianos, desprotegidos por gobiernos neoliberales o amenazados por Estados Unidos, para los que la palabra solidaridad se escribe y practica con signos de dólares.
Una vez más, un informe sobre la trata de personas en 2022, presentado por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, incluye a Cuba en la lista de países que incumplen los estándares internacionales para combatir ese delito.
A tan repetida patraña, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, advirtió que el Gobierno de Estados Unidos carece de autoridad moral y miente sobre el desempeño de Cuba contra la trata de personas.
«Sus calumnias no lograrán empañar la labor ejemplar en la prevención y combate a ese flagelo, ni doblegar nuestro compromiso con la cooperación médica internacional», publicó el Ministro en Twitter.