Lactancia materna

Como la «primera gran vacuna que recibimos» resulta la primera gota de leche materna, así la calificó el coordinador de Unicef en Cuba, doctor Dagoberto Rivera, al comentar sobre la gran importancia de esta primera alimentación que debe recibir el recién nacido.

Al presentar en la Isla la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2022, que ya transcurre desde el día 1ro y hasta el 7 de agosto, Rivera argumentó que «Sí es un acto de amor, sí es el vínculo fundamental entre la madre y el hijo, sí salva vidas», y subrayó que dicha lactancia es un derecho de los niños y un deber de los padres.

Bajo el lema «Impulsemos la lactancia materna, apoyando y educando» discurre esta Semana Mundial en más de 170 países con el fin de estimular esa alimentación natural y así tributar la salud de los bebés.

 


De acuerdo con la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS, por sus siglas en inglés) aplicada en Cuba en 2019, antes de la covid-19, el primer día del nacimiento había lactado el 92,5% de los bebés, pero durante la primera hora luego de nacidos lo había hecho el 64,1%.

Hasta los seis meses de vida, el 40,9% de los niños había recibido lactancia materna exclusiva, pero solo el 35,3% había continuado alimentándose así al cumplir el primer año, y el 19.2% hasta los dos años.

A partir de estas estadísticas, la doctora Odalys Rodríguez Martínez, oficial del programa Cada niño sobrevive y prospera Unicef-Cuba, instó a retomar la práctica y promoción de esta sana forma de alimentación, beneficiosa también para las madres, mientras que en el caso de los niños, entre sus muchas ventajas ayuda a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles y otras morbilidades en la primera edad.

«La lactancia materna es el mejor comienzo para la vida», sentenció la especialista.

Pero para que ese comienzo y también en lo sucesivo resulte exitoso, hace falta el apoyo de la familia, también del centro de trabajo de la mamá y de las instituciones de salud.

 


El apoyo de la familia es importante.

Son estas últimas, particularmente las consultas de puericultura, los espacios por excelencia para enseñar a la nueva mamá los cómo y los por qué de la lactancia materna, para desdibujar mitos y anclar verdades.

Aun cuando las estadísticas pueden y deben ser mejores, la doctora Lissette López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría del Minsap, recordó que durante los momentos más difíciles de la transmisión de la COVID-19 en la Isla para embarazadas o recién nacidos, aquí se apeló siempre al uso de la lactancia materna como antígeno primordial.

Considerando la actual situación del dengue y otras enfermedades, recomendó continuar con la lactancia natural en los casos que así lo requieren.

Y aun cuando por ciertas razones los bebés no puedan ser amamantados por sus madres, existe en Cuba –y también en el mundo- otra alternativa para no privarlos de esa beneficiosa alimentación natural: los bancos de leche materna.

 


Un banco de leche materna en Cuba.

Esas entidades se especializan en recolectar esa vital sustancia a partir del voluntariado de mujeres donadoras, en la selección, clasificación, procesamiento, control de calidad, almacenaje y distribución de esa leche bajo prescripción médica.

Ocurre que en ocasiones se hace complicado que la mamá amamante a su crío cuando este nace prematuro o con bajo peso, o si el neonato permanece en una unidad de cuidados intensivos. Para esos y otros casos, existen en el país, con el apoyo de Unicef,  14 bancos de leche materna, distribuidos en todo el territorio nacional excepto Artemisa, Mayabeque y el municipio especial Isla de la Juventud.

 


Donantes de leche materna, otra hermosa expresión de solidaridad.

«Si hubiera una nueva vacuna que previniera 1 millón o más de muertes infantiles por año, y que además fuera barata, segura, administrada por vía oral, y que no necesitara una cadena de frío, sería una política imperativa de la salud pública. La lactancia materna puede hacer esto y más», asegura la OPS.

 


Fuente: OPS

 

La lactancia materna en el mundo

El pasado 1ro de agosto, la Directora Ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, y del Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, emitieron una declaración conjunta a propósito de esta Semana Mundial.

 


En el texto, ampliamente difundido, destacaban que «Mientras las crisis mundiales siguen amenazando la salud y la nutrición de millones de bebés, niños y niñas, la importancia vital de la lactancia materna como mejor comienzo posible en la vida es más decisiva que nunca».

La Unicef y la OMS llamaron a los gobiernos a asignar más recursos para proteger, promover y apoyar las políticas y los programas de lactancia materna, especialmente los dirigidos a las familias más vulnerables que viven en situaciones de emergencia, ya que esta práctica constituye una fuente de alimentación segura, nutritiva y accesible para los bebés y los niños pequeños en situaciones difíciles.

 


Se insiste en esos casos en particular porque la angustia emocional, el agotamiento físico, la falta de espacio e intimidad y las malas condiciones de saneamiento que padecen las madres durante situaciones de emergencia implican que muchos bebés no pueden aprovechar los beneficios de la lactancia materna para sobrevivir, consigna el comunicado.

 


 

A nivel global, ambas organizaciones internacionales informan que menos de la mitad de los recién nacidos reciben leche materna en la primera hora de vida, lo cual les hace más vulnerables a enfermedades y a la muerte. Solo el 44% de los bebés toman leche materna de manera exclusiva durante sus primeros seis meses, cifra que está por debajo del objetivo de la Asamblea Mundial de la Salud que aspira a que al menos sea el 50% para 2025.

«Proteger, promover y apoyar la lactancia materna es más importante que nunca, no solo porque al ser el primer sistema alimentario natural y sostenible del bebé protegemos nuestro planeta, sino también porque promovemos la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de millones de lactantes», enfatizan la Unicef y la OMS.