A veces ignoramos ciertas patologías y les damos poca importancia por desconocimiento y porque a simple vista no nos parece dramático. Así somos: si no nos impacta las creemos menores, y este es el caso del cáncer de piel. No se habla mucho de esta enfermedad, por eso hoy hablaremos del melanoma, su tipo más grave.
Dermatólogos indican que la manifestación más abundante del tumor del melanoma es cutánea, y uno de los aspectos más negativos es que casi siempre llega de manera silenciosa, a veces en forma de lunar. Suele ser más fácil su reconocimiento cuando lo que sucede es que algún lunar que ya existía sufre cambios en su apariencia, ya sea por tamaño, forma, textura o color, que puede variar del negro al azul. Por eso la observación personal es el primer paso.
Sin embargo, aunque su aparición pueda parecer inofensiva porque no causa grandes dolores o sangrados al inicio, el melanoma es muy invasivo porque tiene la capacidad de causar metástasis. Por eso, una vez diagnosticado que la lesión en la piel es de origen cancerígeno, se procede a la extracción quirúrgica. Hasta ahora ese el único modo de tratarlo, ya que la prevención no funciona totalmente, y la quimioterapia tiene bajo impacto.
Lo importante ante el melanoma es darle seguimiento periódico y evitar que llegue a su fase de metástasis para que no se propague hacia otros órganos. La ciencia asegura que es posible detener el progreso de la enfermedad, y salvar vidas, pero para ello es fundamental la exploración personal para identificarlo temprano y poder acudir a los especialistas antes de que se encuentre en su estadía más compleja.
El problema principal radica en que muchas veces las personas buscan asistencia médica cuando se encuentra avanzado, a veces porque no se tiene la lesión a la vista o porque se cree normal, hasta que un día alguna señal les ofrece preocupación y bajo la lupa es cuando se advierte que se debe correr porque se expandió a los nódulos linfáticos, y esto puede referir diagnóstico de melanoma en fase 3.
Por eso, una recomendación de CubaSí es, en primer lugar, evitar el sol y usar protección incluso en días nublados; luego, ser estricto con la observación y consultar al médico al menor indicio. Temprano siempre será mejor.