La tasa de mortalidad infantil, en lo que va del presente año, es de 7,4 por cada mil nacidos vivos, lo que en comparación con igual periodo del año anterior representa una disminución de este indicador, informó la doctora Catherine Chibás Pérez, jefa nacional del Programa Materno-Infantil (PAMI), del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Al intervenir en la Comisión de Salud y Deporte del Parlamento cubano, en la pasada sesión de trabajo, enfatizó que este resultado, a pesar de ser alentador, no debe reflejar complacencia, sino un motivo para continuar trabajando mejor cada día.
Chibás Pérez significó que, hasta el 11 de julio, se acumulaban en el país más de 34 600 nacidos vivos, más de 8 000 menos que en igual periodo del año precedente, lo que significa una baja considerable de la natalidad, disminución que impacta directamente en la dinámica demográfica del país.
Apuntó que este es un resultado para mantener y mejorar, pero que requiere de un esfuerzo intersectorial, que implica abordar de manera integral factores como la anemia, la desnutrición materna y las infecciones durante el embarazo, que inciden en el aumento del bajo peso al nacer.
La Jefa Nacional del PAMI comentó que también disminuyó la tasa de mortalidad materna, a la vez que alertó sobre la necesaria vigilancia y el trabajo particularizado en casos de embarazos ectópicos, complicaciones de eclampsia y preclampsia, e infecciones puerperales.
Al respecto, Rita María García Almaguer, directora de Operaciones del Grupo Empresarial BioCubaFarma, expuso que, desde la industria, se ha trazado una política enfocada en revertir el desabastecimiento de los medicamentos al PAMI.